Las empresas públicas dejan sin invertir la mitad de lo aprobado este año para Aragón
Teruel y las obras hidráulicas son las principales afectadas del recorte estatal.
Las empresas públicas del Estado van a invertir este año en Aragón la mitad de lo previsto. Así lo reconoce el Gobierno central en su proyecto de presupuestos de 2023, donde entidades como Adif, Renfe o Acuaes anticipan el gasto real que van a acometer este ejercicio. Y según sus cálculos, de los 199 millones de euros que se iban a destinar a obras en la Comunidad, tan solo se ejecutarán 97,3 millones, un 51% menos. Entre los principales damnificados se encuentra la provincia de Teruel, en especial el corredor Cantábrico-Mediterráneo, pero también hay recortes o demoras en proyectos hidráulicos y de infraestructuras de Huesca y de Zaragoza.
El baile entre la partida inicial y la ejecución final es habitual en cualquier presupuesto, y más en un apartado, el de inversiones, sujeto a imprevistos de caras consecuencias –véase riadas, o incluso la erupción de un volcán–. También al retraso en la tramitación de los proyectos o en el desarrollo de las obras. Sin embargo, el desfase que presentan este año las empresas públicas en Aragón es especialmente abultado.
Al menos 101 millones de euros se quedarán sin ejecutar este año en la Comunidad según la previsiones de los propios organismos estatales a falta de algo más de dos meses para cerrar el ejercicio. Y Teruel es la más perjudicada. De los 50,1 millones que se iban a inyectar en la provincia, tan solo verán la luz 6,2 millones, principalmente por la baja aportación a la tan necesitada infraestructura ferroviaria de este territorio.
En concreto, el presupuesto aprobado para este año reservaba 20 millones para la construcción de apeaderos, la renovación de la línea y la electrificación del eje Sagunto-Teruel-Zaragoza. Pero Adif reconoce ahora que solo ejecutará, de momento, 335.000 euros. De igual modo, la partida prevista para el corredor Ten-t entre el Cantábrico y el Mediterráneo tan solo recibirá 2,2 millones de los 26,6 anunciados inicialmente.
El único y escaso consuelo para Teruel –al margen de lo que reciba de las inversiones no regionalizables, que afectan a más de una provincia–, se encuentra en las obras hidráulicas. La empresa pública Acuaes prevé destinar 2,2 millones frente a los 1,7 aprobados por el incremento de partida del recrecimiento del embalse de Santolea.
Zaragoza presenta una radiografía algo mejor. De los 102 millones presupuestados por las empresas públicas se ejecutarán 72,3. De nuevo Adif deja buena parte de algunas de sus partidas en el aire. El corredor hasta Sagunto, la infraestructura Ten-t y el plan de trincheras de las vías que discurren por las provincias recibirán hasta un 75% menos de lo aprobado. En total, este organismo prevé invertir 12,5 millones de los casi 25 que había reservado.
Regadíos en Zaragoza y Huesca
También Renfe se deja parte de los deberes por hacer. En su caso, se reducen notablemente partidas como la compra de material, que pasa de 17,7 millones a 3,4. En conjunto, los 30,9 millones que prometió el operador ferroviario en la provincia se quedarán en 17,1 millones, según sus propios cálculos.
En Zaragoza capital también cae la ejecución, aunque en este caso tan solo apunta a un leve retraso. De los 10,1 millones reservados para la nueva comandancia de la Guardia Civil, se gastarán 6,2 millones, suficientes para impulsar los trabajos y mantener la fecha de inauguración parcial para 2024. Mientras, Acuaes invertirá 4 millones más de los previstos en la provincia, hasta los 14 millones, gracias al incremento de gasto en los regadíos de la margen derecha del Ebro, entre Zaragoza y Fayón.
Finalmente, Huesca se tiene que conformar con el 40% de los 46 millones presupuestados. El freno en las inversiones se deja notar, en este caso, en la mejora y adaptación de la línea del Canfranc (solo 1,1 millones de los 9,5 previstos), así como en varias obras de regadíos, ya que la empresa pública Seiasa prevé ejecutar 8,3 de los 28,7 millones aprobados.
