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La princesa Leonor utilizará las dos camaretas que usó su padre en la Academia en 1985
Un exprofesor del centro cuando Felipe VI era cadete recuerda que tenía un tutor y dos escoltas en sus salidas. Se aclimatará a la vida militar y jurará bandera en la AGM antes de jurar la Constitución como heredera de la Corona.
La princesa Leonor llegará a la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza a mediados de agosto con el resto del alumnado de primero y está previsto que utilice las dos camaretas que usó su padre, el Rey, según fuentes militares, después de cursar el bachillerato internacional en Gales, que concluirá en mayo.
Leonor, a diferencia del resto de los cadetes de primer curso que comparten una habitación para ocho compañeros, dispondrá del alojamiento individual mencionado. Los cadetes desde segundo hasta quinto curso disponen de camaretas para dos personas. También en este aspecto se seguirá una pauta semejante a la que se practicó durante la estancia del entonces Príncipe de Asturias.
Un exprofesor de la Academia detalla a HERALDO que la princesa Leonor tendrá una tutora, que se alojará en la misma institución y en las cercanías del alojamiento de la princesa, como ocurrió con el entonces teniente coronel de Infantería de Marina José Antonio Alcina, quien también acompañó al Príncipe en Canadá cuando estudió en un internado en 1984. Dicha tutora, según publicó ayer ‘El Español’, será la teniente coronel Margarita Pardo de Santayana, oficial con una amplia y reconocida experiencia en diversas facetas de la profesión militar. Los dos escoltas la acompañarán en sus salidas a Zaragoza durante los fines de semana y en los actos oficiales. La protección será similar a la que tuvo su padre, al que entonces protegían dos tenientes, de la Guardia Civil y de Caballería.
"Las camaretas que tuvo su padre Felipe están una al lado de la otra. En una tenía la cama, un armario y el escritorio, mientras la otra podía utilizarse para recibir visitas. Además, el Príncipe disponía de un teléfono fijo con un número secreto (no existían todavía los móviles) para hacer sus llamadas", explica el oficial, que daba clases justo a mediados de los 80 en la AGM.
Adaptación a la vida militar
La Princesa y sus colegas (entraron 405 cadetes el 17 de agosto de 2022) tendrán que superar en las primeras dos semanas de su llegada el intenso Módulo de Acogida, Orientación y Adaptación a la vida militar, que es la instrucción de a la que se someten para empezar a aclimatarse a su nueva vida castrense, que luego será seguido del Módulo de Formación Militar Básica durante un mes más.
El primer acto que realizará fuera de la Academia con sus compañeros será participar en la ofrenda voluntaria de flores en la basílica del Pilar.
Además, en cuanto llegue Leonor a la AGM verá que después de la covid-19 se da "la máxima importancia a garantizar las mejores condiciones sanitarias" para su vida y funcionamiento. En agosto pasado, el general Manuel Pérez López, director de la institución, avisó a los alumnos de primer curso al llegar que comunicaran si habían tenido «infección activa» para adoptar medidas de control.
Aprender a desfilar para la jura
La princesa Leonor se dedicará desde mediados de agosto hasta principios de octubre al llamado "orden cerrado", cuyo objetivo es "aprender a desfilar y marcar el paso y a evolucionar en grupo", según el profesor. Así, llegará en condiciones a la jura de bandera que se celebrará la semana del día del Pilar.
"En principio puede jurar bandera en la Academia, aunque ese día no tenga 18 años (su cumpleaños es el 31 de octubre). Recuerdo que el Príncipe hizo ese acto militar en solitario y eso se produjo antes de que jurase la Constitución al cumplir los 18 años en el Congreso de los Diputados (el 30 de enero de 1986)", recalca el profesor militar. Entonces, el Príncipe aceptó su papel como sucesor al trono leyendo esta proclamación: "Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas y mantener fidelidad al Rey".
"La instrucción en orden cerrado sobre cómo se realiza la marcha dentro solía hacerse entre las 15.30 y las 17.30. Aprenderán a marcar el paso al ritmo del tambor y les enseñarán a desfilar con un mosquetón Mauser y su bayoneta. Ese ensayo se hace diariamente, entre mediados de agosto y concluye hacia el 10 de octubre", precisa.
Francés e informática
Como los demás cadetes, se levantará a las 6.30, tendrá una hora de estudio y luego desayunará, antes de asistir a las clases entre las 9.00 y las 13.00 y al deporte y a la equitación, antes de comer. El profesor recuerda que Felipe se centró más en estudiar francés que inglés al venir del bachillerato que hizo en Canadá (como la princesa en Gales). También lo hizo en informática y asignaturas como Organización Militar e Historia Militar.
Después de pasar ese punto de la jura de bandera en octubre, en que habrá convivido un mes y medio con los cadetes de primer curso, el real decreto firmado por la ministra de Defensa, Margarita Robles, detalla que pasará el resto de su estancia con los de segundo (hasta junio), mes en el que recibirá la estrella de alférez que la convertirá en oficial.
Aprender a disparar
La segunda fase de la estancia de Leonor estará marcada por el orden de combate, etapa en la que habrá de aprender a disparar fusil de asalto, pistola y lanzagranadas con uniforme de campaña para esa parte del curso. Su formación militar puede llevarle a participar en unas maniobras, como las que hizo su padre en La Guarguera, en Huesca, que simulan al alumno el escenario de combate.
Puede sacarse el carné de conducir
Por otro lado, otro de los efectos que vivió el príncipe Felipe en su estancia en Zaragoza fue que al cumplir los 18 años se sacó el carné de conducir. Ello le permitió conducir un Seat Ibiza color rojo cuando salía de la Academia durante los fines de semana.
“Cada día se comprobaba que se encontraba el Príncipe en la camareta a las 22.00, cuando era la hora de silencio”, agrega el profesor. Recuerda que sus salidas por la capital aragonesa solían coincidir con los bares de la zona de León XIII o el restaurante El Fuelle, junto al grupo de compañeros y amigos que solían vivir cerca de su camareta (“le llamaban Felipe, no alteza”, recuerda el oficial que convivió con ellos en las clases de la Academia).
El profesor revive que entre los amigos del Príncipe, con quienes solía hablar a menudo y vivían en las camaretas más próximas de su pasillo, estuvo el coronel zaragozano Alejandro Hernández Mosquera, quien ingresó en 1984. Dirige la Guardia Civil en Baleares y fue jefe de seguridad con el presidente Mariano Rajoy.
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