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¿Debería eliminarse la fase ámbar de los semáforos?

Algunas ciudades sugieren que se evitarían accidentes en los giros a la derecha y la DGT insta a que se regulen mejor los tiempos de transición de fases.

Algunos ayuntamientos solicitan que la fase ámbar tenga sus días contados.
Algunos ayuntamientos solicitan que la fase ámbar tenga sus días contados.
Kurresti

Unos esperan, otros apuran y -en no pocas ocasiones- el resultado es un buen susto. Las fases en ámbar de los semáforos así como los tiempos de intermitencia pueden generar cierta confusión a los distintos usuarios de la vía, así sean peatones, ciclistas, conductores…

El debate surgió hace unos meses, cuando desde el área de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de Valencia se propuso acabar con el ámbar para reducir los accidentes de tráfico, y se ha ido extendiendo por las distintas asociaciones relacionadas con la movilidad, que ponen en cuarentena la sugerencia. De hecho, incluso la propia DGT ha tenido que salir a la palestra a desmentir que fuera una medida sobre la mesa, a pesar de que en muchas ciudades europeas no existe el ámbar que anticipa el cambio al rojo o el verde del semáforo.

“Nosotros creemos que lo importante y fundamental es que falta educación vial y respeto a las normas”, explica Miguel Ángel Bernal, de Stop Accidentes Aragón. “El problema es que conductores y peatones creemos tener preferencia cuando nos encontramos con un semáforo en ámbar”, explica, al tiempo que apuesta por hacer más pedagogía en lo referido a la seguridad vial.

Los giros a la derecha con carril bici son
los más conflictivos: hay muchos puntos ciegos

El Consistorio valenciano, en concreto, planteó eliminar el ámbar en los cruces con giro a la derecha de las grandes vías. Se identificaron estos puntos como los más conflictivos, después de que los accidentes, sobre todo de coches con ciclistas y patinetes, hayan regresado a los niveles prepandemia. Según los informes de la Policía Local levantina, eliminar el ámbar podría acabar con el 70% de la siniestralidad en estos cruces, en los que “se generan infracciones” y se detecta “una mayor agresividad”.

La DGT admite que en algunos casos podrían ajustarse los tiempos de transición, pero descarta eliminar el ámbar. En Zaragoza el tema también se ha planteado, sobre todo, después del aumento de atropellos y fatales accidentes con nefastas consecuencias en los últimos meses. El pasado 2 de enero el área de Movilidad se reunió con representantes de los diferentes colectivos para abordar el problema y se solicitaron propuestas para mejorar la seguridad vial.

Los semáforos de Corona de Aragón son de los más problemáticos.
Los cruces y semáforos de Corona de Aragón figuran entre los más problemáticos.
Guillermo Mestre

Javier Tello, portavoz de Zaragoza en Bici, explica que como “medida urgente a corto plazo” se trató la posibilidad de cambiar algunas señalizaciones o intervenir en las regulaciones semafóricas. También los representantes de Azuvemp, centrados en la movilidad personal, pusieron el acento en que los giros a la derecha con carril bici deberían olvidar el ámbar y mantener una fase en rojo para los coches. Explican que muchos conductores que giran a la derecha no tienen una visibilidad plena y compartir fases semafóricas con vehículos a motor resulta muy conflictivo. Desde Zaragoza en Bici ponen los ejemplos de los muy mejorables giros en la avenida de Valencia con García Sánchez o Escosura y del eje de Corona de Aragón, por ejemplo, con la calle Lorente. Estos colectivos solicitan que la fluidez del tráfico no se anteponga a la seguridad y solicitan también que se inste a la Policía Local a hacer campañas para aclarar, al menos, que la prioridad es el verde sobre el ámbar.

Otra zona conflictiva detectada por algunos viandantes es la del puente de La Almozara con José Atarés. “Los vehículos que vienen de la rotonda hacia el puente, giran a la derecha, y se les pone el semáforo en ámbar intermitente cuando aún están pasando bicis y patines. A veces, si coincide con una furgoneta o un autobús, el conductor no ve si vienen bicis o no”, explica María Jesús Grávalos, que en más de una ocasión se ha llevado un susto. “En general, los conductores se despistan y en cuanto se pone en ámbar arrancan”, afirma citando otro cruce espinoso como es el de Valle de Broto con Gómez Avellaneda.

Con el debate en la calle, en otras ciudades se ha propuesto crear patrullas específicas de Policía Local para los ejes ciclistas o limitadores de velocidad en algunas curvas. La DGT insiste en que no pretende suprimir la luz ámbar de los semáforos, pero al mismo tiempo reconoce que hay algunas ciudades en las que se deberían revisar los protocolos para ajustar los tiempos de este ciclo y evitar situaciones de peligro. En un amplio reportaje de su revista titulado elocuentemente ‘El peligro está en el ámbar’, señala que su intención es que se eliminen los mensajes contradictorios en los que “siempre va a salir perdiendo el usuario más vulnerable de la vía”. 

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