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De una aldea perdida del Pirineo a convertirse en Barbero Revelación del año
Adrián Hernández, vecino de Espierba -en el Valle de Pineta, en Huesca-, acaba de alzarse con el prestigioso galardón mientras que la zaragozana Noelia Orga ganaba el premio a Mejor Barba.
Sin lugar a dudas, la de Adrián Hernández es una historia de esas que parecen sacadas del guión de una película. Nacido en Zaragoza hace 18 años, a los cinco se mudó con sus padres y su hermano a un pueblo del Pirineo oscense. Allí vivió hasta los 16, en concreto en Las Cortes, pedanía de Espierba; una recóndita aldea ubicada en el Valle de Pineta donde actualmente solo queda una familia: la suya.
Se enamoró de la barbería gracias a internet, y las redes sociales se convirtieron en su primera academia ‘online’. A través de vídeos y fotos soñaba con hacer todo tipo de cortes y afeitados. Hace un par de años se compró su primera maquinilla y comenzó a cortar el pelo a su padre y a su hermano. “No me quedaban muchas más alternativas”, bromea.
De allí, convencido de que quería convertirse en barbero, se trasladó a Zaragoza para formarse en La Escuela del Tío Jorge. Hoy, el joven se ha alzado con el premio a Barbero Revelación del año en los premios Soy Barbudo, que desde hace tres ediciones reconocen a los mejores profesionales del sector en nuestro país.
La entrega tuvo lugar a finales del mes de noviembre en Valencia. El joven barbero se impuso a otros 49 concursantes con un corte de tipo ejecutivo con degradado en patillas, barba y nuca. La prueba duró en torno a una hora y los participantes, en tandas de diez, debían realizar el corte de la mejor manera posible, mientras un atento jurado formado por tres personas observaba cada una de las ejecuciones atendiendo a todo tipo de detalles entre los que se encuentran el acabado, la originalidad y la limpieza del espacio de trabajo: “Todavía no me lo creo. Es una pasada y haber tenido la oportunidad de vivir esa experiencia es lo más impresionante”.
“Para mí la barbería es un mundo que me ofrece la posibilidad de ser creativo, sacar todo lo que llevo dentro y plasmarlo en un corte”, resume. En la competición, cada año se reconocen además al mejor barbero/a de España y la mejor barbería del país, así como la mejor barba -cuyo premio recayó sobre otra zaragozana, Noelia Orga de La Barbería Zaragoza-, mejor trabajo realizado, mejor afeitado y productos de cuidado masculino de mayor calidad. “Tener la oportunidad de conocer a profesionales de primera línea, de competir con gente de tanto nivel y que reconozcan así tu trabajo no tiene precio”, añade.
Tras acabar el periodo de formación, Hernández logró un puesto en una de las barberías regentadas por el director de la escuela Tío Jorge, en concreto en la calle Pedro María Ric. “Fue el primer alumno en licenciarse. Empezó de cero y avanzó muy rápido. Que haya logrado este reconocimiento tan joven es porque apunta maneras”, asegura Jorge Villarroya, su propietario.
Un sector que pega fuerte en Aragón
Del total de participantes en el concurso, en torno al 20% procedían de Aragón. Y es que, aunque muchos no lo sepan, la revista de moda y lifestyle Soy Barbudo, que se encuentra detrás de la organización de los prestigiosos premios, también es aragonesa. “Cada año se mueve más el mundo de la barbería en nuestra tierra. En cuatro años hemos notado una gran evolución y, sobre todo, un aumento en cuanto a calidad en el sector”, admite Guillermo Prada, director de la publicación.
De hecho, se trata de la primera vez en la historia de la competición en la que ganan participantes aragoneses, y lo hacen por partida doble. Algo que, unido a hechos como la llegada de proyectos como la academia de barbería de Tío Jorge -ubicada en la avenida de Madrid de la capital aragonesa-, y la aparición de un gran número de barberías en varios puntos de Aragón en los últimos años, demuestra el buen estado de salud que atraviesa el sector en nuestra tierra: “Estos datos son clave para mejorar en un negocio que sigue creciendo año tras año y en el que no debes ni puedes quedarse estancado”.
