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Azcón pide un "esfuerzo" para evitar los nuevos paros del bus tras más de 500 días de conflicto
Los usuarios, afectados también por los recortes de verano, asumen la huelga con resignación. El comité asegura sentirse «respaldado» y pedirá hoy en el SAMA más avances en el plan de igualdad
El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, pidió este jueves "un esfuerzo" a Avanza y a los trabajadores del bus urbano para alcanzar "pronto" un acuerdo y evitar los nuevos paros tras más de 500 días de conflicto. El ‘sí’ a una huelga más dura a partir del próximo martes, refrendado esta misma semana en referéndum, fue recibido con resignación en la calle, ya que a los recortes de frecuencias del verano habrá que sumar a partir del día 12 más afecciones, con protestas todos los martes, miércoles y jueves que a partir de septiembre se extenderán a todos los días de la semana.
El Consistorio mantiene su posición y no mediará en la disputa, que ya es la más larga de la historia de la ciudad y amenaza con extenderse hasta enero de 2023. Para el regidor, la prioridad es que las partes "sigan negociando". Según dijo, "es evidente" que el Ayuntamiento preferiría que los empleados mantuvieran "la suspensión que ellos mismos acordaron". "Pero lo más importante es que se llegue a un acuerdo ya", recalcó.
Es lo que harán hoy la concesionaria y el comité de empresa. Las partes volverán a verse en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje. Y pese a que en la última reunión hubo avances en aspectos organizativos, la plantilla insiste en que las posturas siguen "muy alejadas" tanto en el apartado económico como en el social.
La vuelta de los paros ha cogido por sorpresa a muchos usuarios. Los hay, incluso, que creían que la suspensión acordada a finales de mes para facilitar el acuerdo era definitiva. Es el caso de José Carlos Pérez, al que en las últimas semanas le ha tocado esperar más como consecuencia de las protestas. "Esos días tratas de salir antes de casa. Casi nos habíamos acostumbrado", reconoció cerca de una de las paradas de la plaza de Aragón, al tiempo que deseó que se alcance un acuerdo. "Sería lo mejor para nosotros y para los trabajadores", expuso.
También Pepe Ruiz, jubilado de Las Fuentes, ha sufrido esperas de más de un cuarto de hora en el 30 o el 22 estas últimas semanas, cuando lo habitual es que pasen cada pocos minutos. Pese a todo, ayer se mostraba comprensivo: "Nunca me han gustado las huelgas, y menos cuando perjudican al público, pero los trabajadores también están en su derecho".
Otros usuarios como María García han conseguido evitar hasta la fecha los efectos de los paros. Esto, no obstante, podría cambiar en adelante, ya que la huelga abandonará el sistema de semanas alternas y se extenderá a tres franjas horarias, con los tramos de 8.00 a 9.00, de 14.00 a 15.00 y de 18.45 a 19,45 como referencia– todos los martes, miércoles y jueves.
Para el presidente del comité de empresa, José Manuel Montañés, el resultado del referéndum del miércoles –en el que el ‘sí’ a los paros recibió el apoyo del 84,5% de los votantes– supone "un apoyo aplastante". "Nos sentimos totalmente respaldados", afirmó.
Hoy tratarán de que Avanza incluya en el nuevo convenio aspectos del plan de igualdad que quedaron "fuera" del actual, fundamentalmente en materia de conciliación laboral. "Esperamos que presente otra propuesta y conteste a todo aquello que hasta ahora ha quedado sin respuesta", dijo.
La huelga del bus agrava la ya de por sí difícil situación que vive el transporte público de la ciudad a consecuencia de la covid-19, con los usos en torno a un 20% por debajo de las cifras prepandemia. La situación actual ha provocado un descenso "muy importante" en la recaudación. Es por ello que el alcalde insistió en la necesidad de que "todo el mundo" haga un esfuerzo.
Según defendió, el Ayuntamiento ha hecho uno "brutal" renovando la flota de buses eléctricos y manteniendo el precio del billete pese al incremento "desbocado" del carburante como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania. "Estamos asumiendo el 65% del precio del billete", dijo.
