El centro de Salud Amparo Poch de Zaragoza sufre hasta 36º de temperatura por una avería

Es la segunda vez este verano que el ambulatorio se queda sin aire acondicionado.

TEMPERATURAS ELEVADAS POR LA ROTURA DEL AIRE ACONDICIONADO EN EL CS AMPARO POCH DE ZARAGOZA / 15-07-2022 / FOTOS: FRANCISCO JIMENEZ[[[FOTOGRAFOS]]]
Temperaturas de un pasillo del ambulatorio Amparo Poch, ayer tras averiarse el aire acondicionado.
F. Jiménez

En plena ola de calor y con los termómetros disparados, el centro de salud Amparo Poch (Actur Oeste) se queda sin aire acondicionado por segunda vez este verano. Hace menos de un mes, en la primera ola de calor que afectó a Aragón, el ambulatorio ya sufrió una avería en el sistema de refrigeración del consultorio.

En esta segunda ola se ha producido la misma rotura, provocando que se alcanzaran temperaturas insostenibles. «El jueves estábamos a 36 grados en las consultas, ahora con los ventiladores hemos mejorado algo», explicó Carlos Cebrián, médico de familia de este centro. Ayer, llegaron a estas instalaciones 25 ventiladores, lo que hizo que los termómetros bajaran, aunque todavía rondaban los 30 grados en algunos pasillos. En las consultas el calor no era tan agobiante.

Con los ventiladores adquiridos, el personal se «defendió» como pudo, mientras que desde la Administración se comprometieron a poner «otro aparato que palie la situación», apuntó Cebrián. Estos «parches» llegan tarde, puesto que el centro de salud lleva sin aire desde el día que comenzó la ola de calor.

Además de los profesionales, los pacientes trataban ayer de soportar el sopor que provocaban las temperaturas en las salas de espera con abanicos y paciencia. Rosa Rodríguez, que guardaba su turno en uno de los asientos, aseguró que iba «de silla en silla» con el objetivo de que en algún lado le diera un poco de aire. «Hace muchísimo calor», explicó mientras sacudía un papel doblado a modo de abanico para refrescarse.

El personal denunció que la compra de los ventiladores no es una solución efectiva. «Los de las consultas de por la mañana tienen que trasladarlos al pasillo de en frente y, por la tarde, los vuelven a traer a esta zona», señaló Cebrián, quien apuntó que esta situación no es nueva, puesto que este centro de salud lleva cinco años sufriendo algún tipo de avería.

Esta situación desmejora las condiciones laborales de unos trabajadores de la Atención Primaria que llevan años saturados. «Se crea un problema de desconfianza», explicó Carlos Cebrián, porque «cada vez que alguien se siente sobrepasado, lo cargan a la Atención Primaria». «Nosotros no podemos con todo y eso no es aumentar la capacidad resolutiva», criticó.

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