"Temo que lo que quiten por un lado lo repercutan por otro"
Con el diésel a 1,87 euros el litro y la gasolina de 95 octanos a 1,86, los consultados coinciden en que la medida llega "tarde" y dudan de su efectividad.
Los consumidores acogieron ayer con cierta reticencia la bajada de 20 céntimos del precio de la gasolina anunciada por Pedro Sánchez. "Toda rebaja viene bien, pero temo que lo que te quitan por un lado terminen repercutiéndotelo por otro", explicó Carlos Pérez en la plaza de San Francisco. Él tiene una motocicleta y un coche híbrido, vehículos que trata de usar para lo imprescindible.
Su caso es similar al de Susana Oliván. Aunque actualmente teletrabaja, cree que, cuando toque volver a la oficina, su bolsillo terminará resintiéndose. "Los precios han subido bastante, pero los salarios no. Las medidas que se han anunciado no son las más eficaces. Tendrían que haber aprobado una rebaja de impuestos. El Gobierno habría recaudado menos, pero la gente lo notaría más", dijo.
Los consumidores llevan semanas soportando el alza del precio de los carburantes, circunstancia que se ha traducido en una menor presencia de tráfico en las calles. Con el diésel a 1,87 euros el litro y la gasolina de 95 octanos a 1,86, los consultados coinciden en que la medida llega "tarde" y dudan de su efectividad, ya que temen que el combustible siga subiendo en las próximas jornadas a consecuencia de la invasión rusa de Ucrania y la rebaja se quede "en nada".
En el caso de la familia de Alberto Solanas, quien más ha notado las subidas ha sido su hija. "Tiene que utilizar el coche para ir a trabajar. El otro día, al repostar, la persona encargada del surtidor le reconoció que le daba hasta vergüenza cobrar lo que estaba cobrando", afirmó. A todo esto hay que sumar el incremento del precio de la luz. "Al margen del consumo individual, solo por el ascensor de la comunidad hemos pasado de pagar 80 euros al mes a 140", señaló.
