Los partidos afinan en Aragón su estrategia electoral para un curso político de economía incierta

Fijan como prioridad vigilar la inflación, el cuatripartito con un presupuesto para 2023 y la oposición, bajando impuestos. Solo Lambán y Soro están confirmados como candidatos.

Un pleno en las Cortes de Aragón.
Un pleno en las Cortes de Aragón.
José Miguel Marco

Aragón encara el nuevo curso político con la mirada puesta en mayo de 2023 y la desconfianza que suscita afrontar un escenario económico incierto. Tal es así que el control de la inflación figura ya entre las prioridades de los partidos, que no descartan planes de choque para salir al rescate de familias y empresas. El cuatripartito (PSOE, PAR, Podemos y CHA) busca aprobar un presupuesto de 2023 que refleje la solidez del Gobierno y active, con los fondos europeos, las promesas electorales que retrasó la covid. Reclaman PP y Cs desde la oposición bajadas de impuestos, e IU exige progresividad fiscal. Son los últimos coletazos de una acción política que se verá pronto eclipsada por una larguísima precampaña donde solo Javier Lambán (PSOE) y José Luis Soro (CHA) han confirmado su presencia.

Tras un agosto más tranquilo de lo habitual, con los líderes recobrando fuerzas tras dos duros años de pandemia y antes de sumergirse en nueve meses de actividad frenética, los partidos perfilan los programas y las listas con los que pretenden recabar la confianza de los votantes. Nada tiene que ver esta décima legislatura con las anteriores. Primero, por la covid, que obligó a reorientar las prioridades y limitó la capacidad legislativa. Llegarán ahora las prisas con trece proyectos de ley en tramitación, entre los que figuran el del juego, el apoyo a las familias y la dinamización del medio rural, que se deben aprobar antes de que en abril de 2023 se disuelva la Cámara. Y después, porque el impacto positivo de los fondos de la UE apenas se nota y la crisis de Ucrania asfixia a las familias y las pequeñas empresas.

El debate sobre el estado de la Comunidad, en octubre, intensificará una carrera electoral que tensará al máximo la relación entre el PSOE y el PP, entre Javier Lambán y Jorge Azcón, hábiles gestores políticos curtidos en mil ‘batallas’ electorales. Sirvieron los rifirrafes por la nueva Romareda y la residencia Pirineos como aperitivo de unos desencuentros que irán a más. Y eso que habrá que esperar hasta 2023 para saber, de forma oficial, si el presidente del PP-Aragón y alcalde de Zaragoza opta a la presidencia o a la reelección.

Las encuestas sitúan a la capital como el eslabón más débil del socialismo aragonés. El 20 de septiembre finaliza el plazo para optar a las primarias del PSOE en municipios con más de 20.000 habitantes y Lola Ranera sigue sin desvelar qué hará. A Lambán y a Luis Felipe, regidor de Huesca, solo podría arrastrarlos al proceso con su firma el 40% de la militancia, y nadie lo espera. Con 24.837 afilados, los socialistas diseñan sus listas en "cooperación" con el territorio y perfilan el programa a través del diálogo y la escucha.

El PP, con 18.000 afiliados, inició en abril la confección de las listas y prevé anunciar este año quién las encabezará en los municipios con más de 10.000 habitantes. Un equipo multidisciplinar trabaja en el programa, que se conciben como "un proyecto político de calado y de un ámbito temporal de más de una legislatura".

La refundación de Ciudadanos

Cs atraviesa una situación compleja, con el abandono de la concejala Carmen Herrarte y con Víctor Serrano, uno de sus puntales, reconociendo que el partido está "en serio riesgo de implosión". Con 800 afiliados, esperará a que culmine el proceso de "refundación" antes de configurar las listas y el programa.

En otoño desvelará Arturo Aliaga si vuelve a encabezar la lista del PAR a las Cortes. Y no es una cuestión menor. Se le ha visto cómodo al aragonesista en un complejo cuatripartito trasversal y centrado que se podría romper en 2023 cuando cada formación necesite afianzar su espacio político. El PAR, con 1.800 afiliados, espera fraguar 500 candidaturas y cerrará el proceso en el primer trimestre del año que viene.

Vox suma 2.338 afiliados, pero su tirón se ha resentido tras el ‘pinchazo’ electoral en Andalucía. No está claro si liderará la lista a las Cortes Santiago Morón o si Julio Calvo, presidente del partido el Zaragoza, dará el salto de la plaza del Pilar a La Aljafería, en un proceso que tutelan desde Madrid.

Y luego está la izquierda a la izquierda del PSOE que, salvo sorpresa mayúscula, llegará tan dividida como hasta ahora a las autonómicas y las municipales. CHA, con 3.073 inscritos, va por libre en las locales. Tiene muy avanzada la elaboración de las listas, con los candidatos a las Cortes asignados y un programa que aprobará este año. Las primarias en municipios de más de 5.000 habitantes se celebrarán antes del 31 de enero. Podemos y IU_más que ‘sumar’ se alejan. Los de Maru Díaz quieren exhibir su gestión en la DGA y desplazan a los afines a Yolanda Díaz; los de Álvaro Sanz redoblan las críticas y se reivindican como oposición. Sin acuerdo programático hablar de listas de consenso parece una quimera; aunque todo podría pasar. Fuera, aún, de las Cortes está Teruel_(y Aragón) Existe, que esconde su táctica electoral. Como el resto.

Con unas Cortes fragmentadas, tan importante como la victoria en las urnas será la habilidad para tejer alianzas postelectorales. Los pactos y la empatía dan acceso a las llaves del Pignatelli. Al diseñar estrategias conviene tenerlo claro.

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