Testigo del accidente en Luna: "Me tapé enseguida la boca con la toalla, pero creía que no llegaba a la salida"

Asunción Duarte fue una de las vecinas desalojada de la piscina tras la fuga de cloro.

Asunción Duarte tras acudir al centro de salud de Luna
Asunción Duarte tras acudir al centro de salud de Luna
Francisco Jiménez

El calor apretaba. Y el medio centenar de personas que habían ido a pasar la mañana a la piscina de Luna apuraban el último baño antes de marcharse a comer. Fue entonces cuando se escuchó una especie de detonación a la que en principio nadie dio demasiada importancia. "Sí, oímos un ruido, pero todos seguimos a lo nuestro. Sin embargo, al poco rato, empezamos a notar problemas al respirar. No tardó en llegar el encargado del recinto pidiéndonos que desalojásemos la piscina", explicaba Asunción Duarte. Lo hacía a las puertas del centro de salud, donde acudió varias horas después del suceso para que le echaran un vistazo. "Tengo algo de tos, pero el médico me ha dicho que saturo bien. Lo mío se cura, lo que es una desgracia es lo del pobre Jesús", apuntaba, lamentando la muerte del empleado municipal.

"Ha sido todo muy rápido. Yo me he tapado la boca con la toalla y he empezado a respirar más despacio. Pero estaba en la parte más alejada y por un momento he pensado que no llegaba a la salida", contaba esta vecina. "Supongo que los niños han reaccionado más tarde y han seguido respirando cloro. Porque algunos estaban incluso vomitando", añadía. En cualquier caso, Asunción indicaba que la evacuación del recinto fue "bastante ordenada" y "en ningún momento hubo pánico".

El trabajador que expende las entradas y controla las instalaciones fue quien informó a los bañistas de lo que había ocurrido. Una vez en la calle fue cuando vieron a Jesús C. S. "Estaba junto al camión, todavía hablaba, pero tenía mal color", recordaba la vecina de Luna. "Un chico lo cogió y lo metió en su coche para acercarlo a toda prisa al centro de salud, pero antes de llegar ya debió notar que perdía el conocimiento", apuntaba. Y lo cierto es que a esta persona ni siquiera le dio tiempo a entrar en urgencias.

Se desplomó al llegar al centro

Los médicos y enfermeras habían sido alertados del percance y se disponían a acudir a las piscinas cuando vieron llegar al herido más grave. "Se ha desplomado a las puertas del centro. Hemos estado más de 45 minutos practicándole maniobras de reanimación cardiopulmonar, pero ha sido imposible", contaba después Fernando Martínez de Zabarce, coordinador del centro de salud. "Tenemos desfibrilador -añadía-, pero tampoco ha servido de nada". La mala fortuna quiso también que la uci que habitualmente asiste al pueblo estuviera fuera. El helicóptero del 112 también acudió a Luna, pero tuvo que aterrizar en el campo de fútbol y no podían llevar hasta allí al segundo operario. De hecho, acabaron enviándolo al Hospital Miguel Servet en una ambulancia del 061.

"Nos han dicho que en la zona de las piscinas todavía pica un poco la garganta al respirar, pero no creo que la nube tóxica cause ya más problemas al pueblo", comentaba por la tarde Martínez de Zabarce. "Además de al fallecido y al hombre con el que descargaba el cloro, hemos atendido a otras siete personas. Entre ellas los niños. Tampoco descarto que mañana -por este jueves- se presente todavía algún vecino", señalaba. Según el doctor, estos gases afectan sobre todo al aparato respiratorio, por lo que en los casos leves lo único que se recomienda es hidratarse bastante.

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