Aragón

El calor adelanta los primeros chapuzones en una veintena de playas aragonesas

El 112 activa una campaña llamando a la prudencia de los bañistas a la hora de adentrarse en ríos y embalses.

El Mar de Aragón es el embalse más grande de la Comunidad y cuenta con una amplia oferta de actividades naúticas.
El Mar de Aragón es el embalse más grande de la Comunidad y cuenta con una amplia oferta de actividades naúticas.
Laura Uranga

Con la llegada anticipada del calor y la mayoría de las piscinas a la espera de que se inicie la temporada, las playas continentales, pantanos, pozas y riberas se convierten en lugares perfectos para refrescarse. Aragón cuenta con una veintena de playas continentales oficiales según Náyade, el Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño, del Ministerio de Sanidad, que recoge datos sobre la calidad del agua y las características de cada zona. Otros enclaves para darse un chapuzón son los más de 60 puntos de interés fluvial identificados por la DGA, algunos de ellos en ríos de espacios naturales protegidos.

El 112 ya activó la semana pasada una campaña llamando a la prudencia a la hora de adentrarse en cauces o embalses. Conviene acercarse a estos espacios con respeto, remojarse solo en zonas habilitadas para ello y hacer caso a la señalización. De la veintena de playas continentales contempladas en el sistema Náyade, cuatro se pueden disfrutar en embalses de la provincia de Zaragoza: el de San Bartolomé en Ejea de los Caballeros, el de La Loteta en Boquiñeni y Luceni y en el Mar de Aragón en Caspe. Son zonas con una calidad de aguas garantizada y con enclaves acondicionados para la práctica de deportes náuticos.

En tierras turolenses se ubican los embalses del Arquillo de San Blas en Teruel y la Estanca en Alcañiz, además de parajes como los ríos Bergantes en Aguaviva, y Matarraña y Uldemo, ambos en Beceite. En el Pirineo y el Prepirineo oscense se localizan una decena, aunque a estas alturas de la primavera todavía es muy pronto para sumergirse en torrentes que se nutren principalmente del deshielo.

Los que prefieran adentrarse en el curso de los ríos para disfrutar de piscinas naturales, badinas, saltos y cascadas pueden recurrir a los 63 puntos de interés fluvial que se citan en la web del Instituto Aragonés del Agua. Ofrece información detallada de cómo acceder hasta ellos y del tipo de flora y fauna que existe en ellos. De estos, 22 se ubican en territorio zaragozano en los ríos Arba, Gállego, Algars y Matarraña, Guadalope, Aguasvivas, Huerva, Jiloca, Piedra, Mesa, Manubles, Isuela, Huecha, Queiles y Jalón, además del Ebro. En la provincia de Huesca se incluyen 21 tramos fluviales en el Veral, Aragón, Caldarés, Gállego, Guarga, Asabón, Used, Ara, El Chate, Cinca, Irués, Yesa, Liri, Isábena, Noguera Ribagorzana, Gabasa, Barranco de Bono, La Valcuerna y Cinca y Alcanadre, además del barranco de San Julián. Otra veintena de parajes se emplazan en Teruel en los ríos Aguasvivas, Alfambra, Cabriel, Cabriel, Guadalaviar, Guadalope, Huerva, Jiloca, Martín, Matarraña, Mijares, Tajo y Turia.

Una de las ventajas de acudir en estas fechas tan tempranas es que el acceso a algunas zonas de pozas todavía no se ha regulado. Es el caso del Pozo de Pígalo, en el río Arba en Luesia, que se encuentra a ocho kilómetros del casco urbano. "Hasta mitad de junio no está previsto que se empiece a regular el paso y el uso del aparcamiento, una medida que hemos aplicado ya dos años y funciona", señaló el concejal luesiano, Mario Miana. Por su parte, la alcaldesa del barrio de Peñaflor de Zaragoza, Mamen López, recordó que aunque la Peña del Cuervo, a orillas del Gállego, aparece en el listado de lugares fluviales de interés, el baño se desaconseja por cuestiones sanitarias, ya que se vierte directamente en el río. Además, se trata de un tramo con riesgos en el que ha habido ahogamientos.

23 vidas en el Ebro y el Gállego

Desde la DGA recuerdan que en los ríos de gran caudal, pozas o bajo cascadas pueden existir fuertes corrientes o formarse remolinos que arrastran. Las imprudencias se han cobrado 23 vidas en el Ebro y el Gállego en las últimas dos décadas. El año pasado un niño de 13 años se ahogó cuando se bañaba junto al embarcadero de la Expo. Cuando no se conoce el lugar lo mejor es no lanzarse de cabeza ni de alturas elevadas, ya que puede haber poca profundidad o existir otros elementos que provoquen lesiones. Otro consejo es utilizar siempre calzado adecuado.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) explica que está prohibido bañarse en algunos enclaves especiales, por ejemplo, cerca de las zonas de desagües de las presas o en algunos espacios protegidos. También debajo de centrales hidroeléctricas, donde la CHE obliga a instalar carteles a los concesionarios advirtiendo de que es peligroso entrar en el cauce por producirse variaciones bruscas de caudal. Además, insta a no nadar en canales y balsas de riego porque "no son piscinas y son muy peligrosos".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión