Heraldo del Campo

heraldo del campo

Lo que une y lo (mucho) que separa la nueva PAC

La convocatoria de movilizaciones en torno a la reforma de PAC evidencia que todas las organizaciones quieren cambios en la próxima norma comunitaria, pero que discrepan, y no precisamente poco, en los detalles que tienen que marcar esas modificaciones.

Imagen de tractores de la última movilización realizada en Zaragoza en unidad de acción el 10 de marzo de 2020.
Imagen de tractores de la última movilización realizada en Zaragoza en unidad de acción el 10 de marzo de 2020.
HA

La última gran movilización del campo se celebró el 10 de marzo de 2020, apenas un día antes de que se decretara la pandemia. UAGA, Asaja, Araga y UPA, acompañados de Cooperativas Alimentarias, se daban entonces la mano para inundar la capital aragonesa de tractores y reivindicar unos precios justos que permitiesen el presente de los agricultores y ganaderos y garantizasen su futuro.

La próxima protesta que llevará el sello de la unidad de acción está convocada para el próximo día 15 de abril en Huesca. Apoyada, de nuevo, por las cuatro organizaciones agrarias, a las que se han unido la organización que representa a las cooperativas, así como Araparda (asociación de criadores de raza bovina parda de montaña) y Arabovis-Asoprovac (agrupación aragonesa de ganaderos de bovino de carne), la protesta, cumpliendo las restricciones sanitarias a las que obliga la covid-19, recorrerá las calles de la capital altoaragonesa para manifestar el rechazo del sector a la aprobación del decreto transitorio de la PAC 2021-2023. Una norma "que rompe las reglas de juego actuales", detallan los convocantes, y pone en riesgo la supervivencia de alrededor de 1.800 explotaciones de vacuno en la Comunidad.

No es la única movilización prevista. Pero las que se avecinan ya no llegarán con todos los agentes del sector avanzando tras la misma tabla de reivindicaciones. La razón no es otra que la nueva reforma de la Política Agraria Común (PAC), motivo de las protestas convocadas entre este mes y el próximo en la Comunidad aragonesa. Porque, sobre la superficie, puede parecer que las organizaciones agrarias comparten objetivos, pero conforme se va entrando en detalles, las discrepancias se hacen más evidentes y la futura PAC por la que se decantan unos y otros poco tiene que ver una de otra.

Eso explica que UAGA y UPA-Aragón hayan acordado un calendario de movilizaciones que se celebrarán en las tres capitales aragonesas y que no serán multitudinarias, no porque el sector no tenga ganas de expresar sus reivindicaciones en la calle, dicen los convocantes, sino porque la situación sanitaria así lo exige. Se realizará una protesta en cada provincia en previsión de que la evolución de la pandemia pudiera volver a restringir los movimientos dentro de la Comunidad.

No participarán en estas movilizaciones Asaja Aragón ni Araga, porque su posición respecto a cómo debería ser la nueva PAC en 2023 en España, cuyo plan estratégico nacional se está negociando ahora, difiere de las exigencias que llenarán las pancartas de las movilizaciones convocadas por las otras dos organizaciones.

Los derechos históricos, la definición de agricultor genuino y la convergencia son los aspectos que más les separan.

Los representantes de las organizaciones agrarias compartieron escenario y reivindicaciones en la histórica protesta de marzo de 2020.
Los representantes de las organizaciones agrarias compartieron escenario y reivindicaciones en la histórica protesta de marzo de 2020.
Guillermo Mestre

Por una PAC "más justa"

Todas las organizaciones agrarias están de acuerdo. Lo que todos sus representantes suscriben cuando se les pregunta cómo quieren que sea la Política Agraria Común (PAC) que regirá los destinos del sector en Europa a partir de 2023, la respuesta es unánime: "más justa". Pero cuando cada uno tiene que indicar cómo se fundamenta esa justicia, el discurso ya no suena tan unánime.

Lo verbalizaba el pasado martes el secretario general de UPA federal, Lorenzo Ramos, que viajó a Zaragoza para participar en el 6º Congreso Regional de la organización en Aragón. "En la defensa de la PAC, las organizaciones a nivel nacional hemos creado un frente común, pero sin duda, cuando bajemos a los detalles tendremos divergencias porque nuestras posturas tienen detalles muy diferentes", señaló Ramos. Eso sí, reconoció que, pese a los posibles desencuentros, lo deseable es "saber que en toda negociación hay que dejar cosas en el camino".

En Aragón, estas diferencias ya se escenificaron en el pacto firmado en 2018 por el Gobierno de Aragón (a través de la consejería de Agricultura), por cinco de los siete partidos con representación parlamentaria -PSOE, Podemos, Ciudadanos, CHA, e IU- y dos de las organizaciones agrarias (UAGA y UPA). Un acuerdo, al que no se adhirieron Asaja y Araga, que defiende un vuelco total a la actual PAC para diseñar una nueva política agraria comunitaria en la que las ayudas las cobren los que viven del campo y se reciba la misma cantidad por idéntico cultivo independientemente del territorio en el que se sitúe la explotación.

Estos desencuentros volverán a ser visibles en las movilizaciones que llevarán al sector agrario a las calles de Teruel (22 de abril), Huesca (29 de abril) y Zaragoza (6 de mayo), para exigir que la reforma de la PAC sea "de verdad" profunda, que "no suponga una continuidad" con lo que ya existe", que priorice y ponga en el foco de las ayudas a la explotación familiar y que defienda a un agricultor y ganadero "profesional" -denominado ahora genuino- que pueda demostrar que su renta procede en un importante porcentaje de los ingresos que genera su actividad agraria.

Estas protestas han sido convocadas de forma conjunta por UAGA y UPA. Pero, esta vez, no habrá unidad de acción, porque Asaja y Araga ya han dicho que no la apoyan. Se intentó. El pasado 26 de marzo, los dirigentes de las cuatro organizaciones agrarias -José María Alcubierre (UAGA), José Manuel Roche (UPA), Ángel Samper (Asaja) y Jorge Valero (Araga)-, mantenían una reunión para abordar la necesidad de hacer visibles sus reivindicaciones precisamente en el momento en el que cobran ritmo las negociaciones entre el Ministerio de Agricultura y los consejeros del ramo de las comunidades para cerrar antes de que finalice el año el Plan Estratégico Nacional, que contendrá las líneas de aplicación de la PAC en España.

Araga dice ‘no’

Araga -con representación únicamente en la Comunidad- fue la primera en desmarcarse. No desveló ningún secreto al asegurar que "es bien conocido" que las organizaciones agrarias aragonesas mantienen claras diferencias e "incluso posturas totalmente contrarias" en determinados aspectos de la PAC. Las fricciones, recordó, están en quién tiene que cobrar la PAC, la definición de agricultor genuino, el sistema de cobro, o la eliminación de los derechos históricos, entre otros. Por eso, la organización que dirige Jorge Valero no estará presente en ninguna de las tres protestas convocadas en Aragón, porque, como insiste su presidente, "no tiene ningún sentido que confluyan en una manifestación dos grupos pidiendo lo contrario".

Valero considera que no es momento de salir a la calle porque "sigue sin haber una propuesta firme sobre la mesa de cómo quieren que sea la PAC". Y aunque la Comunidad ha mostrado sus cartas en el Ministerio con una iniciativa ya definida y liderada por el Gobierno autonómico, Valero reitera que "esa no es la propuesta de Aragón, sino de una parte de Aragón" -en clara alusión a los no firmantes-, a pesar de que dicho documento es el que abandera el consejero de Agricultura en todas y cada una de las reuniones en las que aborda con el ministro el futuro de la PAC.

"Desde Araga seguimos firmes defendiendo nuestra postura de que hasta que no nos presenten una propuesta que mejore la situación actual, defenderemos el modelo actual", señala Valero, que se muestra convencido de que lo que hay sobre la mesa no mejora, sino al contrario, lo que ya existía. "Que para ir a peor siempre hay tiempo", dice.

Desencuentros

Asaja tampoco asistirá a estas movilizaciones. "No apoyamos la manifestaciones propuestas por UAGA porque tenemos claras diferencias", explica el secretario general de la organización en Aragón, Ángel Samper. Porque "en la mayor estamos todos de acuerdo", señala. Y con esta afirmación se refiere a que todas las organizaciones agrarias entienden que la nueva PAC tiene que llegar con cambios. Sin embargo, reconoce que las reivindicaciones "concretas" de unos y otros están muy distantes.

Sus mayores desencuentros, señala Samper, tienen que ver con la definición del agricultor activo y las regiones de convergencia. Parece, además, que el máximo representante de Asaja en Aragón no se fía de las proclamas que se puedan lanzar en las protestas aun cuando estas hubieran sido pactadas. Justifica la negativa de su apoyo a las protestas haciendo referencia a la "experiencia de otras movilizaciones", en las que asegura que se hizo referencia a reivindicaciones a las que, previamente, se había acordado no hacer alusión.

"Todo esto no quiere decir que no podamos retomar una propuesta conjunta", insiste Samper. Pero deja claro que Asaja estará en aquellas movilizaciones "en las que importe más el mensaje que los logotipos". Quizás donde podría haber un mayor acercamiento es en Teruel, donde los agricultores llevan años denunciando un sistema de regionalización de las ayudas que los situó en un estrato en el que se sienten injustamente discriminados y en cuya eliminación también ha participado activamente Asaja-Teruel.

"Hay que salir"

Con más o menos apoyos, UAGA lo tiene claro. "Tenemos que salir a la calle sí o sí", asegura José María Alcubierre, secretario general de esta organización agraria, cuya coordinadora recogió el sentir de sus afialiados en toda la Comunidad y mandató a los órganos de dirección la convocatoria de protestas.

"Es el momento", insiste Alcubierre, que señala que las protestas no van contra el consejero aragonés ni contra el ministro Planas, sino que surgen de la necesidad de recordar a los responsables de las políticas agrarias -en pleno proceso de negociación del plan estratégico nacional- cuáles son sus demandas y de advertir que rechazarán cualquier camino que no lleve a un "reforma profunda y valiente de la PAC".

UAGA tendrá como compañero de viaje a UPA (y viceversa). Su secretario general en Aragón, José Manuel Roche, reconoce que hubieran preferido participar en movilizaciones que estuvieran marcadas por la unidad de acción, que es en lo que trabaja a nivel nacional esta organización federal, consciente de que para alcanzar una posición de conjunto hay que "dejarse pelos en la gatera".

Pero Roche está de acuerdo en salir a la calle para mostrar el rechazo rotundo a una PAC continuista, y, sobre todo, para defender el acuerdo suscrito en Aragón y que lleva la firma de esta organización agraria.

Prueba de ello es que aunque también hay sutiles diferencias entre una y otra organización, ambas abanderará conjuntamente las columnas de tractores -para evitar las concentraciones de personas por la situación sanitaria- que recorrerán las calles de Teruel, Huesca y Zaragoza.

Y lo harán con una tabla unitaria de reivindicaciones, que pone el foco en el agricultor genuino, en las explotaciones profesionales, en la renta de los agricultores y en la ganadería extensiva.

UAGA

Agricultor genuino y derechos

UAGA insiste en que la nueva reforma de la PAC tiene que ser eso, totalmente nueva. Y para ello, además de otras reivindicaciones, pone el foco en las explotaciones familiares y en un agricultor genuino -prioritario para recibir las ayudas directas- que trabaje y viva de la actividad agraria. 
Por eso exige que se considere como tal a aquellos agricultores y ganaderos cuyos ingresos proceden en un 50% del cultivo de las tierras o del cuidado de los animales de la granja y estén dados de alta en la Seguridad Social Agraria. La organización agraria que lidera José María Alcubierre reclama también con insistencia la "abolición" de los derechos históricos, unas referencias que consideran trasnochadas (datan de 2001) que no solo generan desigualdades sino que además, asegura el sindicato, está lastrando el relevo generacional.

-
Asaja

Apuesta por la "actividad profesional"

A Asaja Aragón no termina de gustarle la acepción de agricultor genuino. La organización que representa en la Comunidad Ángel Samper prefiere que lo que se defienda sea una "agricultura activa", una expresión con la que muestra su apoyo a "cualquier agricultor o ganadero que hace las cosas bien, tanto agronómicamente como medioambientalmente". Y este argumento no entiende de número de hectáreas ni de cabezas de ganado, ni de grandes o pequeños, "porque no se puede echar del sistema a los trabajan bien porque tengan más o menos hectáreas", señala la organización.
Asaja está de acuerdo en que se reduzcan "todo lo que sea posible" las regiones de convergencia, pero insiste en que tiene que haber "todas las que sean necesarias" para reconocer el esfuerzo que exigen las distintas producciones.

-
Araga

Esperando una propuesta firme

El presidente de Araga ha dicho alto y claro que las diferencias son tantas entre las organizaciones agrarias que no puede suscribir una tabla reivindicativa conjunta. Se muestra contrario, además, a la eliminación de los derechos históricos, porque, afirma que nadie ha presentado alternativas a dicho sistema de reparto.
La organización agraria que lidera Jorge Valero está a la espera de una "propuesta firme" para posicionarse y asegura que mientras esta no esté sobre la mesa no se pronunciará. Es más, asegura que mientras no se concrete esa propuesta y se demuestre que es mejor que lo que PAC que está en vigor continuará defendiendo el modelo que ahora existe.

-
UPA

La agricultura familiar en el centro

Firmemente convencido de que las organizaciones agrarias deben compartir calles para mostrar sus reivindicaciones, el líder de UPA en Aragón, José Manuel Roche, insiste en mantener el diálogo para no romper la unidad de acción, aunque haya que dejarse "pelos en la gatera".
Eso sí, considera que el sector se merece un profundo cambio de la PAC y asegura que la organización que dirige mantiene su rotundo no al modelo actual.
UPA sitúa a la explotación familiar profesional en el centro de las políticas agrarias comunitarias y como sistema prioritario para la distribución de las ayudas. Y defiende que el agricultor genuino sea aquel cuyos ingresos proceden en, al menos un 30%, de la actividad agraria.

-
Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión