educación
Las familias del María Moliner exigen tener cocina propia en su colegio
Lamentan que desde el curso 2018-2019, cuando se aceptó el proyecto, no se haya producido ningún avance.
Con sartenes, cacerolas y pitos se movilizaron este viernes las familias del colegio María Moliner para reclamar al Departamento de Educación cumpla con los compromisos adquiridos hace cinco cursos, cuando iniciaron todos los trámites para que este centro educativo de Zaragoza tuviera una cocina propia. "Vinieron los técnicos, se hizo un proyecto con el arquitecto y fue aceptado", han recordado desde la ampa.
Sin embargo, todavía siguen esperando. Y, mientras tanto, 139 menores que cada jornada se quedan al comedor continúan comiendo en la línea fría, cuyos alimentos pueden llevar congelados hasta una veintena de días. Hasta 84 están matriculados en Primaria y los otros 55 van a Infantil. "No sabemos ni siquiera dónde cocinan los alimentos, además de que son numerosas las quejas tanto por la calidad como por la cantidad", han incidido las familias.
En este sentido, han recordado, que cuando se quedan más niños de los habituales al comedor y no se produce ninguna baja entre los que van con regularidad, existe un problema de raciones. "Llegan las justas, por lo que si hay, por ejemplo, tres menores más, hay que repartir", han explicado. Y esto supone un problema, en especial, para aquellos que, debido a su situación familiar, esta es la "comida principal" que realizan.
No son los únicos que tienen un problema de estas características. El colegio Hispanidad también tiene desde 2019 diseñada, planificada y presupuestada la ampliación de la cocina para suprimir la línea fría. Y, como en el María Moliner, desde ese visto bueno de la Administración solo hay silencio. Por ello, también han comenzado este mes a movilizarse, coincidiendo con un "alarmante aumento" de quejas tanto por la cantidad como por la calidad de los alimentos.
El próximo martes, 28 de febrero, está previsto que se manifiesten las familias del colegio Puerta Sancho de Zaragoza para exigir "un comedor saludable y de calidad".
