Día Internacional del Beso

¿Volverán los dos besos como saludo?

Cada 13 de abril se celebra el Día Internacional del Beso, aunque las dos últimas ediciones han quedado relegados al ámbito al íntimo y se convivientes.

Besos que han pasado a la historia.
Besos que han pasado a la historia.
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"Todas las mañanas me despierten besos. Sea por la tarde y siga habiendo besos. Luego por la noche hoy me den más besos para cenar", cantaba El Canto del Loco. 

En muchos casos eso era hasta marzo del año pasado. Ahora es más "sin besos de despedida", como diría Amaral. Lo del beso "al partir" es cosa del pasado, Nino Bravo se quedaría solo con la flor. Siempre está bien buscar sustitutos siguiendo el ejemplo de Danza Invisible: "Besarte es como comer palomitas de maíz".

Cada 13 de abril se celebra el Día Internacional del Beso, una jornada que tiene su origen en un concurso de récords que tuvo lugar en Tailandia en 2013. Buscaban el beso más largo del mundo y la pareja ganadora mantuvo sus labios unidos durante 58 horas, 35 minutos y 58 segundos. A pesar de que se recuerde este día, desde hace algo más de un año en la calle se ven menos besos, desde el momento en que se desencadenó la crisis sanitaria.

"A nivel emocional la repercusión es muy negativa"

"Los besos en la intimidad no han cambiado, sin embargo, en el ámbito social a raíz de la pandemia se han eliminado, ya no reducido. Los besos son un tipo de trato afectivo, como los abrazos o las caricias. A nivel emocional la repercusión es muy negativa", considera Sonia El Hakim, directora de la Escuela de Comunicación Código No Verbal. Un ejemplo son los problemas de pareja: "Cuando dos personas tienen que ir a terapia porque las cosas no van bien, lo primero que se detecta es que no se tocan", añade. Esta especialista apunta que no hay un "sustituto perfecto", sin embargo, propone que se potencien otros canales no verbales, como la expresión facial, a pesar de que esté la mascarilla de por medio.

"Tengo fe de que vamos a retomar los besos, porque está en nuestro ADN y en nuestra cultura"

La ausencia de besos es una situación temporal, tal y como defienden también los psicólogos. "Tengo fe en que vamos a retomar los besos, porque está en nuestro ADN y en nuestra cultura. Costará un poco, pero volverán", cree Jesús Padilla, psicólogo en el Centro Materno Infantil Rosales de Zaragoza y miembro del Colegio Profesional de Psicología de Aragón (COPPA). Esa idea la apoya El Hakim con rotundidad: "Volveremos a lo de antes más o menos. Lo he consultado con grandes investigadores y opinan que tradiciones de siglos no se van a perder por dos o tres años. Eso sí, habrá una desescalada, una desescalada del tacto. No obstante, dependerá de lo escrupulosa que sean las personas". La pandemia ha dejado más "frialdad", define Padilla, lo que hacer surgir otros vicios, como que se tenga cierto temor a besar, pero en occidente se es más cercano.

La situación en todos los lugares del mundo es diferente. El Hakim pone como ejemplo los países nórdicos, donde tal vez sea más complicado que regrese este tipo de relaciones. Los países se dividen en tres niveles de contacto: alto, medio y bajo. Dentro del primer grupo, sostiene la experta en comunicación no verbal, está España entre los de más contacto, junto a Italia y por encima de los países de Latinoamérica. "En nuestro país, incluso en el ámbito profesional, es habitual dar un par de besos, eso en otros países no se hace", considera.

¿Qué ocurre cuando se besa?

"El beso es un proceso evolutivo en nuestra especie y en algunos de los primates. Es un sistema de acercamiento social muy importante, tanto a nivel social, como afectivo y emocional", resalta el psicólogo. Cuando se besa se activa una serie de neurotransmisores. "La principal es la dopamina, que está muy relacionada con la sensación de placer. También endorfinas, que es sinónimo de bienestar, de relajación, de práctica deportiva… A las anteriores se suma la oxitocina, que es otro neuromodulador a nivel afectivo". Sin embargo, estas sustancias dependen de si se da el beso o se recibe y también de si se trata de un beso de cortesía o si por el contrario es a la pareja. "Cuantos más besos se dan, más se fomenta la autoestima. Se transmite seguridad y confianza", añade Padilla.

Los abrazos también son terapéuticos. "Podrían ser un sustitutivo del beso cuando se esté vacunado, retirando la cabeza o agarrando la cintura", propone Sonia El Hakim. Esta especialista en comunicación no verbal dice que a veces es más "importante" un abrazo que un beso. "La costumbre de abrazar realiza una serie de cambios a nivel hormonal que son muy beneficiosos para el sistema inmunitario, incluso pueden prevenir constipados", concluya la también presidenta de la Asociación Española de Comunicación No Verbal (Asenove).

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