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Un niño de Monzón supera crisis epilépticas de hasta ocho horas con una novedosa intervención

Ha recibido este tratamiento en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, el único hospital que lo ofrece de la red de asistencia sanitaria pública de España.

Adriel con el doctor Santiago Candela.
Adriel con el doctor Santiago Candela.
Heraldo

Un niño de Monzón de 11 años de edad que durante cinco años sufría crisis epilépticas que le impedían llevar una vida normal ha superado estos ataques derivados del síndrome de Rasmussen del que fue diagnosticado a los ocho años por el servicio de neuropediatría en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza. El joven Adriel ha superado estos ataques epilépticos tras someterse a una novedosa intervención con láser, en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, el único centro sanitario que la ofrece de la red de asistencia sanitaria pública de España.

El niño no respondía a los tratamientos farmacológicos cuando sufría las fuertes convulsiones que llegaban a durar hasta ocho horas según relata su madre, Patricia Verón. El síndrome de Rasmussen es una enfermedad neuronal rara que afecta a niños de menos de 10 años con muy pocos casos en España. Es un trastorno cerebral inflamatorio, crónico y progresivo que se manifiesta con crisis focales motoras neocorticales resistentes al tratamiento y que culmina en un deterioro grave con hemiparesia, retraso cognitivo y afasia. Tras los primeros ataques, hace seis años, Patricia llevó a su hijo al Hospital de Barbastro y de ahí se derivó al Hospital Miguel Servet. Los especialistas en pediatría dieron con el difícil diagnóstico de la enfermedad. “Los doctores que fueron mis ángeles dijeron que sólo conocían tres casos con el de Adriel y me aconsejaron que fuera a Barcelona”, cuenta su madre. El niño fue tratado en el Hospital Sant Joan de Déu en 2018 y tras diversos tratamientos el pasado año se decidió aplicar esta novedosa técnica.

Adriel es uno de los poco más de 20 niños de toda España que se han beneficiado hasta ahora de esta técnica, la ablación termal por laser, que consiste en introducir una sonda en el cerebro del pequeño y aplicar calor repetidamente sobre el foco que causa la epilepsia hasta destruirlo. Adriel fue intervenido en octubre y desde entonces no ha vuelto a sufrir crisis epilépticas.

“Ha sido increíble”, cuenta su madre, emocionada y muy agradecida por la recuperación de su hijo “que sufría convulsiones incapacitantes, hasta casi un centenar al día, y había semanas que no podía salir de casa”. Adriel es ahora un chaval sano, que cursa 5º de Primaria “y saca unas notas excelentes”, explica su madre con orgullo.

Fruto de las convulsiones de este síndrome, Adriel sufre una discapacidad física, al tener menos fuerza en la parte izquierda de su cuerpo, y algunos dedos no los puede mover. Su madre confía en que la técnica no tenga secuelas neuronales y que las células se regeneren, aunque habrá que estar vigilantes dado que ha sido el primer niño en España con síndrome de Rasmussen en someterse a este tratamiento (antes se había usado para tratar tumores).

El Hospital Sant Joan de Déu es el único hospital que presta asistencia sanitaria pública de España que aplica un tratamiento pionero con láser para curar a niños que sufren una epilepsia refractaria (que no responde a los fármacos) y, por ello, atiende pacientes de toda España.

Se trata de una técnica menos invasiva y más segura que la cirugía tradicional (la craneotomía o apertura del cráneo) porque permite al paciente recuperarse en un plazo de tiempo menor y poder regresar a casa en el plazo de 24-48 horas (con la cirugía tradicional, el tiempo de ingreso es de 8 días).

Este tipo de ablación está indicado especialmente en los casos en que el foco de la epilepsia está localizado en zonas profundas del cerebro, de difícil acceso y cerca de zonas de gran sensibilidad. Los cirujanos la utilizan, además de para tratar la epilepsia, para destruir pequeños tumores cerebrales y realizar desconexiones cerebrales (con el fin de evitar que una lesión en un hemisferio afecte al otro).

Adriel ha sido el primer caso de Rassmusen sometido a esta técnica en España.
Adriel ha sido el primer caso de Rassmusen sometido a esta técnica en España.
Heraldo

La intervención, paso a paso

Los neurocirujanos realizan una incisión de 4 milímetros en el cuero cabelludo del niño para poder introducir, con la ayuda de un brazo robótico, una sonda láser.

Guiados por las imágenes de una resonancia magnética que se le realiza al paciente durante todo el proceso, los cirujanos conducen la sonda hasta el foco de la epilepsia.

Aplican calor repetidamente sobre la lesión en el cerebro que causa la epilepsia hasta destruirlo. La resonancia les ofrece información muy precisa sobre los márgenes del foco epiléptico y les permite destruir solo las células dañadas, evitando sangrados y posibles hemorragias.

Uno de cada tres casos de epilepsia no responde al tratamiento farmacológico.

Cada año se diagnostica epilepsia a más de 4.000 niños en España. Uno de cada tres desarrolla una epilepsia refractaria, es decir, que no responde al tratamiento farmacológico. La mitad de estos casos de epilepsia refractaria son potencialmente curables mediante cirugía. Una evaluación por parte de un equipo altamente especializado determinará, finalmente, si es candidato a cirugía.

El Hospital Sant Joan de Déu Barcelona cuenta desde 2005 con una unidad especializada en el diagnóstico y tratamiento de las epilepsias y es centro de referencia en España para el tratamiento quirúrgico de las epilepsias refractarias en niños. Cada año realiza 60 cirugías.

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