Aragón pone en marcha el proyecto para unir las estaciones de Astún y Formigal que generará un impacto anual de 50 millones
La DGA, la DPH, Aramón y la estación de Astún firman el convenio para impulsar la infraestructura, valorada en 34 millones y que generará un impacto de 50 millones anuales en sus tres primeros ejercicios.
"Es el cumplimiento de un sueño". Así ha valorado el presidente aragonés, Javier Lambán, la firma este martes del convenio de colaboración para unir las estaciones de esquí de Astún y Formigal, que implica una inversión de 34 millones de euros en una telecabina de 4,3 kilómetros que debe estar lista a finales de 2025. La previsión oficial es que genere un impacto económico de 50 millones anuales en sus tres primeros ejercicios, un tercio más de lo que registra ahora el sector de la nieve. Además, se confía en ganar 125.000 esquiadores, un 9% más, según las estimaciones de Aramón.
La Sala de Columnas de la Presidencia de la DGA ha sido el escenario elegido para la puesta de largo del proyecto, con el que se pretende que el Pirineo aragonés dé el salto al mercado internacional gracias a contar con el undécimo dominio esquiable del mundo.
El Ejecutivo autonómico, la Diputación Provincial de Huesca, Aramón y Eivasa (propietaria de Astún) han sellado el convenio con el que se pone en marcha la maquinaria para conectar las estaciones del valle del Aragón (Astún y Candanchú) con la de Tena (Formigal). El reparto de tareas es muy claro: la DPH asumirá la licitación de las obras y Aramón promoverá el Plan de Interés General de Aragón (PIGA) que haga posible acelerar los trámites a la mitad.
El siguiente paso lo dará "de inmediato" el 'holding' aragonés de la nieve, participado al 50% por la DGA e Ibercaja, con la petición de la declaración de interés autonómico, a la que le sucederá seguidamente la presentación de toda la documentación necesaria para iniciar la aprobación inicial del PIGA de la unión.
La planificación
Si el cronograma se cumple, las preceptivas autorizaciones y el procedimiento de licitación y adjudicación de las obras deberían rematarse, como muy tarde, para la finalización de la temporada de esquí 2024-2025, de modo que se disponga de un mínimo plazo para acometer el tendido de la telecabina a través de Canal Roya. Esto conllevará la instalación de 40 pilonas y 8,8 kilómetros de cable (entre ida y vuelta del recorrido), con dos estaciones motrices en los extremos y otra intermedia.
Lambán, ha defendido la sostenibilidad del proyecto y ha manifestado que la firma del convenio que lo impulsa "significa el cumplimiento de un objetivo, yo diría de casi que un sueño, que mi gobierno abrigó en la cabeza y el corazón desde nuestra llegada al Pignatelli en 2015".
Lambán se ha expresado así al abrir el acto en el que el vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga; la consejera de Economía y presidenta del Consejo de Administración de Aramón, Marta Gastón; el presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia, y el director general de la Estación Invernal Valle de Astún, Jesús Santacruz, han firmado el convenio.
"Queríamos fortalecer el sector de la nieve, teníamos la firme voluntad de invertir, de desarrollar proyectos largamente acariciados, como la unión de estaciones, y poco a poco lo fuimos materializando con hechos concretos", ha glosado. El jefe del Ejecutivo autonómico ha dicho que este proyecto convertiría a Aragón en el mayor dominio esquiable de España solo con la unión de estas dos estaciones, y en el número 30 del mundo, un posicionamiento que aún podría ir más allá, hasta el puesto 11 en kilómetros, con la incorporación de Candanchú y Panticosa. El presidente ya ha adelantado que la firma del convenio con Astún y Candanchú podría sustanciarse la próxima semana.
También ha enfatizado que el proyecto es "impecable" desde el punto de vista ambiental y "se ajustará estrictamente a criterios de sostenibilidad". Ha añadido que para disipar cualquier "duda, fantasma y espantajo", "no habrá urbanizaciones, ni usos desmedidos de las posibilidades del territorio, ni explotaciones abusivas de ninguna clase".
El resto de firmantes han puesto en valor la solidez y el apoyo masivo de las gentes del territorio. Tanto Miguel Gracia como Arturo Aliaga han afirmado que tanto los ayuntamientos, como el sector hostelero y los agentes sociales de la zona, apoyan “sin fisuras” el proyecto, dado que se trata de garantizar su viabilidad presente y futura. También el responsable de la estación de Astún ha puesto el acento en la atracción de empleos de calidad, pues en las estaciones de esquí la tecnología avanza rápidamente y precisarán informáticos, electrotécnicos, ingenieros, financieros, gestores, administrativos, etc.
El vicepresidente Aliaga ha enfatizado que se da un salto "cualitativo y cuantitativo" para garantizar su futuro. “Este es un proyecto serio y sostenible para crear un destino rural de fuerza y con el parámetro de la sostenibilidad como base”. Por su parte, la consejera de Economía y presidenta del grupo Aramón, Marta Gastón, ha insistido en que el proyecto se ha diseñado “con mimo y delicadeza”. La sostenibilidad, la garantía de la legislación vigente y la posibilidad de reversibilidad de toda actuación son razones que avalan tales afirmaciones y el apoyo mayoritario al proyecto.
El desarrollo del proyecto, en el que Aramón ha invertido en torno a medio millón de euros, cuenta con un presupuesto de 34 millones de euros, de los que 26,4 millones provienen de los fondos Next Generation UE. La telecabina, que recorrerá 4,3 km entre Formigal y Astún, tardará menos de 15 minutos en realizar su recorrido, y puede trasladar 2.400 personas cada hora, tal como ha como ha relatado la consejera Marta Gastón. A partir de la unión de estaciones, se prevé un aumento, en solo tres años, de un 9% del número de esquiadores/visitantes, que se situaría alrededor de 125.000.
Lambán ha asegurado que las discrepancias "pactadas" entre los socios tampoco serán un problema, hasta el punto de que la Consejería de Vertebración del Territorio, con el nacionalista José Luis Soro al frente, asumirá la supervisión y aprobación del PIGA.
