zaragoza

Noelia Orga, barbera aragonesa premiada: "Las mujeres venimos con fuerza a este sector"

La joven, al frente de una barbería en el Actur, obtuvo el galardón a Mejor Barba a nivel nacional y otro premio hace unas semanas en Zaragoza. "Una barba le aporta al hombre más personalidad", asegura.

La joven Noelia Orga, con los dos premios obtenidos, en su barbería del barrio del Actur.
La joven Noelia Orga, con los dos premios obtenidos, en su barbería del barrio del Actur.
N. O.

La joven Noelia Orga -de la localidad turolense de Andorra, pero afincada en Zaragoza- recuerda que cuando era muy pequeña peinaba y cortaba el pelo a sus muñecas. "Cuando no me servían, las tiraba", afirma con una sonrisa al mirar al pasado. Siempre quiso ser peluquera y para ello se formó. Lo que descubrió más tarde es que lo que realmente le gustan son las barbas. "Es un mundo muy amplio y bonito", dice.

Desde hace unos meses tiene su propia barbería, en el barrio del Actur, y ya ha ganado dos galardones en las dos batallas (competiciones) a las que se ha presentado por primera vez: Mejor Barba a nivel nacional en los prestigiosos premios de la revista 'Soy Barbudo' (celebrados el pasado noviembre en Valencia) y Mejor Styling y Barba en el certamen organizado por la marca de productos Ossion (hace unas semanas en la capital aragonesa).

"Los premios te motivan a la hora de hacer tu trabajo y te animan a seguir formándote. Quiero dar lo mejor de mí a los clientes. No me esperaba tener este negocio ('La Barbería); aquí empecé a hacer las prácticas hace unos años y Chema (su propietario desde 1984) me la traspasó. Desde 2020 estaba buscando un local para instalarme por mi cuenta. Mi sueño era tener una peluquería propia y qué mejor que quedarme donde comencé como barbera. Mucha clientela ya me conocía", explica Noelia, al tiempo que detalla que ser barbera/o incluye barbas, afeitados, cortes de pelo y otros servicios (como permanentes, alisados, colores...).

Hay que señalar que a priori le daba "miedo" hacer una barba, pero que una vez que cortó la primera, le encantó. Además, admite que a la hora de trabajar siempre se ha llevado mejor con los hombres que con las mujeres. "En general, como clientes son menos exigentes y casi siempre se dejan aconsejar", apunta.

No obstante, también ha tenido sinsabores. En el tiempo que trabajó en dos barberías del centro de la ciudad en algunas ocasiones la veían más como recepcionista que como barbera. "He tenido que escuchar comentarios del siglo pasado por ser mujer en un mundo de chicos. Cuando los clientes venían y estaba en ese momento sin hacer nada, me decían: '¿Me das hora?'. Y cuando les contestaba que podía atenderles yo, me respondían: '¿Pero tú haces barbas?'. En el barrio no me ha pasado este tipo de cosas", cuenta. Además, indica que aunque no hay tantas barberas como barberos, cada vez son más las que se forman para esta profesión. "Las mujeres venimos con fuerza al mundo de la barbería", subraya.

Para esta joven de 24 años, que un hombre lleve una buena barba implica que se la arregle cada 15 días o un mes "como mucho". A ello hay que añadir cuidados extras, como un champú específico, aceites (una o dos veces al día) para hidratar la piel y bálsamos (sobre todo para las largas) para aportar brillo y suavidad. También da otro consejo: no redondearlas, es decir, cortarlas en ángulos cuadrados. "Ningún hombre tiene la misma cara y hay que diseñar un tipo de barba para cada cliente; hay que ser más creativo. Y si no se cuida, da aspecto de dejado porque pierde la forma y los pelos salen por abajo", informa. A ella le gusta la corta y arreglada que a veces se deja el actor estadounidense George Clooney o las largas de los ZZ Top, la banda de blues rock y hard rock. "Las largas me parecen muy chulas, pero como implican más cuidados muchos no se las dejan por eso. Una barba le aporta al hombre más personalidad", asegura rotunda.

Noelia Orga, este martes con un cliente en 'La Barbería', en el Actur en Zaragoza.
Noelia Orga, este martes con un cliente en 'La Barbería', en el Actur en Zaragoza.
Heraldo.es

A ella sus clientes (de entre 15 y 60 años de media) le piden "de todo", incluidos los matizadores de barba (que sirven para disimular las canas, dando un aspecto natural al pelo). "Vienen bastantes hombres con barbas largas; me comentan que haga lo que quiera mientras no les quite mucha largura. También hago muchos afeitados, incluido un anciano que acude todos los sábados. Me siento muy a gusto con mis clientes", afirma satisfecha. Además, en el tiempo que lleva al frente del negocio ya ha contratado a otra joven barbera a media jornada porque lo que no le falta es trabajo.

Este martes, Ángel -un vecino del barrio- estaba cortándose el pelo, muy corto. Durante años lo hacía él mismo en casa, pero ahora prefiere que Noelia le dé forma. También Francisco se acercaba al mediodía para peluquería y arreglarse la barba. "Vine recomendado y estoy encantado. Además, pone muy buena música (rock español) y el garito está muy bien", resaltaba. A lo que la joven elogiada comenta: "Mi meta es seguir formándome. Y durar muchos años aquí".

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