Aragón acabó el verano sin grandes incendios y con menos superficie quemada

Solo se calcinaron 549,91 hectáreas, 295 de ellas en verano, una cifra muy inferior a la media histórica (3.120,58 hectáreas).

Estabilizado un incendio en Graus tras arder cinco hectáreas de terreno agrícola y vegetación.
Imagen de archivo del incendio en Graus.
DPH

La campaña de incendios forestales de 2021 concluye el periodo de alta activación de medios (del 16 de junio al 15 de septiembre) con un balance positivo: ningún gran incendio y solo 549,91 hectáreas calcinadas, 295 de ellas en verano, una cifra muy inferior a la media histórica (3.120,58 hectáreas).

Sí que aumentó, no obstante, el número total de incendios, que ascendió a 366, una cifra ligeramente superior a la media histórica, de los que tres cuartas partes fueron conatos.

El director general de Medio Natural y Gestión Forestal, Diego Bayona, ha aprovechado la presentación del balance de la campaña para agradecer la labor de todos los profesionales del operativo y para instar a trabajar por mejorar sus condiciones laborales y sus medios materiales.

La situación este año ha sido "bastante favorable" por las condiciones meteorológicas propicias, marcadas por las lluvias de principios de junio, que compensaron una primavera seca; la menor incidencia de olas o episodios de calor extremo en verano, con un solo episodio (18 al 23 de julio) y una única ola (13 al 15 de agosto); y la abundancia de tormentas y precipitaciones en el sur de la comunidad.

Así, esas tormentas han provocado que la provincia de Teruel presente un balance mucho más favorable, con 42 hectáreas quemadas, frente a las 334 de Huesca y las 173 de Zaragoza.

En cuanto al calor, el incendio de mayor envergadura en lo que va de año se produjo en Graus (Huesca) el 23 de julio, coincidiendo con un episodio de altas temperaturas, fue intencionado y dejó calcinadas 155 hectáreas.

Se declaró en un momento de alerta roja y obligó a evacuar población y a activar a la Unidad Militar de Emergencias (UME) ante el riesgo de que el humo afectara al núcleo de Graus.

La provincia altoaragonesa fue también escenario de los otros cuatro incendios más importantes: Castillonroy (27 de junio), con origen en Cataluña, más de 15 hectáreas quemadas y causa sin determinar; Huesca (4 de julio), 11 hectáreas por un accidente; Graus, 27 de agosto, 10 hectáreas por un accidente; y Sariñena (16 de agosto), que calcinó 8,5 hectáreas y con causa sin determinar.

Entre las causas, el 40% fueron provocados por accidentes o negligencias y el 37%, por causas naturales. En cuanto al riesgo, ha sido un año nuevo, no tan problemático como 2016 y 2017 ni tan benigno como 2015 ó 2018.

Cabe destacar también que la concentración de la gran mayoría de los incendios se ha producido en torno a las zonas agrícolas, con una menor gravedad en las forestales.

Uno de los momentos más complicados del verano llegó el 15 de agosto con una sucesión de rayos, que llegó después de una ola de calor y en un momento con una baja humedad relativa, y obligó a realizar 18 intervenciones, mayoritariamente en la zona de la provincia de Teruel colindante con la Comunidad Valenciana.

Bayona ha señalado también que, de no haber actuado, la superficie quemada habría ascendido hasta las 1.200 hectáreas.

El balance general es, por tanto, positivo, especialmente por el bajo número de hectáreas calcinadas, pero no se debe bajar la guardia porque las condiciones pueden cambiar.

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