El crimen de Pedrola se convierte en un juicio de jurado

La titular del juzgado de instrucción 10 de Zaragoza, María José Bello, dictó ayer un auto por el que convierte el sumario del crimen de Pedrola en un juicio de jurado. En este caso se suma el asesinato de un informático vasco ocurrido en septiembre de 2019, que fue enterrado vivo y fue encontrado veinte días después, pero además se suman otros 28 delitos (robos, detención ilegal, amenazas, estafa...) a la víctima mortal y a otras dos personas. Se les imputan a tres encausados: Hendangeline Candy Arrieta, Mohamed Achaf y Antonio Meléndez.

La Audiencia de Zaragoza advirtió en un auto previo que deberían acomodarse los trámites ante el Tribunal del Jurado para evitar la nulidad de las actuaciones y que se abriera juicio oral para que el enjuiciamiento del delito de asesinato y los demás que sean conexos.

Fuentes jurídicas manifestaron que la consecuencia no era que los 28 delitos fueran a juzgarse por Jurado sino que se separaran el asesinato y sus conexos del resto. Por ese motivo, el abogado de acusación particular, José Cabrejas, manifestó ayer que va a interponer un recurso de reforma esta decisión de la juez instructora ante la Audiencia de Zaragoza para que se ajuste qué parte de los delitos deben ser juzgados por Jurado y los que correspondan a un tribunal profesional.

La juez ha citado a los acusados (Hedangelin Candy Arrieta, Mohamed Achraf y Antonio Meléndez) y sus abogados para celebrar la comparecencia el próximo lunes en la Sala 3 del edificio de Fueros de Aragón, junto con los representantes del Ministerio fiscal y de las acusaciones. Ese acto supondrá que las partes concreten la imputación o soliciten el sobreseimiento, junto a pedir las diligencias de investigación que estimen oportunas.

Asimismo, la magistrada ratificó en el auto la situación de la prisión provisional, comunicada y sin fianza, a los acusados Hedangeline Candy Arrieta Landazabal y Mohamed Achraf Darai, que están en el centro penitenciario de Zuera y serán trasladados la próxima semana al edificio judicial, y la libertad provisional al tercer acusado, Antonio Meléndez.

La magistrada rememora en el auto que los hechos que se juzgarán empezaron:

1: el 26 de julio de 2019, cuando los acusados Hedangeline Candy y Mohamed, que convivían como pareja, citaron a una persona en Gallur a través de la plataforma de contactos Badooo hasta llevarlo a una casa apartado, lo amordazaron hasta que les dio el pin de sus tarjetas, le hicieron varias extracciones y le robaron el móvil, junto a su coche Renault Clio, tras abandonarlo a un kilómetro del pueblo. En estos delitos participó también el tercer acusado, José Antonio Meléndez.

2: el 4 de septiembre de 2019, Hendageline Candy y su pareja Mohamed contactaron con otra persona por el mismo sistema y llegó en tren a Luceni. Lo golpearon y le amenazaron con una pistola para evitar su fuga. Lo encapucharon y bajo amenazas de muerte dio el pin de sus tarjetas y los teléfonos de sus familiares, anunciándole que iban a pedir un rescate por él. Lo abandonaron tras amenazarle la mujer que iban a tirar el río tras no haber podido sacarle dinero.

3: el 6 de septiembre de 2019, Un informático residente en Guecho (Guipúzcoa) contacta con Hedangeline y se citan en Luceni. Al llegar lo golpea la mujer y su pareja Mohamed en varias partes del cuerpo con ánimo de matarlo hasta que lo dieron por muerto. En un estado de agonía, fue enterrado en el campo y falleció por el fracaso respiratorio, entre el 7 y el 8 de septiembre, pero su cadáver no se halló hasta el 27 de ese mismo mes. Se apoderaron de sus pertenencias, de un Mercedes que vendieron por 11.000 euros.

A los acusados Mohamed Achraf y Hedangeline Candy Arrieta se les atribuyen su participación en un homicidio, seis robos, tres detenciones ilegales, unas amenazas de muerte y una estafa. A Antonio Meléndez se le imputan dos robos y una detención ilegal.

En el auto, la juez llega a la conclusión que el modus operandi en los tres hechos, la mujer Hedangeline Candy actuó como gancho contactando con las tres víctimas y bajo la promesa de una relación, para atraerles a los lugares aislados predeterminados con sus cómplices, quienes les esperaban. Considera que había un común acuerdo, una unidad de designio y una reiteración en el modo de actuar de Mohamed Achraf y Hedangeline Candy Arrieta (quienes se negaron a prestar declaración), mientras que Antonio Meléndez (prestó declaración por videconferencia cuando estaba preso y luego quedó en libertad provisional) solo actuó en el primer caso y otra cuarta persona que no fue identificada.

La magistrada dispone que si existieran otros ofendidos que no hayan comparecido en el Juzgado de Instrucción 10 de Zaragoza se les debe citar para ser oídos.