Otra ola de calor pone en alerta a Aragón y dispara de nuevo el riesgo de incendios

La DGA activa el Plan de Protección Civil ante la previsión de altas temperaturas. Un fuego en Loporzano pudo ser controlado este jueves tras quemar 100 hectáreas.

Incendio forestal en Loporzano (Huesca).
Incendio forestal en Loporzano (Huesca).
Verónica Lacasa

Una nueva ola de calor ha obligado al Gobierno de Aragón a activar a partir de las 8.00 de este jueves la fase de alerta del Plan Territorial de Protección Civil de Aragón (Platear). La situación de riesgo está motivada por temperaturas que en varios puntos de la Comunidad Autónoma pueden alcanzar los 40 grados.

La Agencia Estatal de Meteorología ha emitido un aviso naranja para las provincias de Huesca y Zaragoza, que entre las 13.00 y las 21.00 de este viernes rondarán los 39º y 40º grados. La alerta baja al nivel amarillo en la provincia de Teruel, con máximas que oscilarán entre los 36º y 38º grados.

Desde Protección Civil se insta a los municipios a que extremen las precauciones por el aumento de las temperaturas. De hecho el Ayuntamiento de Huesca decidió este jueves a última hora cambiar la ubicación de dos actividades infantiles de las fiestas de San Lorenzo para garantizar un espacio con mayor superficie de zonas de sombra, y por lo tanto más seguro, dadas las elevadas temperaturas en las horas centrales de la mañana y de la tarde.

Pero además de los riesgos para la salud humana, la ola de calor implica un grave peligro por los incendios forestales. La mayor parte del territorio aragonés está en alerta roja.

Este jueves saltaron todas las alarmas por el fuego declarado en el término municipal de Loporzano, en la comarca de la Hoya de Huesca. Las llamas arrasaron 100 hectáreas de superficie agrícola y forestal, según la primera estimación de la DGA, aunque el Ayuntamiento cree que la cifra puede llegar a las 200, una cuarta parte de zonas de cultivo y el resto de carrascas. El incendio se dio por controlado ocho horas después de iniciarse gracias a la rápida intervención de numerosos medios aéreos.

Comenzó a las 13.00 por causas que aún se desconocen en el cauce del barranco del río Flumen, junto a la presa del embalse de Montearagón, entre los términos municipales de Quicena y Loporzano, a pocos kilómetros de la capital oscense.

En un primer momento intervinieron tres cuadrillas helitransportadas, cuatro cuadrillas terrestres y tres autobombas del Operativo de Prevención y Extinción del Gobierno de Aragón (Infoar), además de siete medios aéreos del Ministerio (tres aviones, tres helicópteros de extinción y un helicóptero de coordinación).

Sobre las ocho de la tarde se consideró estabilizado y los medios aéreos del Ministerio ya se pudieron retirar. A las 21.40 se informó de que estaba controlado. Continuaron por la noche en labores de vigilancia cuatro cuadrillas terrestres, tres autobombas y un bulldozer.

El alcalde de Loporzano, Jorge Luis, consideró que el amplio dispositivo aéreo resultó providencial para atajar el fuego en unas horas, sobre todo en áreas poco accesibles de barrancos. La cercanía del agua para cargar los aviones, en el embalse de Montearagón, facilitó el trabajo.

No fue menos decisiva la ayuda de numerosos agricultores. El Ayuntamiento hizo un llamamiento y enseguida respondieron acudiendo con los tractores para realizar cortafuegos. «Su colaboración ha sido muy generosa y han conseguido quitar el miedo a que las llamas se desplazasen hacia el pueblo de Barluenga», explicó el alcalde. Llegaron desde Barluenga y Sipán, pero también desde núcleos más alejados como Chibluco o San Julián. Jorge Luis señaló que se preparó avituallamiento para un centenar de integrantes del operativo.

A lo largo de la tarde las llamas fueron a menos pero las altas temperaturas y la sequía impidieron bajar la guardia. Durante toda la noche se mantuvo la vigilancia, sobre todo para controlar los cambios de viento.

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