La memoria de las riadas del Ebro: Del médico que asistió un parto en barca al alcalde que evacuó 4 veces su pueblo

Vecinos y alcaldes de las localidades ribereñas recuerdan las crecidas que han marcado su vida. La de 1961, 2003 y 2015 son las que más repiten.

Calles de Pradilla de Ebro durante la riada de 1961.
Cuesta de la Fuente de Gallur durante la riada de enero de 1961.
Antonio Larra -cedida por el Ayto. de Pradilla-

Cuando el nivel del Ebro comienza a subir, en la memoria de los ribereños asaltan las vivencias de otras riadas. La de 1961, 2003 o 2015 cavan hondo en el recuerdo, son las que más repiten quienes las vivieron. Se comparan, se piensa las noches en vela, se espera que los daños no sean tan numerosos como en aquellas.

"La de enero del 61 siempre es el referente, había agua por todas partes", confiesa el pradillano Luis Eduardo Moncín que entonces era un niño y fue evacuado a Tauste junto al resto de sus vecinos –en el pueblo solo quedaron un pequeño grupo de hombres-. "Un pradillano jamás olvidará lo que hizo Tauste. Jamás", inciden en esta localidad ribereña. Los sonidos de la primera noche de 1961 todavía resuenan en su cabeza. "El ruido del Ebro era impresionante... Gente corriendo, puertas que se abrían y cerraban, los picos y palas trabajando, las campanas tañendo...", recuerda una pradiñana. Boquiñeni se quedó sin luz o Cabañas de Ebro estuvo toda la Nochevieja en vela.

Una de las casas en ruinas de Pradilla tras la riada de 1961.
Una de las casas en ruinas de Pradilla tras la riada de 1961.
Antonio Larraz -cedida por el Ayto. de Pradilla-

En Zaragoza (se llegó a los 4.130 metros cúbicos por segundo y una altura de 6,32 metros), los vecinos más afectados fueron los del desaparecido barrio de la Ortilla. "Recuerdo ver entrar el agua poco a poco por mi calle, la de los Paisanos", rememora seis décadas después José Piedrafita, que se alojó en casa de unos familiares en el Arrabal. En la ribera baja también se registraron daños. Varias calles de Pina quedaron cubiertas de agua. "Don Pascual Albalate, el médico, tuvo que asistir un parto en barca", relató a HERALDO Nieves Borraz, estudiosa de la historia de su pueblo, que explicó que se ideó "un artilugio" para achicar agua. Casi todos los pueblos de la ribera se vieron afectados de una forma y otra. Los testigos de esta riada ensalzan el trabajo de las telefonistas de todos los pueblos, que informaron de la situación del río.

"Don Pascual Albalate, el médico, tuvo que asistir un parto en barca"
Luis Carcas y Luis Eduardo Moncín, vecinos de Pradila, recuerdan la riada de 1961.
Dos vecinos de Pradila, recuerdan la riada de 1961, en una imagen de archivo.
Francisco Jiménez

Luis Eduardo Moncín ha sido alcalde de Pradilla durante 36 años y ahora es concejal. "Estando de alcalde me ha tocado evacuar cuatro veces. En 2003 que fue la primera vez. Lo hicimos en tres días, primero la gente enferma, después los mayores, las mujeres y los niños, y, por último, el resto”, explica Moncín. En esa ocasión en las calles de su pueblo había una capa de 30 centímetros de agua y dos casas del pueblo se hundieron.

A principios de febrero de 2003 se formó el gabinete de crisis, cinco comunidades autónomas estuvieron en alerta. En torno a 1.500 vecinos se vieron afectados. Un vecino de Novillas fue tajante con los medios: "Es el Ebro, sin él no seríamos nada, pero cuando quiere apretarnos, puede hacer llorar hasta los muertos". Varias casas en Gallur sufrieron filtraciones e inundaciones. En la capital aragonesa, 23.000 viviendas se quedaron sin luz, hubo zaragozanos sin agua, Alfocea se quedó aislado y garajes de varios barrios quedaron anegados. Sin agua potable estuvo Osera y varias carreteras se tuvieron que cortar.

Trabajo en Alcalá de Ebro, durante la riada de 2003.
Trabajo en Alcalá de Ebro, durante la riada de 2003.
Archivo Heraldo de Aragón

En 1983 Pradilla ideó un protocolo de evacuación que se activó en 2003, 2007, 2015 y 2018. "La más improvisada fue en 2015. A las 2.00 comenzó a subir muy deprisa", señala Moncín. En Novillas quedaron inundadas varias casas, cuatro personas tuvieron que ser rescatadas en Gallur y el río terminó con las barreras de contención en Boquiñeni, donde la UME levantó la mota un metro más. Fue la primera vez que se evacuó a este pueblo a causa de una riada, se alojaron en Luceni. Seis familias de Movera también tuvieron que ser desalojadas, 1.400 fueron en total. La riada superó todas las previsiones y no se descartó evacuar Pina. Sin embargo, el río rompió la autopista autonómica y las palas rompieron la A-1107, lo que impidió que Pina se inundara.

La riada entra en varias casas de Novillas e inunda miles de hectáreas de campos
La riada entró en varias casas de Novillas e inundó miles de hectáreas de campos.
Asier Alcorta
"De las más recientes, me viene a la cabeza una larguísima noche que pasamos en el Ayuntamiento"

"Lo peor que le puede pasar a un alcalde es evacuar a su pueblo", confiesa Luis Eduardo en la piel de alcalde. María Pilar Palacín, regidora de Fuentes de Ebro, también valora una hoja de ruta que coordine qué hacer ante una riada, algo que de alguna manera también han aplicado durante la pandemia. En su caso señala que las riadas no suelen afectar a su casco urbano, pero sí a los campos. Recuerda no poder asistir al instituto por estar cortada la carretera cuando era joven. "De las más recientes, me viene a la cabeza una larguísima noche que pasamos en el Ayuntamiento y hubo que tomar una decisión si salvar el pueblo de Pina o nuestros campos. Nuestros agricultores cedieron, pero la mota se rompió antes –indica Palacín-, son decisiones complicadas". 

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