El grito de todo Aragón contra la intolerancia y la barbarie de ETA

Más de 350.000 personas se manifestaron en las calles de Zaragoza al día siguiente del asesinato del presidente del PP Aragón. Fue un clamor unánime contra el terror

Manifestación en Zaragoza, el 7 de mayo de 2001, en repulsa por el asesinato de Manuel Giménez Abad.
Manifestación en Zaragoza, el 7 de mayo de 2001, en repulsa por el asesinato de Manuel Giménez Abad.
Oliver Duch

"Gracias, Manolo". "Borja, no estás solo", se escuchó aquella tarde del lunes 7 de mayo de 2001 en las calles de Zaragoza. Fue una manifestación multitudinaria que congregó a más de 350.000 aragoneses en repulsa contra el atentado terrorista de ETA, que marcó a la capital aragonesa y a toda España. El hijo mayor del político aragonés, Manuel Giménez Larraz, recordó el pasado miércoles aquella cita imborrable en el acto de inauguración de la placa instalada en el lugar de la infamia.

Los alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza que estudiaban con Manuel (él estaba esos días del atentado en la Universidad de Pau) salieron también aquella tarde a la plaza del Pilar con una pancarta con la cara del presidente del PP Aragón y el mensaje: "Gracias, Manolo". "Somos compañeros de Manu y hemos hecho ese gran dibujo para apoyar a nuestro compañero, a su hermano Borja y a su madre", explicaron aquel día.

"Borja, tranquilo, el pueblo está contigo", gritaban otros jóvenes en aquella manifestación, una de las más multitudinarias del siglo XXI en Aragón. A sus 16 años, el adolescente que sufrió el asesinato de su padre cuando se dirigía hacia La Romareda para ver el partido Real Zaragoza-Numancia mantuvo la firmeza y salió a las calles con su madre, Ana Larraz, y su hermano Manuel.

La histórica marcha empezó en la plaza de Aragón, recorrió el paseo de la Independencia, el Coso y la avenida de César Augusto hasta llenar la plaza del Pilar. El eslogan de la manifestación reflejó el sentir de todos los ciudadanos: "Por la libertad y contra el terrorismo".

"El testigo de mi padre"

Aquellos aragoneses "salieron a gritar que no iban a dejar imponer la voluntad de unos asesinos", recordó el hijo mayor de Manuel Giménez Abad en una emotiva intervención en el lugar donde ETA mató a su padre. "Eso fue fundamental porque ese apoyo no nos dejó solos. Nuestra tragedia no era solo nuestra: miles de ciudadanos estaban dispuestos a recoger el testigo de mi padre en ese momento", detalló.

En aquella cita imborrable en la memoria colectiva de los aragoneses estuvieron, entre otros, el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, acompañado de Luisa Fernanda Rudi, Santiago Lanzuela y el exalcalde de Zaragoza, Pepe Atarés, y José Luis Rodríguez Zapatero, líder del PSOE. Miguel Sanz (UPN), expresidente de Navarra, Comunidad en la que nació Giménez Abad, y decenas de representantes del resto del arco político. Una tarde para el recuerdo, más vivo que nunca, de un hombre que vivió y murió por la libertad.

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