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El ocio nocturno aragonés agradece el respaldo legal y los bares temen restricciones adicionales
Las salas de conciertos critican la discriminación, pero reconocen que apenas ha habido problemas.
El fin del pasaporte covid en cenas y comidas de empresa y su obligatoriedad en pubs y discotecas dividió este viernes al sector. Mientras que bares y restaurantes lo recibieron con "incertidumbre" porque ahora el Gobierno de Aragón pueda plantear otras restricciones para controlar la evolución de la curva de contagios, que sigue su imparable tendencia ascendente;los empresarios del ocio nocturno se mostraron agradecidos al contar con "respaldo legal" para aplicar la medida, que "vulnera los derechos fundamentales de los ciudadanos", según defendía la propia Fiscalía en sus alegaciones.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón, Fernando Martín, admitió no saber qué interpretación dar al auto de TSJA. "Hay que ver qué hace ahora la DGA. Tememos que pueda optar por restringir aforos y horarios. Esperamos pasar el puente tranquilos, pero estamos a la expectativa", expuso. Hasta ahora, la medida se había aplicado "con normalidad", y no descarta que los establecimientos de mayor tamaño sigan apostando por esta fórmula para garantizar una mayor seguridad a sus clientes.
Mientras, el ocio nocturno cree tener ahora una mayor "seguridad jurídica". De hecho, esta era una de las razones esgrimidas para solicitar medidas cautelares contra la orden del pasaporte covid. No obstante, el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza, Alberto Campuzano, consideró "ridículo" limitar su aplicación al 8 de enero. "Si de verdad quieren coaccionar para que la gente se vacune, tiene que ser de manera continua", apuntó.
La medida también afecta a las salas de conciertos, ya que la mayoría tienen calificación de ocio de nocturno. Chema Fernández, presidente de la Asociación de Promotores y Mánagers de Música de Aragón, lamentó que una vez más exista cierta discriminación al sector de los eventos, que ahora sigue siendo el único donde se mantienen las medidas. "Es verdad que aquí hay mayor opción de quitarse la mascarilla por el consumo de bebida, pero nosotros hacemos todo lo posible para controlarlo", señaló, al tiempo que incidió que "no se ha demostrado científicamente" que haya un aumento de contagios ligado a sus establecimientos.
Pese a ello, reconoció que durante la semana que se lleva aplicando la medida apenas se han producido problemas a las puertas de los establecimientos. "El 99% de la gente viene con el documento, te lo enseñan y entran", explicó. Al mismo tiempo, reclamó una mayor comunicación con el sector ya que "ni jueces ni instituciones tienen experiencia de lo que ocurre realmente en la calle". "Al final, nosotros somos los que estamos ahí, con el público, y haciendo cumplir la ley, pero nadie se interesa por cómo lo vemos", lamentó. En su caso también consideró "extraño" que la medida cuente con fecha de caducidad.
