Ya es Juan de Lanuza
El prestigioso abogado José Antonio Ruiz Galbe le dijo un día en un juicio al forense zaragozano Salvador Baena que si fuera norteamericano se dedicaría a dar conferencias y dejaría de ser un ingenuo funcionario. Era a principios del siglo XXI, cuando se sentó en el banquillo uno de los dos jóvenes que robaron el cráneo del Papa Luna (Benedicto XIII) en Sabiñán en el año 2000 y un equipo de Patrimonio de la Guardia Civil lo solucionó un año después. Baena convirtió ese caso, que dio la vuelta al mundo tras publicarlo HERALDO, en una investigación modélica. Cruzó el océano Atlántico para la prueba del carbono 14 y esos huesos se reconocieron como del Papa Luna.
El forense, como Pedro de Luna, se mantuvo en sus trece, logró que la historia se multiplicara en la televisión con el documental de Germán Roda.
El Justicia de Aragón, Ángel Dolado, quiso que el modelo del Papa Luna se trasladara a los supuestos restos de Juan de Lanuza. Desde el pasado 9 de enero de 2020 hasta ayer, los huesos salieron de la iglesia de San Cayetano para volver con nombre y apellidos, los del Justicia que degolló Felipe II por defender el derecho de Aragón en el proceso de Antonio Pérez. Regresaron desde la Facultad de Medicina en el mismo furgón de la Hermandad de la Sangre de Cristo que hizo el recorrido de ida. Un acta notarial se levantó de su regreso, pero esta vez identificado. Todo un símbolo en Aragón.
Los fueros aragoneses se han defendido con la ciencia. Espero que el equipo dirigido por el forense dé muchas charlas, después de lo que contó este diario y el estreno del documental de Carlos Mateos en Aragón TV, tras proyectarlo en el cine Palafox.
