Úteros de tela y otros simuladores para entrenar hasta siete técnicas de parto

Más de sesenta profesionales participan en el curso organizado, de manera pionera, por la Asociación de Ginecología y Obstetricia de Aragón. 

Ligia Gil, en el centro, mientras practica una rotación manual de la cabeza fetal.
Ligia Gil, en el centro, mientras practica una rotación manual de la cabeza fetal.
Oliver Duch

Alrededor del 20% de los partos presentan complicaciones. Es precisamente en este tipo de situaciones en las que este miércoles se entrenaron un total de 66 ginecólogos en la Universidad de Zaragoza. "Hemos creado un circuito de siete estaciones que simulan situaciones de emergencia en obstetricia", detalló Sergio Castán, ginecólogo y coordinador de este taller que se enmarca, de manera pionera, dentro del X Curso de Formación Continuada de Ginecología y Obstetricia de Aragón.

En pequeños grupos o de manera individualizada, dependiendo de la técnica a ensayar, los facultativos se afanaban en practicar las técnicas que se deben aplicar cuando un bebé viene de nalgas, se produce una hemorragia en el posparto o es necesario realizar una sutura después de un desgarro. Para ello contaban con todo tipo de materiales como úteros de tela, muñecos u otras reproducciones. "Con estos simuladores tenemos la posibilidad de errar y de corregir el error sin perjudicar a la paciente", recordó el ginecólogo, quien resaltó que todas las maternidades españolas deberían hacer este tipo de entrenamientos.

No suele ser así. Por ello, la demanda para cursarlos es alta. "Hay que practicarlo al menos una vez al año", detalló Natalia Abadía, una de las ginecólogas que participaba en el taller. En su caso, todas las situaciones de emergencia que ha vivido se han producido mientras era residente y tenía el apoyo de su adjunto. "Cuando estas solo, estos talleres te dan seguridad para recordar, por ejemplo, cómo se hincha el balón de Bakri para parar una hemorragia", especificó.

En este sentido, su colega de profesión Ligia Gil recordó que aunque estas técnicas se hayan estudiado muchas veces, no tienen nada que ver con la realidad. "Por eso ayudan mucho estas simulaciones", puntualizó mientras practicaba cómo realizar una rotación manual de la cabeza fetal. Javier Navarro, también ginecólogo, reparaba desgarros de tercer y cuarto grado: "No es una complicación muy frecuente, pero es importante hacerlo bien porque puede tener complicaciones graves a futuro".

La importancia de la técnica

Los libros, puntualizó Castán, explican qué hay que hacer, pero no cómo efectuarlo. En este contexto, la práctica de estas habilidades es fundamental. "Ahora tenemos más recursos técnicos y más pruebas complementarias, pero menos habilidad manual. Queremos que la gente recupere esta competencia porque hay casos que sin esa habilidad son imposibles de resolver", insistió. Como resultado, cada vez más partos terminan en cesárea.

El mayor problema al que se enfrentan en estas simulaciones es el elevado precio de los aparatos. "Y cuando se tienen, se limita su uso porque no queremos que se estropeen", enfatizó. Por ello, en el curso de ayer se utilizaron materiales como tela o gomaespuma para reproducir úteros u otras zonas femeninas. "Más que tener simuladores caros, lo importante es tener un buen profesional que sepa lo que se trabaja en la simulación", resumió.

Este jueves y viernes el congreso se traslada al World Trade Center, donde además de talleres, se llevaran a cabo ponencias. “Intentamos evolucionar y tratamos temas de actualidad como la violencia obstétrica, la reasignación de sexo y las disfunciones sexuales”, explicó Laura Baquedano, presidenta de la Asociación de Ginecología y Obstetricia Aragonesa, organizadora del evento. También se abordarán cuestiones relacionadas con otras especialidades como el papel del deporte o de la música. “Hay herramientas paralelas que nos pueden ayudar y es un buen escenario para actualizarnos”, recalcó.

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