Aragón
El grupo Flamenco crece un 7% en ventas, hasta facturar 75 millones
Con nuevas aperturas de El Rincón y Martín Martín, la empresa confía en reeditar los resultados del ejercicio 2019.
Pese a que 2021 fue un año complicado debido a las restricciones y las sucesivas olas de la pandemia, el grupo empresarial Flamenco, que conforman Frutos Secos El Rincón y Martín Martín, ha logrado quedarse cerca de las cifras de venta de 2019 al facturar 75 millones, un 7% más que en el ejercicio anterior. "Ha sido fundamentalmente por las nuevas aperturas. Gracias a eso, porque el aumento de los costes energéticos nos está ocasionando muchos problemas. Estamos tratando de asumir una parte, pero el sobrecoste es tremendo. Recientemente firmé el contrato del gas y es el triple de lo que pagaba antes", critica Antonio Flamenco, director general de la firma.
La intención para este 2022, que confía sea de vuelta a la normalidad, es, con una inversión superior a un millón de euros, abrir ocho tiendas más, algunas en Lérida, Madrid y Logroño y también en Zaragoza, donde dice el directivo "aún quedan huecos". El año pasado abrieron seis, tres en Zaragoza y tres en Madrid, Lérida y Casetas de ambas marcas. "Hay que seguir creciendo. Madrid nos está costando porque nuestras marcas no son reconocidas", indica, si bien aún es pronto, ya que en la capital de España abrieron a principios de enero en el pasaje la Remonta, al lado de Bravo Murillo.
Lo que ha crecido también en este grupo empresarial es el equipo humano. Son ya 1.235 personas en plantilla. "En el obrador hemos incorporado a 30 más" y en las tiendas al flexibilizar tanto los horarios han sumado personal. "Con el problema de las bajas en diciembre hubo que cubrir a mucha gente y además de las sustituciones tuvimos muchas ampliaciones de tiendas", comenta el directivo. Algunas de la nuevas contrataciones son chicos, pero el 90% de la plantilla son mujeres y la mayoría tienen contrato indefinido al llevar algunas de ellas más de 15 años en este grupo empresarial, que empezó con una minitienda de flores de 30 metros cuadrados y ahora tiene 160 establecimientos.
En cuanto a otras inversiones, Antonio Flamenco recuerda que la mayoría se han ejecutado ya. El obrador se terminó en septiembre y también el año pasado concluyó la remodelación del tostadero contando, explica, con que este año en breve hay que asumir el pago de la actualización del IPC, del 6,5%, es decir, subirlo a todos sus trabajadores. Todos los costes, recuerda, se han incrementado, además de tener que empezar a devolver los créditos ICO que pidieron para aguantar durante la pandemia. Los costes laborales suponen el 35%, si bien los mayores costes siguen siendo la materia prima, el agua , la cerveza, los frutos secos. "El otro día vino un proveedor con una propuesta de subida del 40%, algo inasumible", señala, "porque tú no puedes subir en ese porcentaje tus precios. Lo único que puedes hacer es reducir los márgenes, con lo que los beneficios son menores, pero la esperanza es que ya al año que viene se haya pasado esta crisis y vengan años menos difíciles, aunque con lo que está pasando en Ucrania, no se sabe", reconoce.
La tendencia de que se venda más en las tiendas de los barrios que en el centro se mantiene, dice, porque la gente todavía no ha perdido el miedo y sale menos que antes. "Se ha producido un cambio brutal, mucho teletrabajo aún se mantiene y no hemos recuperado el turismo. Todo eso influye", señala. Sin embargo, confía en que con la celebración del Pilar este año se vaya poco a poco animando el consumo. La calidad en la atención al cliente y la cercanía son otros de los valores que defiende para diferenciarse de las grandes superficies. "La digitalización se queda en la administración y los programas informáticos porque nuestras tiendas son físicas y lo que buscamos es que la experiencia de compra sea cada vez mejor y más agradable para el cliente", concluye.
