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Las discotecas zaragozanas valoran pedir el pasaporte covid en los cotillones de Nochevieja

El debate sobre el certificado de vacunación llega a Aragón y se extiende por toda España. "Es nuestro salvoconducto para abrir aunque suba la incidencia", dicen en Cataluña, donde ya se exige.

OCIO NOCTURNO TRAS EL FIN DE LAS RESTRICCIONES EN EL CASCO VIEJO DE ZARAGOZA / 22-10-2021 / FOTOS: FRANCISCO JIMENEZ[[[FOTOGRAFOS]]]
El ocio nocturno pudo reabrir sin restricciones de aforo y horarios hace ahora casi un mes.
Francisco Jiménez

La fiesta de Nochevieja… mejor con la vacuna puesta. El ocio nocturno de Zaragoza valora pedir el pasaporte covid a quien quiera entrar a los cotillones que se van a organizar en los bares y discotecas de la ciudad. Esta tarde tratarán el asunto en una reunión en la que el presidente de la asociación llevará esta recomendación, para que luego sea cada local el que decida aplicarla, independientemente de las acciones que se impulsen desde el Gobierno de Aragón.

El presidente de la Comunidad, Javier Lambán, anunció este miércoles que están sopesando pedir al Ministerio de Sanidad que implante esta medida a nivel nacional. El director general de Asistencia Sanitaria, José María Abad, opinó que esta medida “ayudaría a aumentar la vacunación de aquellas personas que no se han vacunado y permitiría reducir los contagios”, y que su aplicación sería especialmente interesante en “el ocio nocturno, conciertos y actividades deportivas que no sean al aire libre”.

El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza, Alberto Campuzano, propondrá que los locales lo apliquen en los cotillones por tratarse de “un día especial” y “muy sensible”, con muchas personas en el interior de los establecimientos durante muchas horas. Aunque no será de obligado cumplimiento, cree que puede “dar seguridad” a los clientes ante una noche que también es importante para los negocios.

No obstante, Campuzano pide que se dote “de un soporte legal adecuado” la exigencia del pasaporte covid. “Entendemos que ahora mismo es un documento europeo para cruzar fronteras, pero el Gobierno debería redactar una orden para hacerlo suyo y que tenga validez”, señala Campuzano. Además, cree que los esfuerzos se deben centrar en “exigir una mayor calidad del aire en el interior de los locales”. Aún así, en el caso de que se imponga la norma de pedir el pasaporte, los locales la aplicarán “como no puede ser de otra manera”.

En los pequeños negocios de hostelería creen que la medida “puede tener sentido en grandes discotecas, grandes conciertos o bodas”, pero no en un bar “para cuando entra alguien a pedir un café o un refresco”, según apunta José María Marteles, presidente de Cafés y Bares. “¿Vamos a tener que contratar a un camarero para que esté en la puerta de cada bar para pedir el certificado?”, se pregunta.

En Cataluña, mientras tanto, hace más de un mes que se pide el pasaporte covid en las discotecas. Esta semana, la Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon) ha publicado un sondeo entre todos sus asociados, en el que un 80% valora como “bueno o muy bueno” el certificado para recuperar la actividad y mejorar la seguridad de los clientes, mientras que el 19% lo considera “malo o muy malo”. “Esto es nuestro salvoconducto para seguir abiertos aunque suba la incidencia”, sentencia Christian Compte, presidente de la asociación.

En la encuesta, el 86% de los empresarios consideran “extraordinariamente bien” el incremento de la vacunación que la medida ha logrado impulsar entre los jóvenes. Compte cuenta cómo en la primera noche en la que se pidió hubo “entre el 15% y 20% de jóvenes que no pudieron entrar porque no hacían los 14 días que se habían puesto la dosis. Nos dijeron que se la pusieron cuando salió la noticia, fue un empujón para inmunizar la franja de 18-35 años”, cuenta. En Aragón, los jóvenes de 25 a 40 años a duras penas superan el 75% de personas con la pauta completa, cuando el porcentaje roza el 90% en el conjunto de mayores de 11 años y acaricia el 100% a partir de los 60.

Las discotecas catalanas, en cambio, sí muestran sus dudas sobre la gestión del acceso a las salas: un 66% expresan su preocupación por la demora en el sistema de verificación, debido a la ralentización que supone tener que pedir la entrada al local (que en muchos casos se vende de forma anticipada) y el pasaporte covid. Este ahora se pide a través de una web, pero el sector pide “una buena aplicación” que agilice el acceso.

En Galicia también se pide el certificado. Los tribunales tumbaron la medida de la Xunta, pero finalmente la comunidad llegó a un acuerdo con el sector para que lo pidiesen a los clientes. Ahora, quieren ampliar su uso para que se pueda solicitar también el certificado (o una prueba negativa de covid) a los visitantes o acompañantes de los pacientes ingresados en los hospitales e incluso a los profesionales sanitarios.

El debate se ha extendido a toda España. El País Vasco ha pedido autorización a los tribunales para exigir el pasaporte en restaurantes y ocio nocturno, Navarra lo estudia, la Comunidad Valenciana quiere exigirlo “donde sea razonable”… En muchos casos, se ve como una salida alternativa a las restricciones que hasta ahora se han aplicado de reducción de aforos y horarios, o a la prohibición del uso de barras y pistas de baile. “Aquí también hemos tenido reticencias, pero al final los empresarios entienden que esta es la única manera que tenemos asegurado el poder seguir trabajando”, señala Compte sobre la experiencia en Cataluña.

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