sondeo a+m | cambio de hábitos y consumo

Los aragoneses han sentido más inquietud por la suspensión de las relaciones sociales que por enfermar

El 73,5% se ha mostrado más preocupado por los contactos y el 58,4% por su salud. La mayoría de los consultados por A+M cree que la normalidad se recuperará en 2022.

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2020 y 2021 serán recordados por la pandemia de covid-19. Un año más tarde su inicio, Aragón suma más de 108.300 contagios y la cifra de fallecidos supera los 3.300. No obstante, la irrupción del coronavirus no solo trajo consigo una inestabilidad sanitaria, también inquietudes y miedos enmarcados en el contexto social y económico. Una situación que preocupa a la mayoría de los aragoneses, tal y como se desprende de la encuesta realizada por A+M para HERALDO sobre el cambio de consumo y hábitos.

Desde que se decretó el estado de alarma, a mediados de marzo de 2020, los aragoneses han mostrado más preocupación por los asuntos vinculados con lo social que por la salud. La mayoría de los consultados (el 73,5%) confiesa que desde entonces ha sentido "inquietud" por la suspensión de las relaciones y los contactos, influido por los confinamientos perimetrales, el toque de queda, las restricciones de horario, la prohibición de determinadas actividades o la limitación del número de integrantes en los grupos. Un porcentaje más alto que el temor a enfermar, que se sitúa en el 58,4%. "Inquietud" también ha experimentado el 72,4% al ver las calles vacías y los comercios cerrados. Recordar que la pandemia ha abocado al cierre definitivo en torno a un tercio de los negocios de hostelería, ocio y comercio en Aragón. No recuperar su vida tal y como era antes es otra de las preocupaciones para el 66,8% de los aragoneses.

Los efectos negativos sobre la economía y su empleo también mantienen intranquilos al 36,4% de los encuestados. Ese tanto por ciento es superior a la preocupación por el impacto sobre la salud física (29,8%) y emocional (8,5%).

La preocupación por el panorama laboral coincide con los últimos datos del paro, que arrojan 87.000 desempleados en la Comunidad —20.000 más que hace un año— y 4 millones en el resto del país—en torno a 760.000 más que en marzo de 2020—. Además, los empleados en ERTE crecieron en el mes de febrero hasta situarse en 900.000.

Precisamente, las relaciones en el trabajo se señalan como las más perjudicadas durante el confinamiento. En cambio, la mayoría de los aragoneses valora que el vínculo con su pareja, familiares, vecinos y amigos se mantuvo, e incluso ha mejorado.

Un futuro optimista

Pese a la situación global que se lidia en la actualidad, más de la mitad de los aragoneses consultados (el 64,1%) se declara "optimista" con su futuro. La tendencia de los datos de contagios en las últimas semanas y los resultados de la campaña de vacunación pueden ser los motivos de esta valoración y también para que casi el 60% de la ciudadanía considere que la antigua normalidad se recuperará en 2022. Un 17,9% es todavía más optimista que los anteriores, ya que se atreven a situarlo a lo largo de 2021, mientras que uno de cada diez lo aplaza al año 2023.

La opinión de la mayoría de los aragoneses, entre el 75% y el 80%, es que las relaciones afectivas (por ejemplo, darse la mano, un abrazo o besarse) y las reuniones sociales (fiestas, eventos, concentraciones o manifestaciones) serán como antes o que solo "algo cambiará". Son menos aquellos que opinan que nada será igual.

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