La lista de espera quirúrgica registró a mediados de 2018 cifras reducidas, incluso había menos de 1.300 pacientes que llevaban más de seis meses pendientes de una intervención. En septiembre no se llegaban a 1.800 y, ahora, cuatro años después, este dato se ha cuadruplicado, situándose en 7.925 usuarios. A pesar de los esfuerzos del Departamento de Sanidad, desde que en agosto de 2020 se alcanzó el pico con 10.994 personas en esta situación, solo se ha conseguido bajar un 28% frente al objetivo que se habían marcado del 85% para finales de este año. Conscientes de la dificultad que suponía, ya en marzo se dieron un año más de margen. Para ello, se necesita reducir cada mes la lista de espera en 420 pacientes y este último apenas han sido 50.

Este nuevo planteamiento tampoco se antoja fácil, ya que como subraya el presidente del Colegio de Médicos de Zaragoza, Javier García Tirado, a pesar de "todo el esfuerzo", sigue siendo "insuficiente para atender la alta demanda asistencial que tiene el sistema". De hecho, Aragón se encuentra en el peor puesto del ranquin nacional, con una espera media de 183 días para ser intervenido y de 160 para ser visto por el especialista, según los datos del Ministerio de Sanidad a 31 de diciembre de 2021.

"Hay listas de espera abrumadoras", reconoce. Ejemplo de ello son los 2.751 pacientes que llevan más de seis meses esperando una intervención de Traumatología o los 1.484 que están en la misma situación de Cirugía General y de Digestivo. También llaman la atención los 886 que están a la espera en Neurocirugía, donde los usuarios tardan, de media, 556 días en ser operados, o lo que es lo mismo, año y medio. Es el retraso más elevado de la Comunidad.

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Los esfuerzos, señala García Tirado, se centran en reducir la lista de espera de aquellas patologías que son "amenazantes" para la vida, como las oncológicas. "El nivel óptimo para estos pacientes sería un mes o menos y, en general, debería estar en tres meses", reconoce. Una situación muy lejos de la realidad actual. "Hay muchísimos pacientes que están un año, año y medio y hay algunos de varios años porque su situación tiene un prioridad muy baja a nivel general, pero después de tanto tiempo, ya no lo es para el paciente", señala.

Tal es la situación que, en lo que va de año, el Justicia de Aragón ha recibido un total de 38 quejas referidas a los retrasos para las intervenciones quirúrgicas. Durante todo el 2021 se registraron 46, manteniéndose como la razón más repetida entre las reclamaciones sanitarias. Según apuntan fuentes de esta institución, a este punto suelen llegar aquellos que llevan más de un año sin ser atendidos y, en los casos más extremos, alguno ha alcanzado los cuatro años.

Falta de médicos y quirófanos

La pandemia disparó todos los indicadores, pero antes la tendencia ya había empezado a virar. Frente a los buenos datos de 2018 –que se habían ido bajando tras el pico registrado en 2014 con 7.245 pacientes–, a principios de 2020 ya había cerca de 4.000 aragoneses en esta situación. Ante este escenario, García Tirado afirma que el sistema sanitario está "estancado" y no ha crecido "en la medida que era necesario": "Tenemos más o menos la misma población, pero cada vez es más mayor, tiene más patologías y más necesidades de asistencia".

A ello se une la falta de especialistas, que el Salud intenta solventar con intervenciones en horario de tarde, bien a través de peonadas (el profesional cobra un complemento por alargar su jornada) o por mayores de 55 años que pueden decidir cambiar sus guardias por operar a enfermos. La intención es que hacer 600 intervenciones en este turno al mes, con las que atender a 2.400 pacientes.

La falta de espacios para operar es otro de los inconvenientes con los que cuenta la consejería que dirige Sira Repollés. "Los quirófanos tienen una capacidad limitada. Por la mañana están a plena ocupación, por la tarde también se usan y se está concertando con la privada", recuerda García Tirado. Incluso se están programando intervenciones en el Hospital Universitario Miguel Servet los sábados por la mañana. Pese a ello, considera el presidente del Colegio de Médicos que a "corto plazo" será "imposible" reducir la lista de espera: "Todas estas medidas habría que incrementarlas y prolongarlas en el tiempo".

Con "tristeza", reconoce que la "sanidad pública no está respondiendo en la medida en la que se debería", lo que está provocando un desarrollo exponencial de las clínicas privadas, principalmente en Zaragoza, donde está previsto que en menos de dos años se pongan en marcha dos nuevos hospitales. Por un lado, el grupo Quirón Salud Zaragoza espera tener en funcionamiento su centro en el primer semestre de 2024, mientras que el grupo Hernán Cortés (HC) lo hará en poco más de un año.

Y la situación en las consultas externas no es mucho más alentadora. Pese a que el departamento, por un fallo en el sistema de información, lleva sin actualizar esta lista de espera desde el mes de mayo, García Tirado reconoce que el problema es similar: "La mayoría tienen una demora muy importante para la primera visita y también para las revisiones". 

Lista de espera en septiembre de 2022