Lambán confía en hacer frente a la pandemia sólo con la ley aragonesa

El presidente aragonés, Javier Lambán, criticó este miércoles el "vacío legal" que existe en el país tras la disparidad de decisiones adoptadas por los tribunales respecto a la implantación del toque de queda o el confinamiento de localidades. Una situación que "no es demasiado tranquilizadora" para la opinión pública, que ve cómo Comunidad Valenciana, Baleares y Galicia pueden implantar el toque de queda –la última solo en los municipios confinados por el fuerte impacto de la covid–;mientras que esta posibilidad ha sido rotundamente rechazada en Navarra, Canarias o País Vasco. Por su parte, el ritmo de vacunación avanza y la ministra Darias prevé tener la próxima semana una solución para los menores de 60 años que recibieron la primera dosis de Astra Zeneca.

Lambán fió una vez más el futuro de la Comunidad a la ley 3/2020, con la que va a tratar de "responder a todos los problemas que se vayan planteando", que espera que cada vez sean menos y de menor entidad. Se refirió así a la evolución de la curva epidemiológica, que lleva varias jornadas descendiendo. En estos momentos, la incidencia acumulada a siete días es de 113,3 casos por 100.000 habitantes frente a los 163 de hace solo diez jornadas. Sin embargo, todavía es complicado percibir este descenso si se analiza la incidencia acumulada a 14, que todavía se encuentra por encima de los 270 positivos.

En el supuesto de que los contagios volvieran a ascender y que el Gobierno autonómico considerara que los mecanismos que actualmente proporciona la legislación aragonesa no son suficientes para frenar la expansión del virus, no descartó buscar "otro tipo de salida" al problema, aunque no detalló si sería la solicitud de un estado de alarma territorializado.

En este sentido, lamentó que las leyes de salud pública, que datan de los años 80, "hayan quedado superadas por los tiempos". Destacó que durante toda la pandemia ha tratado en todo momento de "rehuir" la polémica con el Ejecutivo de Pedro Sánchez y confió en que se pueda superar esta crisis "colaborando, cooperando y cogobernando, como le gusta decir al presidente del Gobierno".

Con su legislación propia, Aragón ha podido hacer confinamientos quirúrgicos como los implantados en las localidades de Calatayud y Jaca, además de las comarcas de Campo de Borja, Campo de Cariñena, Ribera Alta del Ebro, Valdejalón y buena parte de Cinco Villas. También tiene capacidad de limitar el aforo de los establecimientos y las reuniones sociales. Precisamente esta última es otra de las medidas que están llegando en estos momentos a los tribunales. Y aunque fueron bien recibidas en la Comunidad Valenciana, Murcia, Galicia, Cataluña y Baleares, no tuvieron el beneplácito de la Justicia navarra ni manchega, que entendió que afectan "intensamente" a un derecho fundamental.

Avance en la vacunación

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, reconoció ayer que sobre el fin del estado de alarma se "ha debatido mucho". Pese a todo, descartó su regreso dado el descenso "lento pero continuado" de la incidencia. "Y en eso es en lo que tenemos que persistir", apuntó. Asimismo, y ante el riesgo de que los botellones del pasado fin de semana se intensifiquen tras haber desaparecido completamente el toque de queda, hizo un llamamiento a la ciudadanía para que aprenda a disfrutar "sin poner en riesgo su salud y la de sus seres cercanos".

Darias valoró muy positivamente el avance de la vacunación y adelantó que la próxima semana se tomará una decisión respecto a las segundas dosis de AstraZeneca en menores de 60 años. Aseguró que se estudiará la evidencia de los países en los que ya se ha puesto Pfizer y también los resultados del estudio que se está llevando a cabo en España. De esta decisión están pendientes unos 43.400 aragoneses. Se trata de estudiantes en prácticas, sanitarios de ‘segunda línea’, funcionarios de prisiones, bomberos y miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, entre otros.

La ministra confirmó que también se incluirá en el calendario de vacunación a las mujeres embarazadas y lactantes. Solo recibirán la inyección –de Pfizer o Moderna– cuando les toque por grupo de edad.