Heraldo del Campo

plantas aromáticas

Un balsámico punto final a 3 años de investigación

El proyecto Spagyria llega a su conclusión con la presentación de su producto final: una crema ecológica elaborada con plantas aromáticas, en parte cultivadas en Aragón.

El producto cumple con los más altos estándares de calidad.
El producto cumple con los más altos estándares de calidad.
Spagyria

La fabricación de una crema completamente ecológica partiendo del secado de plantas aromáticas ha sido la culminación de Spagyria, un proyecto de cooperación transfronterizo entre España y Francia que nació con el objetivo de crear una nueva línea de producción de plantas aromáticas para el desarrollo de cosméticos ecológicos, así como de fomentar la transferencia de experiencias y conocimientos de los socios a ambos lados de la frontera, tanto en términos de desarrollo agronómico como a nivel del proceso de extracción, fabricación y pruebas. Pero, además, este proyecto ha contado con un gran componente solidario, ya que ha permitido dar trabajo a personas con discapacidad o con dificultades de inserción a través de tres entidades sociales.

El producto final de este proyecto, la crema obtenida, no está destinado a su venta, pero cumple con los más altos estándares de calidad y con todos los requisitos legales que marca la legislación europea en materia de cosméticos. Incluso ha obtenido el visto bueno de la Agencia Nacional del Medicamento Francesa, y con la autorización del Comité Ético de Personas del país vecino para poder ser probada en personas voluntarias.

Salud y armonía

Spagyria ponía fin a su andadura con un acto en Huesca que consistió en la presentación de la crema obtenida. En él participaron diversos representantes de las entidades participantes en este proyecto. El coordinador de Spagyria, Miguel Ángel López, aludió al significado del nombre del proyecto, que es "un método a través del cual se elaboran remedios naturales que ayudan a recuperar la salud y la armonía del cuerpo", que es, precisamente, lo que se ha hecho en Spagyria: "Hemos extraído de cada planta que hemos cultivado sus mejores cualidades a través de un proceso respetuoso con el medio ambiente y con la misma planta, para fabricar una crema con ingredientes cien por cien naturales", añadía el responsable del proyecto.

Para llegar a la consecución de esta crema ecológica, Spagyria arrancaba su andadura en 2018 con una financiación de 1,8 millones de euros financiados al 65% por fondos Feder a través del programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (Poctefa 2014-2020). La primera acción que se llevó a cabo fue la plantación de un huerto piloto con ocho especies de plantas aromáticas en cada territorio (Huesca, Pamplona y el Alto Garona) para, en 2019, pasar a cultivos extensivos de las plantas que mejores rendimientos arrojaron. Así, se plantaron en Toulouse (Francia) 5.000 metros cuadrados de ‘Salvia officinalis’; 3.000 metros cuadrados de caléndula y otros 6.000 de ‘Salvia sclarea’. Por su parte, Pamplona acogió el cultivo de melisa.

Tras la cosecha de estas plantas y su tratamiento, se llevó a cabo la obtención de los ingredientes del cosmético de manera limpia y segura. En todos los procesos se realizaron estudios de impacto ambiental y de trazabilidad.

La elaboración de la crema Spagyria se ha llevado a cabo en dos fases: una denominada oleosa y otra llamada acuosa. La fase oleosa consiste en la mezcla de los extractos de caléndula y salvia con aceite de almendras. En la acuosa se mezcla el hidrolato de melisa con otros componentes líquidos. Las dos soluciones se calientan y se fusionan, dando lugar a la crema, a la que se da el toque final añadiendo ecobiol de ‘Salvia sclarea’ y perfume para darle aroma.

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