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La prisión de Zuera puede quedarse sin sus últimos tres médicos por su próxima jubilación
Instituciones Penitenciarias reconoce que tienen problemas para cubrir las plazas sanitarias que ofertan e insisten en que deben negociar esta competencia con la DGA.
El centro penitenciario de Zuera, que tiene 1.100 internos, puede quedarse sin los últimos tres médicos que tiene porque están en edad de jubilación (más de 60 años). Así las cosas, pueden anunciar a Instituciones Penitenciarias su próxima retirada (al parecer alguno ya lo ha comentado) y el relevo de los facultativos actuales no será fácil.
Estos puestos sanitarios están “peor pagados” que los de sus colegas en la Seguridad Social (alrededor de 600 euros menos al mes), reconocen fuentes de Instituciones Penitenciarias, y la DGA no avanza en la negociación con Interior sobre la asunción de la competencia de la sanidad penitenciaria, como han realizado otras comunidades (Navarra y País Vasco).
Fuentes penitenciarias denuncian que la Administración central “no tiene un plan B” para sustituir a los tres médicos en la cárcel de Zuera (donde hubo hasta diez plazas de facultativos) y la “carga de trabajo” que acumulan ellos y las enfermeras puede suponer que “la jubilación de uno provoque la de los otros dos a continuación”.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias admite que hay “un problema” en la atención médica de los presos porque al convocar las plazas de médicos no se presentan opositores o los que acuden acaban marchándose por la “falta de competitividad” frente a la sanidad pública o privada.
En este sentido, el Ministerio del Interior reclama que se cumpla la ley 16/2003, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, que exige que las comunidades autónomas se hagan cargo de la administración sanitaria de las prisiones. Pero lo cierto es que solo han asumido esta competecia el País Vasco en 2011 y Navarra, que lo suscribió en 2021.
Curiosamente, las dos regiones que lo han asumido tienen su Hacienda particular, y eso les concede autonomía en esta materia, mientras fuentes del Gobierno de Aragón señalan que de momento no hay avances a este respecto con el Gobierno central.
Críticas de los sindicatos
El portavoz del sindicato Acaip-UGT, Mariano Sainz, denuncia que hay “riesgo” de que “en poco tiempo” la prisión de Zuera se quede sin médicos porque “no hay un plan B” para sustituir a los que se van a jubilar. “Ningún médico quiere venir aquí y eso supone un drama para las enfermeras, que se cargan con el trabajo. Ahora se habla de médicos coyunturales o incluso de videoconferencias como una alternativa”, critica el sindicalista.
En el mismo sentido se pronuncia el sindicalista Alfonso Peiró, de CSIF: “No se cubren las plazas de médicos de las prisiones” porque sus salarios son inferiores a los de la Sanidad pública, “están mal pagados” y hay una “falta de voluntad” por parte de la DGA a la hora de asumir la competencia.
“En realidad es un problema económico. No se puede cargar la responsabilidad en los médicos, tienen un valor tremendo, sobrellevan la situación de forma heroica desde hace tiempo. Pero no pueden seguir más tiempo así. Y si se jubilan sin que se cubran sus puestos, lo acabarán pagando las 12 enfermeras que hay en Zuera", denuncia Alfonso Peiró.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias señalaron que la solución de la telemedicina se ha utilizado para cubrir las guardias como un programa piloto. Pero en la cárcel de Zuera no se cubren los horarios nocturnos desde 2021 al no poder repartir los turnos para los tres médicos. “Acabaremos con que las enfermeras tengan que sustituirlos o que haya que traer más ambulancias para llevarse a los reclusos a un centro hospitalarios donde puedan atenderlos”, señalan.
La carencia de médicos puede provocar hasta que se comprometa la entrada de reclusos en módulos de aislamiento, ya que en esta situaciones los facultativos tienen que hacer un seguimiento del interno. En estos momentos, se encuentran en aislamiento tres yihadistas de los ocho que hay en la cárcel aragonesa. El interno más conocido de este módulo fue Igor el Ruso, que en su día precisaba la atención de cinco funcionarios cada vez que tenía que salir de la celda.
Denuncia de un suicidio
Hace casi un año, en diciembre de 2021, un interno se suicidió en la prisión de Zuera. Se trataba de O. C. G. Esto sucedió el mismo día que ingresó como preso preventivo por un delito de violencia de género.
Fuentes jurídicas señalaron que el proceso de reclamación de indemnización al Estado por esta muerte está en vías de realizarse. De cualquier modo, su muerte provocó que se reactivara el Programa Marco de Prevención de Suicidios, que se aplica a todos los internos noveles y con riesgo, que la llegada de la pandemia de covid paralizó.
