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Menos cuarentena por covid: "Tenía que reducirse porque no está justificado que sean tantos días"

El aumento de las bajas laborales en la nueva oleada de contagios ha puesto en dificultades a algunos colectivos como los autónomos y ha supuesto la vuelta al debate de salud y economía, que algunos ven superado.

Realización de pruebas PCR de coronavirus en el Hospital Clínico de Zaragoza, este martes.
Realización de pruebas PCR de coronavirus en el Hospital Clínico de Zaragoza.
Toni Galán

La explosión de contagios que vive Aragón en estos días, donde se han alcanzado datos nunca vistos durante la pandemia de covid-19, ha aumentado las bajas laborales, tanto de quienes han dado positivo, como de las personas que han sido contacto estrecho de estos. Muchas de ellas han estado días intentando que les tramitaran el justificante en su médico de familia por las ausencias en el trabajo, sin conseguirlo por el colapso que vive la Atención Primaria. El Gobierno ha anunciado que reducirá las cuarentenas de 10 a 7 días.

La decisión ha sido recibida con cierto alivio desde sectores como el de los autónomos. "Tenía que reducirse necesariamente porque no está justificado que sean tantos días", ha asegurado Álvaro Bajén, secretario general de la Unión de Profesionales  y Trabajadores Autónomos (UPTA) Aragón. La organización calcula que las bajas por el virus se han incrementado un 40% de media en España y ha puesto en apuros a algunos pequeños negocios. "Si encima de que cierran negocios no tienes trabajadores porque están de baja es una quiebra total de sectores como la hostelería y el comercio", ha añadido.

La media de los autónomos con asalariados es de tres empleados. "Si se ponen dos de baja, tienes que cerrar", lamenta. Hostelería y comercio seguirían siendo los más dañados por la crisis sanitaria y las restricciones para combatirla.

Sobrecarga en las consultas

"El problema del pequeño comercio es que si cogen dos vendedores el covid es una faena porque todo el trabajo es presencial", añade Antonio Tornos, presidente de la federación de comercio y servicios de Zaragoza (ECOS).  No pueden recurrir al teletrabajo en el caso de las cuarentenas sin síntomas. "Según los contagios que haya en una tienda igual tienen que cerrar", coincide con Bajén.

A ello se une la sobrecarga en los médicos que tienen que dar las bajas. "Hay gente que no sabe ni cuándo se pueden coger la baja o que han pasado cinco días y no se la han dado. Gente que le han dicho que se quede en casa después de dar positivo en un test de antígenos y ahora no sabe qué va a pasar con todos estos días que están quedando sueltos", cuenta David Lázaro, secretario general del sindicato OSTA. Sus afiliados llaman con dudas estos días sobre el protocolo en estos casos. En el otro extremo se encuentran quienes por estas vacunados no tienen que hacer cuarentena. "Si mi hijo da positivo, hasta que no me hagan el test de antígenos me dicen que vaya a trabajar, pero no tenga contacto social. Estamos corriendo un riesgo innecesario", considera. 

"Tenemos claro que tiene que primar la salud, porque aunque ahora haya más bajas y sea un mayor coste, como no lo paremos esto se alargará más en el tiempo y el gasto será mayor"

Es consciente de que "la atención primaria no está preparada para este colapso" y pide más medios. Ante la posible rebaja de las cuarentenas, pide que se decida según criterios médicos y no políticos. "Nosotros tenemos claro que tiene que primar la salud, porque aunque ahora haya más bajas y sea un mayor coste, como no paremos esto se alargará más en el tiempo y el gasto será mayor", señala. 

"No se puede seguir destruyendo sectores"

Bajén no cree que reducir los días de baja sea una vuelta al debate de salud o economía. "Es una polaridad falsa, porque la economía tiene que seguir manteniéndose. No hay una contradicción", afirma, y pide un cambio de estrategia porque "no se puede ir destruyendo sectores".

Tornos prefiere ser prudente. La rebaja de 10 a 7 días "alivia", pero insiste en "que lo hagan con buen criterio médico, si la gente se recupera antes", porque consideraría que al final resultaría peor "si encima no se recuperan y hay más contagios" por haber estado menos días aislados.

Desde el punto de vista sanitario, Nacho de Blas, epidemiólogo veterinario y profesor de la Universidad de Zaragoza, considera "un riesgo alto" reducir los aislamientos en la situación actual que atraviesa Aragón, donde la variante delta es la mayoritaria (a falta de conocer nuevos datos, y según el último informe de la pasada semana, el 13% de los casos eran ómicron). "Ese acortamiento de días atiende por esa presunta ventana de infecciosidad menor de ómicron (cinco días). El problema es que en la Comunidad ocurre lo contrario: el 87% de los casos son de la variante delta, con una ventana de infecciosidad de 14 días. Reducir la cuarentena de los positivos en coronavirus a siete días (como se ha acordado este miércoles) es una solución más ajustada a la realidad: no descuidas tanto la parte de la variante delta y cubres suficientemente ómicron. Es una solución intermedia más prudencial, pero sigue teniendo un riesgo alto", valora.

"Hay que explicar bien a la ciudadanía por qué se hace y en qué condiciones"

Para De Blas, acortar los aislamientos a cinco días tendría sentido cuando ómicron fuera la variante dominante. "Cuando se demuestre que es el 90% de los casos y siempre y cuando la gente sea responsable y se aísle si tiene síntomas. Hay que explicar bien a la ciudadanía por qué se hace y en qué condiciones. Quizá tenga más sentido apuntarlo a partir del 6 de enero, cuando haya pasado la avalancha de reuniones familiares", indica.

Cumplir unos requisitos

Por su parte, el director del Laboratorio de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, es partidario de reducir las cuarentenas unos días si se cumplen unas circunstancias determinadas. "Que el paciente no tenga síntomas, se le practica una prueba de antígenos dos días consecutivos y los resultados son negativos, lleve mascarilla y restringa lo más posible sus relaciones sociales. Bajar de golpe a cinco días me parece demasiado; siete, como los británicos, sería más prudente. Una de las razones que empuja a esta medida es el hecho de que ómicron está produciendo cuadros leves e incluso en ocasiones puramente asintomáticos", señala.

Badiola estima que esta oleada de casos por ómicron tiene los días contados (pronostica que la semana siguiente de Reyes empezarán a bajar los contagios), aunque el virus nos dará "alguna sorpresa" en el futuro (en alusión a nuevas variantes que pudieran aparecer). "El coronavirus SARS-CoV-2 se ha especializado en propagarse cada vez mejor y lo está haciendo bien. El camino de las vacunas es la solución y no olvidemos los medicamentos: ya hay dos antivirales. En el futuro va a haber una cartera de vacunas que protegerán también contra los contagios", avanza.

"Las nuevas variantes van a surgir en sitios donde no hay vacunación o es muy reducida"

Este científico considera clave ayudar a que las vacunas lleguen a otros países. "¿Vamos a dejar a África sin vacunar? Las nuevas variantes van a surgir en sitios donde no hay vacunación o es muy reducida", explica Badiola, al tiempo que insta a aquellos que están en contra de inocularse a que reconsideren su postura. "Si no hubiera estado la población vacunada (sobre todo con la tercera dosis de refuerzo), los hospitales aun con ómicron -que es poco patógena- estarían al borde de la saturación y, afortunadamente, no lo están. No pueden negar el efecto de la vacuna, eso es negar la realidad", concluye.

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