TRansporte ferroviario

Aragón deja de financiar los regionales y pierde un tren con Lérida y otro a Valencia

La DGA argumenta que no le corresponde la competencia y que necesita el dinero, 4 millones, para mejorar los autobuses. El recorte se aplica el día 31 y afecta también a dos Caspe-Fayón, que tendrán servicio alternativo al igual que de Zaragoza a Binéfar.

El Gobierno se ha comprometido a mejorar la línea Zaragoza-Sagunto con una inyección de 386 millones, pero su conversión en un corredor de altas prestaciones  no ha pasado de un estudio informativo que se remonta a hace una década.
Los turolenses ya no recuperarán el servicio Teruel-Valencia que circulaba en días alternos  en cada sentido antes de la suspensión de servicios impuestos con la pandemia.
Antonio Garcia/Bykofoto

El director general de Transportes, Gregorio Briz, siempre criticó que Aragón fuera el "pagafantas" de Madrid con los servicios regionales de Renfe y junto al consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, ha decidido plantarse después de 30 años de subvencionar desde la DGA parte de los trenes deficitarios que vertebran Aragón. La consecuencia será directa a partir del día 31, ya que el Ministerio de Transportes no está dispuesto a asumir su competencia y menos la factura de los cinco regionales por sentido que venía pagando la DGA, ya parcialmente suspendidos por la pandemia: uno de los tres diarios entre Zaragoza y Lérida, el que circulaba en días alternos entre Teruel y Valencia, dos de los cuatro diarios Fayón-Caspe y el que unía los fines de semana Huesca y Jaca.

Vertebración del Territorio dará cobertura parcial a los afectados, dado que ha cerrado sendos servicios alternativos en autocar, con los mismos horarios, para viajar entre Zaragoza y Binéfar (no se llegará a Lérida) y de Caspe a Fayón. En este último caso se hará un transbordo, dado que Renfe sí mantendrá el trayecto entre Zaragoza y Caspe. Su coste anual rondará los 135.000 euros, una mínima parte de los 4,07 millones pagados en 2019 para sostener las expediciones de Renfe. Además, el Ejecutivo autonómico ha propuesto a la compañía que preste el servicio entre Huesca y Jaca de primavera a otoño para fomentar el turismo.

El impacto será severo para los afectados, pero relativo en el conjunto de la oferta ferroviaria de Media Distancia de Aragón. Suponen 5 de las 26 expediciones que a diario vertebran el territorio aragonés, de las cuales se mantienen el 65% en la actualidad por las suspensiones temporales de servicio por la pandemia.

La decisión se ha adoptado después de cuatro años de reclamación permanente de Soro y su equipo, que exigieron primero al Gobierno de Rajoy y luego al de Sánchez que afrontaran el coste íntegro de los servicios prestados en relaciones ferroviarias declaradas como "obligación de servicio público" por el Estado. Su insistencia tuvo sus frutos de forma parcial en 2019, dado que el Ministerio pasó a financiar tres servicios diarios incluidos en el convenio firmado cinco años antes por el Gobierno de Luisa Fernanda Rudi: un Zaragoza-Teruel, otro Zaragoza-Calatayud y un tercero entre Calatayud y Ariza.

El consejero de Vertebración comunicó su decisión por carta al presidente de Renfe, Isaías Táboas, el pasado martes y se la ha trasladado en las últimas horas a los alcaldes, a los que no ocultó su hartazgo por llevar años pagando un servicio ferroviario que no es de su competencia, especialmente cuando parte de los trayectos exceden el límite de Aragón.

Briz remarca que en política se deben marcar prioridades y una de las más importantes del departamento es la puesta en marcha del nuevo mapa concesional de autobuses, por el que se pretende dar cobertura a todos los núcleos de diez habitantes y lograr una mejora global del 40% en las frecuencias y servicios. "Destinamos ahora seis millones al año y necesitaremos quince, por lo que los cuatro que hasta ahora iban al tren se podrán destinar a cubrir una parte de lo que sí es nuestra competencia", subraya antes de incidir en que mientras Aragón venía pagando parte de los trenes deficitarios Madrid «regatea con la financiación autonómica».

Soro añade que a la cuestión competencial se suma el hecho de que la Intervención General "censure" estos pagos al exceder los servicios ferroviarios el ámbito territorial de Aragón, abonarse trayectos que no son obligación de servicio público (los dos Caspe-Fayón) y no estar justificado el precio con criterios de eficacia y uso eficiente de los recursos económicos.

Un coste de 119 euros por viajero

Los números no dejan lugar a la duda, como subrayan en el Gobierno de Aragón.El coste de explotación de las cinco expediciones ferroviarias subvencionadas ascendió a 4,27 millones en 2019, pero Renfe solo ingresó por la venta de billetes 191.113 euros. Esto supuso que la DGA tuviera que abonar un año después el déficit, 4,077 millones, lo que implica que transportar en tren a cada uno de los 34.198 viajeros salió a 119 euros. Por el contrario, el desembolso por pasajero que supone el déficit de las líneas de autobús se limita a 1,38 euros.

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