Refranes populares aragoneses que dan frío, mojan o soplan
La DANA hace bajar los termómetros en toda España, y toca acordarse del refranero; hay muchos dichos aragoneses sobre las inclemencias meteorológicas.
‘El aragonés fino, después de comer, tiene sueño y frío’. Algunos lo dejan solo en el frío, sin el sueño; eso sí, el origen de la frase es cien por cien de la tierra. Siesta y mantica es una doble cura tradicional para esa sensación que tiene un origen biológico, lo de que la sangre se va al estómago para la digestión. Que eso no le pase a los aragoneses poco finos, o a los gallegos, es otra cosa, pero el dicho se sigue repitiendo a día de hoy; toda persona nacida en Aragón que se encamina al sofá en los meses fríos con calcetines y chaqueta para regalarse unos minutos de relajación tiene premio doble, porque además de disfrutar de uno de los mayores placeres posibles, va a cumplir con lo de la finura.
El refranero aragonés tiene muchas otras referencias a las inclemencias del tiempo, especialmente al frío y el viento; muchos de estos saberes populares nacen del campo, de la observación y las tradiciones, y de alguna manera se podría decir que son los tuits de antes de los tuits, las moralejas de historias muy diferentes que en el caso del frío pueden haber prevenido muchos catarros, malas cosechas o simplemente días problemáticos.
Unos cuantos refranes típicos de Aragón
Además del ya dicho, existen muchos otros refranes locales con esta temática. Aquí hay unos cuantos:
- La ribera nubla, la sierra rasa, coge la capa y márchate a casa.
- Cielo ‘encrespao’, monte ‘regao’.
- Aire serrano, agua en la mano.
- Nubes de mosquitos, agua prontito.
- Noche clara y sosegada, habrá escarcha o rociada.
- Bochorno frío y tabernera vieja nunca mueren de sed.
- Si truena en enero, apontona el granero.
- Truenos tempranos, fríos tardanos.
- Aire cenador, aire volvedor.
- Luna nueva inflamada, presto mojada.
- Si en el sol hay redor, no se le moja la capa al pastor.
- No dejes la manta por calor ni el almuerzo por harto.
- Noviembre acabado, invierno empezado.
- Cuando la corneja va rasante, ponte bufanda y guantes.
