Horticultura
Variedades tradicionales que vuelven a la huerta
El Somontano promueve ensayos para multiplicar semillas de cebolla dulce de Estadilla y Estada, ensalada de tres cogollos y acelgas de penca ancha y broquil pellado.
Variedades que se cultivaban en las huertas del Vero y que podrían adquirirse a familias de tradición hortelana estarán de nuevo a disposición del consumidor gracias a un proyecto iniciado por la Comarca del Somontano bajo el nombre de ‘Tus semillas un tesoro’ y en el que participan hortelanos del lugar.
Ensaladas de tres cogollos, cebolla dulce de Estadilla o Estada, las acelgas de penca ancha o el broquil pellado, son algunas de las verduras y hortalizas cuya simiente se va multiplicar para garantizar su preservación para las generaciones futuras y permitir al consumidor volver a disfrutar con los sabores de nuestros abuelos.
El proyecto ‘Tus semillas un tesoro’ se inició en 2014 y continúa a lo largo del presente año con nuevas acciones y con la incorporación de los hortelanos que realizan una venta directa de sus cosechas en el característico mercado de verduras y frutas que se celebra los sábados por la mañana en la plaza del Mercado de Barbastro, con el fin de que estas variedades tradicionales estén nuevamente al alcance del cliente.
Bajo este objetivo, según explican desde la Comarca, el primer paso es "multiplicar las semillas para obtener más planta, además de comprobar la productividad, resistencia a plagas, y calidad del fruto final". En este sentido, recientemente se realizó una reunión de trabajo para coordinar las acciones y establecer las distintas fases del proyecto y se distribuyeron las semillas tradicionales de las citadas variedades.
Al igual que el año pasado, se acudirá al mercado de verduras y frutas del sábado en Barbastro con una mesa informativa del proyecto donde se podrá intercambiar semillas de variedades locales.
El Somontano tiene una diversidad agrícola importante y de interés, alimentos básicos de la gastronomía tradicional y, unidos a rituales, son parte de su cultura y tradiciones. Sabores, aromas, colores, formas diversas, es la definición de un patrimonio que es y hace territorio. "Muchas variedades son aún recordadas y añoradas por las personas más mayores, y hoy, desconocidas para la mayoría. Por ello urge que toda persona interesada contribuya con su conservación. Además, estas variedades están adaptadas al suelo y clima, resultan más resistentes a plagas y enfermedades; favorecen la economía local y el mantenimiento de las zonas rurales, aumenta la biodiversidad del ecosistema huerta con todos los beneficios que esto conlleva", explica la técnico medioambiental Concha Ruiz, al frente del proyecto.
Este trabajo daría continuidad al realizado con el tomate rosa de Barbastro, en el que se implicó desde sus orígenes, entre otros, el hortelano y socio de la Cooperativa de Barbastro, David Ferrer. "En este proyecto hay dos factores. Primero, que la semilla de antaño gusta a la gente y, por otro lado, no tener que depender de multinacionales, que son las que investigan, pero estás en sus manos y con dos variedades copan el mercado y quizás no están climatizadas a nuestro suelo y tienes que poner más abono", explica.
Estas acciones cuentan con la colaboración del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), la Red de Semillas de Aragón, las Bibliotecas de Semillas del Somontano y son posibles gracias al 80% de la financiación de la Diputación Provincial de Huesca, ayudas destinadas para la realización de actividades de educación y difusión medioambiental y en concreto, a medidas de promoción y cultivo de la huerta.
