Heraldo del Campo

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Prepararse para la disrupción en el sector alimentario

Una jornada del Clúster de Alimentación de Aragón analizaba las claves para que las empresas puedan adaptarse a un tiempo como el actual, de profunda y rápida evolución.

Las ‘coaches’ Beatriz Romanos y Corina Almagro explicaron el modelo de empresa exponencial.
Las ‘coaches’ Beatriz Romanos y Corina Almagro explicaron el modelo de empresa exponencial.
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¿Quién podía pensar a finales de 2019 que solo unos meses más tarde íbamos a vivir una pandemia que pondría al mundo en jaque? ¿Qué alimentos constituirán la base de nuestras dietas dentro de una o dos décadas? ¿Habrá alternativas para erradicar el hambre? Estas son solo algunas preguntas que sirven como ejemplo de un futuro impredecible al que tanto la sociedad como las empresas de todo tipo han de responder. También las del sector de la alimentación.

Por ello, y con el objetivo de que estas empresas sean cada vez más conscientes de las "disrupciones" o cambios drásticos y rápidos que puedan venir y que sean "resilientes" a los mismos, el Clúster Aragonés de Alimentación organizaba esta semana una jornada en la que varios expertos expusieron un modelo de empresa exponencial.

La ‘coach’ experta en innovación Beatriz Romanos, que fue la encargada de dinamizar este encuentro junto a su compañera Corina Almagro, explica que este modelo de empresa se basa en la implantación de una decena de atributos que contribuyen a que las empresas puedan adaptarse mejor a los cambios futuros. "No se trata de crecer exponencialmente, sino de preparar a las empresas para sobrevivir al futuro que viene", recalca.

Vivimos en un mundo en el que todo se está digitalizando -explica esta experta- "también el mundo de la alimentación, en el que se están empleando diversas tecnologías, como la inteligencia artificial, para la creación de nuevos alimentos, entre otros muchos ejemplos". La consecuencia de esta digitalización es que "pasamos de un paradigma de escasez a un paradigma de abundancia de productos y de opciones que requiere de herramientas como motores de personalización para adecuar las ofertas a las necesidades de cada cliente. Además, hay que tener en cuenta que esto supone una desmonetización que hay que afrontar", añade Romanos, quien destaca también el fenómeno de "democratización" de información y herramientas para poder crear nuevos productos o servicios.

Es en este marco en el que se producen las denominadas disrupciones o cambios respecto a lo que ya hay establecido. En el caso de las empresas agroalimentarias hay multitud de ejemplos, como la fabricación de alimentos alternativos basados en proteínas vegetales.

Durante la jornada se analizaron también las herramientas (o atributos) necesarios para afrontar estos cambios de manera exitosa. Son muchos y muy variados. Pueden ir desde el empleo de la inteligencia artificial para, por ejemplo, "conectar con las más de cien mil plantas que podrían servir como alimentos para el futuro", hasta algoritmos para proponer combinaciones de esas plantas que sirvan para personalizar las ofertas. Todo este tipo de herramientas generan una ingente cantidad de datos que es necesario gestionar en tiempo real.

La "experimentación" es otra de las claves de este modelo. "Las empresas ya no pueden hacer planes de negocios a cinco años", afirma Beatriz Romanos, que insta a las organizaciones a "partir de hipótesis y emplear herramientas que las validen o no en tiempo real".

Propósito de cambio

Si bien todos estos términos como ‘inteligencia artificial’, ‘algoritmo’ o ‘big data’ pueden sonar ajenos a un sector como el primario, no debe ser así. "Hay empresas que ya lo están aplicando y no son multinacionales tecnológicas", señala Romanos. "Se trata de plantearse qué podemos hacer de manera más automática y qué podemos obtener de esa información. Es una cuestión de metodología más que de tecnología", incide la experta, quien detecta "una cierta inquietud en cómo este sector debe encarar el futuro" y para quien "poner en marcha este método no es una cuestión de edad, sino de mentalidad".

Fue precisamente esta inquietud la que llevó al Clúster de Alimentación de Aragón a organizar esta jornada que, a juicio de su directora gerente, María Eugenia Hernández de Pablo, "era algo muy necesario, ya que las empresas tienen que estar cada vez más cerca de estas herramientas y ser cada vez más capaces de adaptarse al medio. Sin embargo, en algunos casos, ya sea por un cierto rechazo a los cambios o por tratarse de empresas muy pequeñas que se pierden en estos aspectos, algunas pueden quedarse por el camino", apunta.

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