Joven contagiado en Salou: "Soy consciente de que la irresponsabilidad es mía, ahora no lo volvería a hacer"

El testimonio de Sergio, un universitario zaragozano de 19 años que se contagió en Salou, es el ejemplo de la situación que estos días viven cientos de chicos y chicas.

Sergio, este lunes, sale del centro de salud San José Norte tras confirmarse su contagio
Sergio, este lunes, sale del centro de salud San José Norte tras confirmarse su contagio
Guillermo Mestre

"Soy consciente de que la irresponsabilidad es mía. Ahora no lo volvería a hacer, por supuesto. Nunca piensas que te puede tocar". Son palabras de Sergio, un universitario zaragozano de 19 años que acaba de regresar de una estancia en Cambrils durante la que salió de marcha por Salou. Ayer, poco después de las 13.30 abandonaba el centro de salud San José Norte con la confirmación de un contagio anunciado por él mismo.

Este estudiante de Derecho y Administración de Empresas regresó el domingo tras pasar tres semanas en un apartamento familiar en la Costa Dorada. Se sintió mal, con algunas décimas. Además, un amigo con el que estuvo los últimos días y volvió el pasado viernes ya está confinado con covid "con una temperatura de 39 grados y pasándolo mal". En cuanto llamó al centro de salud lo citaron para un test de antígenos que corroboró sus temores.

Está convencido de que se contagió la última semana. La primera, del 13 al 19 de julio, el ambiente estaba más tranquilo "con el cierre de las discotecas a la 1.00". "Los últimos días fue una locura con los locales nocturnos abiertos hasta las 4.00", reconoció. En los interiores "había que bailar con mascarilla y si te pillaban sin ella te obligaban a salir y volver a hacer fila para entrar de nuevo". El mayor riesgo, en su opinión, estaba en la calle o en terrazas interiores "en las que la gente no la llevaba". "Nosotros estábamos unos 12 amigos, todos conocidos, y te sientes confiado".

Este lunes, tras recibir la noticia, lo primero que hizo fue llamar a casa. "Mis padres están vacunados, pero van a tener que hacerse PCR, a ver cómo evoluciona todo. Ahora tengo que pensar en todas las personas con las que he estado estos últimos días".

Un sanitario, este lunes, en la sala donde se hacen las PCR en el centro de salud de Sagasta de Zaragoza
Un sanitario, este lunes, en la sala donde se hacen las PCR en el centro de salud de Sagasta de Zaragoza
Guillermo Mestre

Las fiestas y viajes de fin de curso han dejado cerca de 600 casos en jóvenes de 15 a 24 años en los últimos seis días. Este lunes se notificaron 80 positivos en esta franja de edad.

Los viajes a la costa se dejan notar en toda la Comunidad. Así ocurre en la comarca de Valdejalón. En el centro de salud de Épila, que presta servicio a esta localidad y varias del entorno como Lumpiaque. "Son principalmente gente joven que se ha ido y luego contagia al resto de amigos y familia", indicó Beatriz López, coordinadora del ambulatorio- En Cariñena, corresponden a actos festivos, como confirmaciones.

En el centro de salud Ensanche de la capital turolense, por ejemplo, la cifra de pruebas PCR diarias se ha multiplicado casi por cinco en apenas un mes, pasando de 8 o 9 a algo más de 40. Los jóvenes de entre 18 y 30 años de edad que han participado en fiestas multitudinarias de fin de curso o que se han reunido con amigos para ver un partido de fútbol eran este lunes los que más abundaban en la sala de espera. También ha crecido en apenas unas semanas el número de contagios, que ahora puede alcanzar picos de 12 nuevos positivos en una jornada cuando antes no alcanzaban a la mitad. Así lo explicó Inés del Pueyo, rastreadora del centro Ensanche, quien señaló que algunos jóvenes le cuentan que no todo el mundo lleva mascarilla en una fiesta o en un viaje de fin de estudios.

En el Ensanche se realizaron este lunes 41 PCR entre la mañana y la tarde. Una joven de 21 años estudiante de Turismo en Valencia relató que acudió a hacerse la prueba voluntariamente, tras haber estado en contacto con unas amigas que el día anterior habían participado en una fiesta tras la que un joven resultó positivo. Por responsabilidad y aunque no presenta síntomas, la muchacha se aisló en una habitación de su casa de Teruel nada más bajar del autobús que la trajo de Valencia. Un matrimonio, ambos de 53 años, no ocultaban su inquietud al tener que hacerse la prueba tras haber dado positivo un familiar, si bien los dos han sido ya vacunados. Un hombre de 47 años que también aguardaba para someterse al test confesó que si salía negativo iría "de cabeza" a vacunarse, al no haber tenido tiempo para ello. Su hermano, con el que comparte lugar de trabajo, presentaba síntomas y, a la espera de confirmar o descartar la enfermedad, él acudía al centro de salud con preocupación. "Si doy positivo, es un problema porque no podré ir a trabajar".

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