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Los altos precios de la luz ahogan al regadío en una campaña marcada por la sequía
La factura eléctrica se ha multiplicado hasta por cinco para el bombeo en altura.
A la incertidumbre con la que se ha desarrollado la actual campaña de riego ante la ausencia prácticamente total de lluvia, las escasas reservas y unas elevadísimas temperaturas provocadas por una ola de calor tras otra, los agricultores han tenido que hacer frente además a unos disparados costes energéticos que están ahogando la viabilidad de los cultivos en regadío.
No todas las comunidades de regantes aragonesas atraviesan la misma situación, pero en todas ellas, advierte la organización agraria UAGA-COAG, los precios de la electricidad se han triplicado, en el mejor de los casos, respecto a los costes de hace solo un año, porque algunos regantes tienen que asumir facturas que quintuplican lo pagado hace apenas unos meses. "La situación más terrorífica se vive en los regadíos del Pebea", señala David Solano, miembro de la Comisión Ejecutiva UAGA-COAG, que recuerda que si todos los sistema de riego son grandes consumidores de energía, mucha más dependencia tienen los que corresponden al Plan Estratégico del Bajo Ebro Aragonés, situados en un tramo próximo al embalse de Mequinenza, del que obtienen el agua mediante elevaciones del Ebro hasta la cota 280 metros para riego de cultivos fundamentalmente leñosos. Si cada metro cúbico de agua costaba el pasado año unos 0,11 euros, el pasado mes de agosto este precio se había disparado hasta los 0,49 euros, con lo que una factura de unos 2.000 euros el pasado año se ha convertido en un pago que supera los 12.000 euros.
Existe también otro coste que sale directamente del bolsillo del agricultor. Dado que las comunidades de regantes son corporaciones de derecho público, no pueden desgravarse el IVA y tampoco pueden facturarles a los regantes para que sean estos los que perciban la deducción, «por lo que el sistema actual convierte este impuesto en un coste más para el productor», insiste el representante de UAGA.
Una doble potencia
"Necesitamos medidas a corto plazo para hacer frente a esta situación", señala Solano. De hecho la organización agraria ha planteado al ministro de Agricultura la necesidad de reducir al 10% el IVA de la luz. "Si se ha hecho en el gas, ¿por qué no se puede hacer con la electricidad", cuestiona el sindicalista. Además, y aunque es una reivindicación ya planteada desde hace tiempo, los agricultores insisten en la necesidad de poner en marcha una doble contratación de potencia: una para la campaña de riego, que es cuando se necesita disponer de una potencia elevada para realizar el bombeo, y otra (mucho menor) para el periodo en el que no se riega.
Esta medida llegó a estar incluida en los Presupuestos Generales del Estado de 2021 pero no llegó a desarrollarse y el Gobierno decidió que se introdujera en la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria, pero tampoco se ha desarrollado. Y por si fuera poco, el ministro, Luis Planas, daba hace apenas dos días un portazo a esta exigencia de los regantes asegurando que la implantación de la doble tarifa para el regadío "no se sitúa en el contexto actual", en el que lo prioritario es hacer una inversión y apuesta por el regadío sostenible impulsando las energías renovables.
Los regantes son conscientes de que el futuro está marcado por la instalación de parques fotovoltaicos que permita a las comunidades de riego ser autosuficientes en energía. Pero consideran que esta es una solución a "medio plazo", para la que, además, sería necesario, señala el representantes de UAGA, un "plan de choque, por ejemplo, a través de un Perte", que permitiera hacerlo de forma más ágil y menos gravosa.
Aragón cuenta con 420.527 hectáreas de regadíos, según los datos de la Encuesta de Superficies y Rendimientos de Cultivos (Esyrce), una cifra que supone el 10,84% del total nacional y que sitúa a la comunidad como la cuarta región en superficie de riego.
