¿Y después de cosechar?
Zaragoza ha acogido el Congreso de Maduración y Postcosecha, analizando los avances en este ámbito con la mirada puesta en la transferencia a las empresas del sector.
¿Qué sucede después de la cosecha o de la recolección de los alimentos que consumimos? ¿Cómo se mantiene su calidad desde el campo a la mesa? Alrededor de 150 científicos y expertos se citaron en Zaragoza para reflexionar y poner en común los últimos avances en las diferentes líneas de investigación abiertas en materia de maduración hortofrutícola, así como consolidar los vínculos entre los equipos de investigación y las empresas. Lo han hecho en el marco del XIII Congreso Nacional y el XI Ibérico (que aglutina a España y Portugal) de Maduración y Postcosecha. La cita, que se celebra de manera bianual, ha estado organizada por el Grupo de Investigación en Alimentos de Origen Vegetal (Giaove) de la Universidad de Zaragoza, adscrito al Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2).
El programa científico está dividido en cinco bloques temáticos, que se centran en temas como las necesidades del consumidor, enfocadas en los productos de origen vegetal y en las exigencias nutricionales, así como en la búsqueda de productos hortofrutículas más saludables y seguros, el desarrollo de productos innovadores para los nuevos mercados o la sostenibilidad y la economía circular. "Hemos adaptado todo el programa del Congreso y todas las sesiones a las últimas tendencias de investigación en este sector", destaca Esther Arias, copresidenta del comité organizador del congreso.
Este evento, además de en las últimas tendencias de investigación y de las líneas de trabajo para mantener hasta la mesa la calidad inicial del producto en el campo, tiene la mirada puesta en la transferencia de estos resultados de investigación a las empresas del sector. Para ello, junto a las cinco sesiones temáticas, el congreso contó con una sesión de ‘matchmaking’ con empresas y otra de ‘networking’. "Estas sesiones han consistido en la explicación de los resultados de algunos proyectos de investigación. Asimismo, hemos tenido sesiones con nuestras empresas patrocinadoras y el último día se dedicó una parte de la jornada a dar a conocer diversas convocatorias de investigación", detalla Arias.
Además, celebraba un encuentro entre jóvenes investigadores con el que se busca facilitar el futuro relevo en este campo, algo que, a juicio de Esther Arias "cada vez supone un menor problema ya que los agricultores jóvenes están cada vez más interesados en los nuevos avances y desarrollos".
El grupo de investigación Giaove, reconocido por el Gobierno de Aragón, es multidisciplinar y pluri-institucional. Formado por más de 30 miembros que desarrollan sus actividades en el CSIC (Estación Experimental de Aula Dei, EEAD-CSIC), en el CITA (Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón), en el Parque Científico Tecnológico (Pctad), en el Laboratorio Agroambiental y en la Universidad de Zaragoza.
El grupo trabaja con todos agentes de la cadena agroalimentaria, colaboración necesaria y fomentada sin la que no sería posible dirigir su excelencia investigadora a afrontar los retos de la producción, conservación, transformación, comercialización y distribución de los alimentos de origen vegetal. Las principales líneas de investigación del grupo son: conservación, mejora genética y gestión de recursos genéticos de frutales. Agronomía y calidad del fruto; truficultura: producción de planta micorrizada, manejo de plantaciones y postcosecha de trufas; tecnología postcosecha de los productos vegetales y tecnologías de transformación de alimentos de origen vegetal.
