La pandemia del coronavirus se mantiene en una tendencia a la baja, según confirman la evolución de los contagios y la incidencia acumulada. Aunque sigue preocupando, no obstante, la ocupación de las ucis con pacientes afectados por esta patología: una de cada cuatro camas de cuidados intensivos.

Así lo trasladó este miércoles el director general de Asistencia Sanitaria, José María Abad, quien reconoció que la presión en los hospitales "sigue bajando" aunque aseguró, al mismo tiempo, que desciende más rápidamente en planta que en las ucis. "Nos gustaría -dijo- llegar al suelo que había a principios de julio, cuando las ucis atendían a alrededor de cinco o diez pacientes covid", aunque en esta última ola, la cuarta en Aragón, el descenso de ocupación de plazas de críticos "está siendo más atenuado, más prolongado, debido a que las estancias medias son más largos porque son pacientes más graves que requieren más tiempo de ingreso".

Los hospitales aragoneses tienen, en estos momentos, 262 enfermos con estas patologías, de los que 51 están en unidades de cuidados intensivos (casi la mitad que a principios de febrero). El Hospital Miguel Servet es el centro que más enfermos con este virus atiende -85-, y 18 de ellos están en uci. Le siguen el Hospital Clínico -con 59 pacientes covid, de los que 16 están en la uci- y el Royo Villanova -37 en planta y seis en uci-. Los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, actualizados ayer, reflejan que la ocupación de camas uci en hospitalización convencional ronda poco más del 6% -el más bajo desde julio-, mientras que en las unidades de cuidados intensivos está en torno a 22%. "Este es un dato todavía excesivamente alto para poder asumir con garantías una nueva oleada. Deberíamos bajar de las 40 camas ocupadas por paciente covid", puso de manifiesto Abad.

En este sentido, el director general de Asistencia Sanitaria apuntó: "Especialmente en las uci habría que bajar más para acometer con un mínimo de garantías un nuevo incremento de incidencia que todos sospechamos que puede pasar, viendo la evolución del resto de países, que están en fase ascendente, salvo España, Portugal y Reino Unido". Los expertos consideran "probable" una quinta oleada de la pandemia, que llegará, subrayó Abad, "con los profesionales sanitarios muy cansados", después de un año de lucha contra este virus y con el sistema de salud muy comprometido.

La progresiva disminución de la presión sanitaria, sin embargo, ha permitido a los hospitales ir recuperando de forma gradual su actividad habitual, y retomando el ritmo en los quirófanos. La tensión en las ucis no es la que había hace menos de dos meses, que obligó a suspender operaciones. Para Abad, los planes de contingencia que se activaron en primavera y se reforzaron en noviembre "siguen activos".

Los centros, ante un posible nuevo rebrote de la curva epidemiológica, tienen preparadas las unidades que se transformarían en áreas covid y las camas que se destinarían a cuidados intensivos. La diferencia con la primera ola está en que se ha atendido la demanda de puestos de uci sin tener que recurrir a ocupar espacios quirúrgicos, para que afectase lo menos posible a las intervenciones. "El problema ahora -señaló-no es de recursos, sino que la limitación fundamental es la disponibilidad de profesionales, que son los que son. Todo el personal sanitario que quiere trabajar ahora en el sistema de salud, está contratado".

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