La DGA quiere adelantar las dosis de Astrazeneca
La incidencia acumulada entre los 60 y 64 años rondaba este lunes los 37 casos cada 100.000 habitantes, por encima de los registrados entre 50 y 54 (29,5).
Sanidad quiere agilizar la inoculación de la segunda dosis de Astrazeneca a los aragoneses con edades comprendidas entre los 60 y los 69 años. Ellos son los que podrían pagar las consecuencias de la incipiente sexta ola que está generando este nuevo repunte de contagios. La incidencia acumulada entre los 60 y 64 años rondaba este lunes los 37 casos cada 100.000 habitantes, por encima de los registrados entre 50 y 54 (29,5).
Las comunidades autónomas de Madrid, Cataluña, Navarra, Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Baleares, Comunidad Valenciana y Andalucía han comenzado a adelantar la segunda dosis. En principio, el espacio entre pinchazos con Astrazeneca debe ser de 12 semanas, pero las autoridades sanitarias permiten reducirlo a 10, e incluso Castilla y León y Cataluña han optado por acortarlo hasta las ocho semanas.
Y esta es la vía que explora en estos momentos Aragón, según reconoció la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, que confirmó que están estudiando "adelantar todo lo que se pueda la segunda dosis de Astrazeneca".
Unos 97.000 aragoneses se encontraban a finales de julio a la espera de recibir la segunda dosis de la fórmula anglosueca. Su vacunación ha coincidido con la decisión casi masiva del personal esencial menor de 60 años de que les inoculen la segunda dosis de Astrazeneca.
Citas vacantes
Las vacaciones han hecho, además, que los centros de salud se estén encontrando "bastantes huecos libres" en las agendas de vacunación. Para la presidenta del Colegio de Enfermería de Zaragoza, Teresa Tolosana, urge abrirlas a más grupos de edad, ya que el ritmo actual -con citas para dos cohortes todos los martes y jueves- "se está quedando corto para llenarlas". "Necesitamos vacunar lo antes posible a los jóvenes; que se vayan de vacaciones con al menos una dosis, que siempre será mejor que ninguna", expuso.
Una opción, opinó, sería permitir que todos los mayores de 18 años puedan coger cita. "O al menos ampliar más las franjas de edad. En mi centro están sobrando bastantes huecos", agregó. El problema, no obstante, estaría en la falta de dosis, circunstancia que obliga a la DGA a ir paso a paso para garantizar tanto los primeros como los segundos pinchazos.
