Unos 62.000 escolares se beneficiarán del banco de libros en su tercer año de historia

El incremento de estudiantes que se suman a la iniciativa es constante desde su puesta en marcha, con un 7% más en el último periodo de inscripción.

Banco de libros.
Banco de libros.
Aránzazu Navarro

El banco de libros llegará el próximo curso a 62.000 escolares de Aragón, tras sumar casi un 7% de beneficiarios en el último periodo de inscripción. Hace tres años que esta iniciativa echó andar y, aunque las familias consideran que todavía se deberían hacer mejoras, la acogida sigue aumentando curso tras curso, después de comenzar con 50.000 interesados. Estas cifras, puntualizaron desde el Departamento de Educación, demuestran el interés de los progenitores por "un sistema que ahonda en la equidad". Y todavía podrían crecer más, cuando en septiembre se abra el periodo extraordinario.

"Valoramos de manera muy positiva este proyecto porque es beneficioso para las familias y más en la situación actual, muy marcada por la pandemia", recalcó Concepción Ibáñez, presidenta de la Federación Cristina de Asociaciones de Padres y Madres de Aragón (Fecaparagón). Por su parte, a la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado de la Escuela Pública (Fapar) no le sorprendió el incremento "porque han bajado muchísimo las becas de material curricular que cada año ayudamos a gestionar". De hecho, consideraron que este auge se ha podido ver propiciado por que, por primera vez, el Departamento de Educación ha permitido a los becados poder renunciar a la ayuda y acogerse al banco de libros. "Hasta ahora, los beneficiarios de cursos anteriores del sistema de becas debían seguir pidiéndolas y solo podían acogerse al banco de libros si se la denegaban", recordaron desde Fapar, que ven ambas propuestas incompatibles. "Progresivamente irán desapareciendo las becas y todo el alumnado se proveerá del banco de libros", adelantaron.

Desde su puesta en marcha, los menores pueden recibir los lotes de libros por 20 euros en primaria (desde el 3º curso) y 25 en secundaria (de 1º a 4º de la ESO), menos del 10% de su valor. Para participar en este programa, las familias solo deben comprometerse a dejar los libros del curso anterior en su centro educativo y en buen estado. Una labor que se ha estado desarrollando "sin incidentes" durante las semanas posteriores a la finalización del curso escolar.

En esta ocasión, apuntaron desde Fapar, no se ha establecido un protocolo específico para manipular los libros, como sí que se hizo el año pasado a consecuencia de la pandemia. No obstante, algunos centros sí que han contado con horarios concretos para la devolución de los materiales o incluso han concertado citas.

Pese a que la existencia de este banco de libros es celebrada por las familias, desde Fapar apuntaron que de cara a próximos años habría que "ir puliendo" algunos aspectos. Consideraron fundamental que se avance en la "gratuidad y la dotación presupuestaria" y, por lo tanto, el importe que se paga por estos lotes de libros "vaya desapareciendo". Más improbable, reconocieron, es que se amplíe el programa a los dos cursos de primaria que hoy no están incluidos (1º y 2º): "La mayor parte del material que se utiliza es fungible y, por lo tanto, de reposición anual". Esto requeriría una mayor partida económica, que "difícilmente" sería asumible.

No obstante, sí que valoraron posibles mejoras en la digitalización, "aprovechando el impulso que se ha dado a las nuevas tecnologías con la covid". "Algunos centros de secundaria han apostado por ello, pero sabemos que no es sencillo. No se trata de pasar los libros a PDF, sino de elaborar materiales propios, con un cambio en la metodología y mayor esfuerzo y formación del profesorado y también de las familias", apuntaron. En este sentido, enfatizaron, se debería incentivar la digitalización de manera "ordenada" y "sin coste adicional para las familias". 

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