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Las familias reclaman que ante la nueva ley solo se cambien los libros de texto "imprescindibles"

Educación señala que colegios e institutos tienen autonomía para tomar este tipo de decisiones. La planificación del banco de libros va con retraso y aún se desconoce si habrá modificaciones

Libros de texto en la Librería General de Zaragoza.
Libros de texto en la Librería General de Zaragoza.
Asier Alcorta/HERALDO

La entrada en vigor de la nueva ley educativa (Lomloe) en los cursos impares podría conllevar un desembolso importante para las familias en forma de libros de texto. Y por ello reclaman a los centros educativos y a la Administración que solo se cambien los materiales "imprescindibles". De momento, con los currículos de Aragón todavía sin aprobar, parece que estas decisiones se demorarán más de lo habitual. Colegios e institutos, recordaron desde el Departamento de Educación, tienen autonomía para definir estas cuestiones, sin embargo, los directores continúan "expectantes" por si se les traslada alguna directriz concreta. Así, a poco más de 20 días para que comiencen las vacaciones escolares, la incertidumbre es la principal protagonista.

"Todavía se están aprobando los currículos", recordaron desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos Aragón (Fapar). Acaba de terminar el plazo de alegaciones para el borrador de primaria, el de la ESOse encuentra en exposición pública y el de bachillerato está previsto que se presente esta semana. Por ello, las familias apelaron a la "responsabilidad" y la "prudencia": "No sería la primera vez que con una nueva ley se modifica el material y después se tiene que volver a cambiar". En este sentido, insistieron en que si se apuesta por nuevos libros de texto, el desembolso en los hogares será elevado y, además, los bancos de libros "no tienen capacidad para hacer cambios masivos". "Por todo ello, hay que ser muy cautos", enfatizaron.

Desde la Federación Cristiana de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fecaparagón) también están a la espera de las determinaciones que tome tanto la Administración como los equipos directivos: "Nos hubiera gustado que se nos informara mejor de todos los cambios. Tenemos la sensación de que hay cierto retraso para que en septiembre se cuente con todo el material adecuado". Su presidenta, Concepción Ibáñez, recuerda que, independientemente de si se apuesta por cambiar los materiales o no, "hay nuevas asignaturas que necesitarán libros".

Las decisiones, insistieron los equipos directivos y el sector de las librerías, se tomarán a lo largo del próximo mes. De momento, las editoriales ya están llamando a la puerta de los directores para mostrarles el nuevo material, "principalmente elaborado a raíz de los currículos nacionales", explicó Óscar Martín, presidente de la Federación de Librerías de Aragonesas. Entre ellas, la aragonesa Edelvives, que con motivo del cambio normativo ha hecho la mayor inversión editorial de su historia, 15 millones de euros.

Los centros, a la expectativa

Por ahora, los centros se muestran cautos. "Hay que ser prudentes y adoptar las decisiones con cabeza", puntualiza Pilar García, presidenta de la Asociación de Directores y Directoras de Institutos de Educación Secundaria en Aragón (Adiaragón). Recuerda que, por normativa, los libros seleccionados deben mantenerse durante cuatro años. Y, sobre esta premisa, cada departamento deberá evaluar, con el currículo aprobado, qué materiales encajan. "A veces no es necesario adquirir nuevos libros", asegura.

En los colegios, señala Ricardo Civera, presidente de la Asociación de Equipos Directivos de Infantil y Primaria de Aragón (Aedipa), están a la espera por si desde la Consejería de Educación llegara alguna orden concreta. Y también para conocer si esta modificación legislativa tiene efectos en el sistema de banco de libros que lleva en funcionamiento cuatro años y alcanza los 62.000 beneficiarios.

Hasta el momento no se ha publicado la resolución que dicta las altas, bajas y la cuantía que debe de pagar cada familia. "Las asociaciones de padres y madres, como gestoras de banco de libros, están pendientes del calendario que se marque y el precio que deberán pagar las familias (en años anteriores eran 20 o 25 euros dependiendo de la etapa educativa)", puntualizan desde Fapar. Habitualmente, esta información se facilita entre los meses de marzo y abril.

Materiales propios

Con motivo del posible cambio de materiales para el próximo curso o los siguientes, desde Fapar lamentan que todavía el sistema educativo "sea esclavo de los libros de texto en todas las materias" y abogan por aprovechar la cultura de la digitalización "para impulsar otras metodologías". Reconocen que "no es fácil", ya que requiere una formación concreta para los docentes.

Asimismo apuestan por un mayor uso de recursos propios, con los que se podría adaptar los materiales actuales a los nuevos currículos. No obstante, reconocen que esto supondría una mayor carga para los docentes.

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