Música en Zaragoza para los militares ucranianos heridos: "Emociona ver gente que sufre tanto por mí país"

El Hospital Militar de Zaragoza ha acogido este domingo un concierto de agradecimiento al personal sanitario y voluntarios que atienden a los militares ingresados.

Algunos de los militares ucranianos heridos que han asistido al concierto junto a miembros y voluntarios de la asociación AURA y compatriotas invitados
Algunos de los militares ucranianos heridos que han asistido al concierto junto a miembros y voluntarios de la asociación AURA y compatriotas invitados
Oliver Duch

La obra ‘Melodía’, del compositor ucraniano Miroslav Mikhailovich Skoryk, y el himno nacional de Ucrania se han escuchado en la tarde de este domingo en el Hospital Militar de Zaragoza. A cinco días del primer aniversario de la invasión rusa, el 24 de febrero, el grupo oscense La Movida ha ofrecido un concierto en el salón de actos del centro con el que la Asociación Ucraniana de Residentes en Aragón (AURA) quiso agradecer el trabajo del personal sanitario y los voluntarios que atienden a los militares heridos en la guerra. Actualmente hay 14 pacientes y está previsto que lleguen otros tantos esta semana.

"Me emociona mucho ver aquí a gente de mi tierra que ha sufrido de una forma tan directa las consecuencias de la guerra por mi país", contaba Yulia Yaremko, pianista ucraniana del grupo oscense que actuó altruistamente. En verano hará 15 años que vive en España, donde ya residían familiares suyos.

"La guerra tiene que acabar, no hay que perder la esperanza de que sea pronto, pero hoy por hoy parece que va a durar años", lamentaba antes de subir al escenario con los otros cuatro componentes de la banda para desgranar un repertorio del rock de los 70 y 80.

La cita ha tenido una invitada especial, la nadadora paralímpica Olena Akopyan, que llegó a Zaragoza el pasado marzo con sus dos hija gemelas de 12 años huyendo de la guerra y dejando atrás su hogar en Bovary, a 20 kilómetros de Kiev. La suya es una historia de amistad con la también nadadora aragonesa y una de sus principales rivales en la piscina Teresa Perales. Una vez aquí también ha contado con la ayuda de la Fundación DFA, que le ha facilitado una vivienda que las tres comparten con otro refugiado ucraniano con discapacidad que llegó hace poco.

Con un palmarés de 15 melladas paralímpicas y 73 en total entre natación, biatlón y esquí nórdico tiene claro que cuando acabe el conflicto "volveré a casa porque quiero ayudar a reconstruir mi país, va a ser muy necesario", subrayaba. Consejera del alcalde de su ciudad y comentarista deportiva huyó cuando las bombas caían alrededor de su hogar y "con una silla de ruedas no podía acceder a ningún búnker ni sótano, y tampoco iba a enviar a mis hijas solas".

Antes de comenzar el concierto, los militares ucranianos, prácticamente acudieron todos, quisieron fotografiarse con ella y con las voluntarias de la asociación AURA que hacen de traductoras y acuden diariamente.

El director del Hospital Militar, Juan Antonio Lara Garrido, y el teniente coronel médico, Alfredo Martín, han ejercido de anfitriones. Martín recordaba que los primeros tres heridos llegaron el pasado 5 de mayo y desde entonces han tratado a 25 que ya han vuelto a su país, además de los 14 que siguen en la capital aragonesa, uno de ellos internado en el Miguel Servet. El piloto de avión, Andrii Maxim, al que han tratado las dos piernas y la espalda porque tuvo que tirarse en paracaídas de la aeronave que pilotaba y que fue derribada, es el paciente que lleva una estancia más larga.

"La guerra tiene que acabar, no hay que perder la esperanza de que sea pronto, pero hoy por hoy parece que va a durar años"

"Todos han sido tratamientos complejos, normalmente se trata de heridas de armas de fuego o minas con afecciones no solo óseas sino también arteriovenosas y musculares, además de que suelen estar contaminadas. Sin olvidar las secuelas psicológicas", resumía Martín. El centro ya ha ampliado su plantilla con 20 trabajadores interinos, solo falta el traumatólogo, para poder afrontar la presión que está generando la atención a los militares ucranianos. Esta semana tienen previsto recibir a 14 más.

AURA fleta el vigésimo camión

Las iniciativas para recaudar fondos continúan sin descanso. Svitlana Hrabets , una profesora ucraniana que llegó a España hace casi 23 años, se desplazó desde Fraga, donde reside, para vender un cuento y dibujos solidarios hechos por Veronica Lopatyuk, una niña de 11 años nacida en Fraga. "Sus dibujos han cambiado desde que comenzó la guerra, eran muy alegres y coloridos y ahora pinta lágrimas y muchas alusiones a su país", explicaba.

La presidenta de la asociación AURA, Alina Klochko, aprovechaba para hacer un pequeño balance del trabajo que han desarrollado durante este año de una guerra "cruel y sin sentido". La agrupación está preparando el vigésimo camión con ayuda humanitaria que va a fletar y hasta ahora ha enviado una docena de vehículos: seis ambulancias, cinco todoterrenos y un minibus. Klochko hacía un llamamiento por la necesidad de donaciones tanto económicas como de productos alimenticios envasados.

Cuando se acerca el triste aniversario, su ruego es que el conflicto, el "dolor" y las "necesidades" del pueblo ucraniano no caigan en el olvido. "Nosotros luchamos aquí todos juntos y a nuestra manera", afirmaba. Y se dirigía así a los soldados: "Sois ejemplo para todo el mundo. Gracias a vosotros estamos libres".

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