patrimonio 

La estación de Canfranc, un edificio ‘a la francesa’

Ignacio Mustienes concluye en su tesis que Ramírez de Dampierre diseñó un proyecto de Beaux Arts porque los gastos se pagaron a medias entre España y Francia.

Dos camarógrafos grabaron la inauguración de la estación para la agencia Pathé
Dos camarógrafos grabaron la inauguración de la estación para la agencia Pathé
Agencia Pathé

Fernando Ramírez de Dampierre, el ingeniero que diseñó en 1918 la estación de Canfranc y los 18 edificios de alrededor "quería hacer un edificio ‘francés’ porque los gastos eran costeados a partes iguales por España y Francia". Esta es una de las conclusiones de Ignacio Mustienes, director de la Escuela de Conservación y Rehabilitación de Huesca, en su tesis doctoral para Historia del Arte que empezó en 2016 y leyó el pasado día de San Fermín. 

"Ramírez de Dampierre quería ser generoso con el país vecino porque, después de idas y venidas, por fin había apostado por el paso de Canfranc. Era una manera de satisfacerles utilizando un estilo arquitectónico muy francés, el ‘Beaux Arts’, con un edificio apizarrado y con tanta decoración como el Grand y el Petit Palais, que se construyeron para las exposiciones internacionales de París en el último cuarto del siglo XIX. No pegaba en el Pirineo, pero eso lo hace una excepción", sostiene. En sus investigaciones descubre que Ramírez de Dampierre era tataranieto de un militar francés que huyó de Francia a España en la Revolución Francesa; Napoleón llamó a filas a su padre cuando invadió España, pero él renunció, se hizo español y dejó a su hijo, ya unidos, sus dos apellidos.

Ignacio Mustienes, en la sede de la Escuela de Restauraciíon y Conservación de Huesca, entre las dos pilastras reconstruidas de la estación de Canfranc.
Ignacio Mustienes, en la sede de la Escuela de Restauraciíon y Conservación de Huesca, entre las dos pilastras reconstruidas de la estación de Canfranc.
Roger Navarro

El experto, nacido en Zaragoza en 1968, dirigió la restauración del vestíbulo del edificio de Canfranc desde 2013. Incluye en este minucioso estudio veinte documentos inéditos y un análisis sobre más de 25 ingenieros y políticos involucrados en la construcción de la estación y muy desconocidos. Destaca el papel de Emilio Castelar, presidente de la Primera República, como "muy beligerante" en favor de impulsar la línea aprobada en 1882 al ser diputado por Huesca, o del ministro de Asuntos Exteriores francés Louis Barthou, natural de Olorón, quien hizo de intérprete entre Alfonso XIII y el presidente francés Gaston Doumergue en la inauguración, el 18 de julio de 1928.

El diseño de 15 de los 19 edificios que diseñó Ramírez de Dampierre para la estación de Canfranc ha resistido tal cual más de cien años (el proyecto definitivo data de 1918), "algo inédito", según Mustienes. Lo explica el puro desuso. "El fracaso como línea ferroviaria congeló la estación en el tiempo y no hubo ninguna remodelación", señala.

En sus trabajos, Mustienes descubrió una filmación inédita –de 44 segundos– de la inauguración de la estación por camarógrafos de la agencia Pathé. En 1940, para que no cayera en manos de los nazis la grabación de una infraestructura, la cinta fue trasladada desde su sede en París a la de Londres. Aún podrían aparecer nuevos fragmentos del filme.

Ramírez de Dampierre había propuesto un sistema constructivo basado en sillares, pero, como el frío limitaba el trabajo a cinco meses al año, esta idea fue sustituida por la del ingeniero Luis Dorato Beraza, de la constructora Homaeche, quien propuso el hormigón armado utilizado en el Metro de Madrid. Así, pudieron concluir las obras en tres años.

Mustienes descarta que Franco, entonces director de la Academia General Militar, y el mariscal Petain, asistieran a la inauguración del Canfranc. Años después, al frente de España y Francia respectivamente, dejarían que los nazis usaran este paso para trasladar oro. Luego, "Petain fue preso en el fuerte de Portalet", destaca el investigador.

El ingeniero Vicente Marchibarrena se ocupó de coordinar el banquete en Canfranc con 175 españoles y 125 franceses.
El ingeniero Vicente Marchibarrena se ocupó de coordinar el banquete en Canfranc con 175 españoles y 125 franceses.
Heraldo

La comida, del Palace

El ingeniero Vicente Marchibarrena se ocupó de la inauguración del Canfranc y del banquete que sufragó la Compañía Norte para 175 españoles y 125 franceses. Ignacio Mustienes prueba que el ingeniero vasco contactó con su paisano Antonio Azcoaga, que trabajaba como maitre en el hotel Palace de Madrid y el Ritz de Barcelona. Trasladaron la comida en cuatro vagones desde Madrid y la vajilla en otros tres, desde Barcelona. La estación fue decorada por la empresa Alguero, asentada en Madrid y ligada a la Corte, a cargo del Ayuntamiento de Zaragoza.

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