Investigación del crimen de Giménez Abad | "El reconocimiento del asesino por los testigos es contundente"

Las Fuerzas de Seguridad del Estado inciden en que "no olvidan" los atentados pendientes de resolver, como el del político aragonés.

Una placa en recuerdo de Manuel Giménez Abad, en la calle Cortes de Aragón 9 de Zaragoza
Una placa en recuerdo de Manuel Giménez Abad, en la calle Cortes de Aragón 9 de Zaragoza
Guillermo Mestre

El asesinato de Manuel Giménez Abad a manos de un terrorista de ETA, que le descerrajó tres disparos por la espalda, marcó también la vida de los testigos que presenciaron el atentado en la calle Cortes de Aragón y la fuga del asesino por la calle Princesa. Así lo apunta un responsable policial que se encargó de la investigación para corroborar que "el reconocimiento por parte de los testigos del asesino (Mikel Carrera Sarobe, alias Ata, quien fue procesado por el juez Pedraz) es contundente". Las Fuerzas de Seguridad del Estado inciden en que "no olvidan" los atentados pendientes de resolver, aunque en el caso de Manuel Giménez Abad la Policía y la Guardia Civil siguieron "dos caminos distintos", si bien al final llegaron al mismo destino.

Los cinco testigos que prestarán declaración en el juicio de la Audiencia Nacional tienen "una protección de identidad" y ya reconocieron a Mikel Carrera hace dos años en la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza, después de que les mostraran fotografías del sospechoso y lo reconocieran "sin ninguna duda".

Posteriormente, Borja, hijo del presidente del PP Aragón, prestó declaración en Francia en octubre de 2018, en el Tribunal de Instancia de París. Se le citó en medio de una comisión rogatoria del Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional para tomar declaración al etarra, que está cumpliendo en Francia cadena perpetua por el asesinato del policía francés Jean-Serge Nerín en 2010. El etarra se negó a declarar ante el juez, aunque aseguró no ser el autor.

El procesamiento de Mikel Carrera por el juez Santiago Pedraz en julio de 2019 abrió la investigación hacia el comando Basajaun y hacia la etarra Itxaso Zaldua, ya detenida. Su nombre apareció en documentos hallados por la Policía en la vivienda de otro etarra. Además, unas pruebas caligráficas la delataron.

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