El Partido Popular presentará en Zaragoza a sus candidatos para las próximas elecciones autonómicas. Será el 14 de enero en el World Trade Center, donde el líder de la formación en la Comunidad, Jorge Azcón, actuará de anfitrión tras anunciar que optará a la DGA. Una semana después el protagonismo será para los aspirantes municipales, esta vez en un acto en Madrid el día 21. Para entonces, el aún alcalde de la capital aragonesa habrá tenido que desvelar el nombre de su sucesora, María Navarro o Natalia Chueca, concejales de su actual equipo de gobierno.

Fotos de Jorge Azcón en la Junta Directiva Nacional del PP junto a Feijóo

La decisión es cuestión de “días o semanas” ha asegurado este lunes Azcón a las puertas de la sede de PP en Madrid, donde el presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo, se ha dirigido a los miembros de la Junta Directiva Nacional con dos objetivos: conjurar a los suyos para afrontar la actual escalada de tensión política contra el Gobierno de Pedro Sánchez, y para impulsar la campaña de los comicios autonómicos y locales.

“Cuando nos reunamos en Zaragoza para arrancar las autonómicas y en Madrid para las municipales estaremos empezando a dar una solución a nuestro país, es un año crucial para España”, ha arengado el líder conservador, que momentos antes de su discurso se ha fundido en un abrazo con Azcón para por su nuevo rol de candidato al Gobierno de Aragón.

"Sanchismo periférico"

“España está demostrando que tenemos buenos líderes, buenos equipos y un proyecto alternativo”, ha añadido Feijóo, que se ha mostrado confiado de que los candidatos del PP lograrán “ganar al ‘sanchismo’ periférico”, en referencia a barones socialistas como el aragonés Javier Lambán.

Y su receta, que Azcón ha trasladado a la comunidad aragonesa con Cs y el PAR, pasa por ampliar el espectro electoral, especialmente por el centro, al ofrecer “un proyecto sin etiquetas, que recupere la política, la democracia y la regeneración de verdad”. “Convoco a mi partido -ha expresado-, pero también a los que están fuera, a los que quieren volver porque reconocen en esta casa una política imprescindible para el conjunto, también a quienes apoyaron a este Gobierno de buena fe y ven que con su voto se ha hecho lo contrario de lo que se comprometió”.

En cambio, el líder popular, que según las encuestas solo podría gobernar de la mano de VOX, ha querido marcar distancias con la extrema derecha. “No me van a mover de la moderación. Si alguien quiere un radical en el Gobierno ya lo tienen”, ha advertido. Por contra, ha ofrecido su “trayectoria, palabra y experiencia”.