Primer aniversario de la guerra de Ucrania: Aragón ha acogido a más de 3.605 personas desplazadas
Las entidades sociales atienden a más de 600 en el programa de refugiados. Intentan rehacer su vida mientras el sueño de volver a su país se desvanece.
A pocos días de que se cumpla un año de la invasión de invasión de Ucrania por Rusia, las esperanzas de los que huyeron de la guerra de regresar a sus hogares se desvanecen ante una nueva escalada en el conflicto armado, las perspectivas de paz que decrecen y una situación humanitaria del país cada vez peor.
Desde que estalló el conflicto el 24 de febrero de 2022, en la Comunidad se han expedido 3.605 autorizaciones de protección internacional (2.059 en Zaragoza, 930 en Huesca y 616 en Teruel) que les permiten contar en un tiempo récord con permiso de trabajo y de residencia. Atrás han quedado las llegadas masivas y un día de febrero se pueden tramitar una docena de estas autorizaciones y ninguna en Huesca y Teruel, según datos facilitados por la Delegación de Gobierno.
Es difícil saber con exactitud cuántas familias que salieron de forma precipitada de sus hogares residen actualmente en la Comunidad. En las entidades sociales Accem, Cruz Roja, Fundación Cepaim, Fundación Apip- Acam, YMCA, Hijas de la Caridad y la Fundación Iniciativa Solidaria Ángel Tomás atienden a más de 600 personas. Un 80% son mujeres con hijos que han emprendido un itinerario para lograr una autonomía económica y social dentro del programa de refugiados dependiente del Ministerio de Inclusión.
Hay otras familias que, fuera de los servicios de emergencia habilitados por las administraciones, siguen adelante gracias al apoyo de familiares y amigos. Es el caso también de la Asociación asistencia a la infancia, que desde hace más de dos décadas trae de vacaciones a niños de la zona afectada por la catástrofe nuclear de Chernóbil y que han abierto las puertas de sus domicilios a aquellas niñas, sobre todo, que hoy son madres. La iniciativa solidaria de la empresa Forestalia ha facilitado también la llegada a Andorra de 200 ucranianos, el cuarto grupo el pasado miércoles, y en breve se espera que se sumen 20 personas más.
Otra cifra que permite hacerse una idea de los que se han afincado en Aragón son las de aquellos que solicitan la ayuda directa de 400 euros mensuales (más otros 100 por cada menor a cargo) por un periodo de seis meses a la que pueden optar si están fuera del sistema de protección oficial. Hasta el momento se han concedido 69, correspondientes a 37 adultos y 32 niños y adolescentes, por valor de 108.00 euros, de acuerdo con el balance de la DGA. Cruz Roja, que se encarga de su tramitación, ha valorado ya 172 expedientes de adultos que consideran cumplen todos los requisitos.
Las aulas y las consultas médicas también aportan una fotografía aproximada. El número de estudiantes ucranianos desplazados escolarizados asciende a 1.476, de ellos 782 en Zaragoza, 407 en Huesca y 287 en Teruel. Desde que comenzó la guerra se ha prestado asistencia sanitaria a 2.046 en la provincia zaragozana, 863 en la oscense y 621 en la turolense.
La falta de vivienda de alquiler dificulta la inserción social
Aprender español es la primera dificultad con la que se han encontrado "sobre todo los que tienen muy claro que quieren volver en cuanto puedan y no ven la necesidad de aprenderlo", apunta Beatriz Larraz, responsable del programa de protección internacional de Cruz Roja en Aragón. La falta de vivienda de alquiler por su alto precio es otro inconveniente que frena su integración "a pesar de que hay una mayor sensibilización con Ucrania respecto a otras nacionalidades de refugiados", reconoce Larraz. Las entidades trabajan con un techo de precios que les marca el Ministerio y recurren a pueblos donde hay trabajo y facilitan un alojamiento.
La coordinadora de la Fundación Cepaim, Pilar Bernadó, calcula que cerca de un 20% han vuelto ya a Ucrania o a países del entorno. Julia Ortega, responsable de Accem, alerta sobre otro problema que se avecina: los ucranianos mayores de 65 años que están acogidos al programa de refugiados se quedarán sin ningún tipo de cobertura cuando finalicen los 18 meses que como máximo pueden permanecer en él.
