Los urgenciólogos llevan más de tres décadas reclamando que se reconozca su especialidad y alertan de que los servicios de Urgencias y Emergencias, que soportan una sobrecarga de pacientes, se enfrentan además a dificultades para garantizar el relevo generacional, derivado de la carencia de personal formado específicamente para estas áreas. En Aragón, uno de cada tres facultativos de estos servicios tiene más de 50 años, lo que agrava aún más el problema.

El doctor Rafael Marrón, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) en Aragón y jefe de unidad del servicio de Urgencias del Servet, reconoce que la creación de esta especialidad "ya no es solo de justicia, también es una necesidad perentoria porque las plantillas están envejecidas y necesitamos un relevo generacional de recursos humanos que esté regulado". La situación española es una anomalía europea y mundial, tal y como expuso en el Senado el representante de Semes a nivel nacional, Tato Vázquez Lima, ya que, a pesar de tener reconocida la especialidad en el ámbito militar desde 2016, sigue sin aprobarse para toda la ciudadanía.

En julio del año pasado fue aprobado el Real Decreto que regula las especialidades en Ciencias de la Salud y actualmente existe una propuesta sobre la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias, que cuenta con el apoyo de la mayoría de las comunidades autónomas, y solo está pendiente de ser aprobada por la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud, competencia del Ministerio de Sanidad. Los profesionales confían en una "rápida resolución" para que se apruebe. "Permitirá que todos los españoles sean atendidos, cuando lo necesiten, por especialistas en Medicina de Urgencias y Emergencias, formados con una formación reglada, homogénea y reconocida en toda Europa", recalca.

Los profesionales alertan de que en los próximos años la Urgencia será el segundo ámbito asistencial, después de Atención Primaria, con un mayor envejecimiento de sus facultativos. "Es preciso garantizar el relevo generacional", subraya y más si se tiene en cuenta que, según varias encuestas, al menos "un 15% de los médicos que acuden al sistema mir contemplarían acceder a esta especialidad si estuviera disponible".

Gran carga de trabajo

Los servicios de Urgencias y Emergencias se nutren ahora, básicamente, de especialistas en Medicina de Familia e Interna. "Más de un 30% (en torno al 34%) tenemos más de 50 años, y a los 55 se puede solicitar dejar de hacer guardias (noches y festivos), pero se debe mantener el servicio las 24 horas los 7 días de la semana los 365 días del año. ¿Cómo se hace eso sin relevo?", asegura el presidente de Semes-Aragón. En este sentido, recuerda que llevan cuatro veranos con una gran carga de trabajo y sin facultativos para sustituciones: "Estamos bajo mínimos, y espero que este año la Administración no nos ponga cortapisas porque si no nos tendríamos que ver obligados a cerrar áreas de los servicios de Urgencias". La presión asistencial antes disminuía en el periodo estival, pero hace ya varios años que "aumenta".

En 2022 se batió el récord de atenciones en Urgencias en Aragón y en los dos primeros meses del año se mantiene un nivel alto en cuanto a carga asistencial. "En los hospitales grandes nos enfrentamos a un problema de drenaje para trasladar a planta a los pacientes por falta de camas, con numerosos enfermos a los que hay que atender, que se suman a los que van llegando al servicio", destaca Marrón.

"La medida supondría una mejora de la calidad asistencial"

El doctor Pedro Parrilla se jubiló como jefe de unidad de Urgencias del Hospital Miguel Servet en diciembre de 2022 con 66 años. Más de tres décadas de trabajo que le permiten tener una visión amplia de las carencias y necesidades de este servicio, donde considera fundamental la creación de una especialidad que contemple "todos los conocimientos teóricos, técnicas y habilidades necesarias para llevar a cabo la asistencia".

"El 60% o 70% de los pacientes que ingresan en el hospital lo hacen a través de este servicio y el médico de Urgencias recibe patologías en las que la asistencia rápida (‘hora de oro’) supone una mejora en el pronóstico clínico y supervivencia", asegura. Además, "Urgencias constituye en la mayoría de los hospitales un colchón asistencial por la falta de camas hospitalarias así como de uci, siendo preciso tener pacientes semicríticos en zonas de monitorización con cuidados especiales". Y, como se demostró con la covid, "constituye la puerta de entrada de situaciones epidémicas, catástrofes medioambientales, atentados terroristas, accidentes múltiples... y sufre las deficiencias y demoras del sistema sanitario usándose como alternativa para la entrada a la asistencia".

Como el acceso laboral a Urgencias no requiere ninguna especialidad concreta "existen dentro de cada una ‘lagunas formativas’ que los profesionales han solventado a través de años de experiencia y con cursos de autoformación complementarios", señala. La incorporación de la Medicina de Urgencias y Emergencias al sistema mir "permitiría una formación homogénea en toda España, de igual calidad, como ocurre en el resto de las especialidades, con lo que esto supondría de mejora de calidad asistencial para el paciente y más equitativa".

"La asistencia se realiza 24 horas al día, 7 días a la semana y 365 días al año por lo que, desde mi punto de vista, Urgencias necesita un replanteamiento", dijo. Y a varios niveles: "Formativo, con la creación ineludible de la especialidad; administrativo, como servicio médico; y laboral, dado que su actividad difiere ampliamente del resto de especialidades, y aquí incluyo aspectos de jornada, penosidad de trabajo, riesgo asistencial, sobrecarga...".