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Pablo Polo: "El Ebro es el primer ciudadano de Zaragoza"
El ex secretario de la Asociación de Vecinos de Vadorrey acaba de ser distinguido como Zaragozano Ejemplar.
Pocos zaragozanos ejemplares más unidos al río Ebro que Pablo Polo Sicilia.
Es que siempre me apasionó todo lo que flota en el río Ebro. Esa ha sido mi pasión, hacer que las cosas floten en el Ebro. Incluso hicimos flotar un barrio, Vadorrey, que creció entre el barro del Ebro.
A usted siempre le gustó el barro, eso es cierto…
Quizá como secretario de la Asociación de Vecinos de Vadorrey durante treinta años... Y sí, me gusta estar cerca para opinar con más criterio. En cuanto a Vadorrey, cerquísima, pues fui la segunda persona que llegó allí a vivir allá en los años 70, después de Andrés García Cabello, en lo que hoy es la calle Nobleza Baturra.
¿Cómo se llamaba entonces?
No tenía nombre. Era una urbanización nueva. Compré el piso porque era barato. Llegamos y comenzamos a hacer barrio entre campos, con calles sin asfaltar. Recuerdo que los taxistas no querían ir. Tampoco había iluminación. Los vecinos nos pagamos el asfaltado y creamos una línea de autobús propia y todo, ajena al Ayuntamiento.
Estaban aislados…
Y tanto. Intentamos conectarnos. También, darle vida al barrio. Propusimos construir el monumento a la jota. García Nieto encargó el monumento a Bayo para el Parque de La Jota. Luego compramos el último barco de Aragón. Estaba en una pared de una chatarrería en Villanueva de Gállego. Lo convertimos en un monumento al Ebro y se lo entregamos a la ciudad con González Triviño.
El Ebro, siempre el Ebro…
Es que el Ebro es el primer ciudadano de Zaragoza.
Desde luego.
Cuando apareció por estos pagos César Augusto, ya estaba el Ebro. Los romanos, que eran muy inteligentes, desviaron el río y lo hicieron recto a su paso por la ciudad. Todo lo demás son meandros. Querían controlar el único puente, el que ellos construyeron donde está ahora el de Piedra. De ese puente salieron reyes para ser coronados, papas para ser ungidos, en ese puente se quedó Carlomagno en su intento de tomar la ciudad...
Y no pudo pasar. Y luego, en la retirada, le dieron para el pelo los vascos en Roncesvalles.
Así fue. Los ríos eran entonces autopistas. Hasta Zaragoza remontaron los vikingos (varegos) y luego el río Aragón y el Arga, y secuestraron al rey de Pamplona. Les dejaron pasar los moros de la taifa de Zaragoza.
Antes de que Alfonso el Batallador entrara en Zaragoza (1118). Ya ha llovido desde entonces… Regresemos al Vadorrey actual.
Hoy, Vadorrey es una isla rodeada de vegetación a solo 1.200 metros del Pilar. Por cierto, mi vivienda era la más cercana al Ebro, apenas a 80 metros de la represa.
Le llaman azud…
Error: es una represa, que parece lo mismo pero no lo es.
El embarcadero está abandonado. Es muy triste.
Está abandonado, pero no es un embarcadero, sino un puerto.
Le gusta precisar a usted…
Me gusta hablar con propiedad. Es el único puerto de Zaragoza; los demás son embarcaderos. Y sí, está abandonado, de pena… Es un drama para los que lo amamos. Aun así, hay doce mil usos anuales. Hay cinco clubes de piragüismo que van por allí. Navegan a pesar de todo. Es nuestro carácter. Somos así los zaragozanos…
Ustedes también navegan para la Ofrenda a la Virgen.
Por supuesto. La Ofrenda Fluvial nació en 2008. Nuestros baturros, en vez de ir por la calle, vamos por el río. En la barca estamos autorizadas 22 personas. El resto, hasta 115 personas, en rondalla cantando por la margen izquierda del Ebro.
¿Cómo fue usted?
Yo, en el barco.
No era una barca...
No. ‘La Zaragoza’, que así se llama la embarcación, es barco porque lleva motor. Por cierto, el motor lo dirigía yo...
